Geografia

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martes, 14 de abril de 2015

Ambiente y sociedad



COMENTARIOS BIBLIOGRÁFICOS REBORATTI, Carlos. 2000.. Conceptos y relaciones. Buenos Aires: Ariel Adrián G. Zarrilli UNQ; UNLP; CONICET
Cada cultura constituye una forma integral de vida, que plantea su propia y específica manera de resolver las relaciones esenciales (por ser ineludibles). Estas son: la de cada individuo consigo mismo; con los miembros de su comunidad, con las otras comunidades y con la naturaleza. Es decir que la forma de relación con el medio natural no es única y absoluta. Desde el momento en que la naturaleza- desde el medio ambiente hasta la naturaleza orgánica del hombre- es afectada por las relaciones sociales de producción, estos procesos biológicos son sobredeterminados por los procesos históricos en que el hombre o la naturaleza se insertan. La manera particular de articular las determinaciones del ecosistema, la lengua, la cultura y un modo de producción es específica de cada sociedad. La conformación de su medio ambiente, la historia de sus prácticas productivas y sociales, así como sus intercambios culturales en la historia, han condicionado la capacidad productiva de los ecosistemas, la división del trabajo, los niveles de consumo y la producción de excedentes comercializables. La intervención más o menos fuerte del capital y de los estados nacionales modifican estas modalidades de transformación del medio ambiente y de los estilos culturales, por la introducción de nuevas técnicas y modelos productivos. Por lo tanto, la problemática ambiental en la que confluyen procesos naturales y sociales de diferentes órdenes de materialidad no puede ser comprendida en su complejidad ni resuelta con eficacia sin el concurso e integración de distintos campos del saber. En este conjunto complejo, es necesario analizar los efectos del proceso de acumulación y los de las prácticas de producción y consumo, así como los procesos históricos de conformación económica agraria. Estos procesos históricos han transformado las prácticas productivas y degradado la productividad de los ecosistemas, de este modo, han afectado a las capacidades productivas de la población, a su dependencia tecnológico-cultural, a sus formas de sujeción ideológica y sus motivaciones para la innovación productiva.


Las prácticas de uso de los recursos dependen del sistema de valores de las comunidades, de la significación cultural de sus recursos, de la lógica social y ecológica de sus prácticas productivas, también de su capacidad para asimilar a éstas conocimientos científicos y técnicos modernos. Así, el vínculo sociedad-naturaleza debe entenderse como una relación dinámica, la cual depende de la articulación histórica de los procesos tecnológicos y culturales que especifican las relaciones sociales de producción de una formación socioeconómica, así como la forma particular de desarrollo integrado o de degradación destructiva de sus fuerzas productivas. Es en este contexto teórico y con el respaldo de sus propias investigaciones y el exhaustivo conocimiento de una amplia bibliografía de carácter teórico-práctico en el que el autor se propone como objetivo principal de este libro "profundizar y analizar las relaciones complejas entre la sociedad y el ambiente y evaluar los conflictos emergentes de las mismas". En ese marco intenta hacer conocer las características de un particular movimiento social que está dinámica ha impulsado, el ambientalismo, y discutir un concepto que se ha tornado usual en los últimos años, el desarrollo sostenible. Cada grupo de temas está vinculado a un capítulo separado y si bien el libro conforma una unidad y cada capítulo se refiere a los temas anteriores, cada uno de ellos puede leerse de manera independiente. Así van desarrollándose como unidades temáticas: la sociedad y su ambiente; las escalas y las medidas; el ambiente como recurso; el impacto de la actividad humana en relación al medio; una breve historia de la sociedad y su ambiente; las miradas desde el pensamiento clásico; los "profetas" de la catástrofe ecológica y los optimistas, el ambientalismo y el desarrollo sostenible. Inicia su itinerario estudiando la dinámica de las relaciones sociedad ambiente, revisando algunas políticas ambientales a lo largo de la historia y los antecedentes de reflexión intelectual sobre el tema. ¿la naturaleza es algo ilimitado y que puede utilizarse sin mayor cuidado, llevando a situaciones extremas en términos ambientales. Hay que analizar con claridad la relación existente entre la sociedad y el ambiente




Las inundaciones y la relación sociedad-naturaleza
Por Jorge Muracciole. Los políticos deberán reflexionar sobre la relación compleja entre el supuesto "dominio de la naturaleza" y la sociedad contemporánea.
Jorge Muracciole
Las aguas han bajado y han dejado a la intemperie, a la vista de toda la opinión pública, un escenario dantesco. Más de medio centenar de vidas ahogadas por la sinrazón de un fenómeno, según los expertos, no tan impredecible. Esta vez el drama de las inundaciones comenzó en la madrugada del martes en la capital, dejando bajo las aguas una amplia zona de los barrios de Saavedra, Núñez, Belgrano, Villa del Parque, Urquiza, Mataderos y otras zonas de la ciudad construidas por encima de la cuenca hídrica del arroyo Medrano, del arroyo Vega, del Maldonado y el Cildáñez. Según pasaban las horas y se incrementaban las lluvias, la catástrofe invadió las rutinas de miles de hogares en la ciudad de La Plata, sembrando destrucción y muerte.
Desde el miércoles a primera hora del nuevo día la información del desastre hídrico se ocupaba de las barriadas anegadas, de los cientos de desaparecidos y de los muertos que flotaban en la ciudad de las diagonales y barrios periféricos. Según pasaban los días, la agenda de los medios le puso nombre y apellido a la decena de víctimas, y los responsables de los operativos y los centros de evacuados fueron el foco de atención periodística.
Los discursos de los funcionarios y las medidas para morigerar los dramáticos efectos de la tragedia, fueron acompañados por una marea de solidaridad durante todo el fin de semana que mostró las reservas morales y la sensibilidad del común de la ciudadanía.
Pero para que las decenas de muertos inocentes no hayan sido en vano, la sociedad toda y muy particularmente los políticos y los empresarios de la construcción vial e inmobiliaria que en lo cotidiano transforman el entramado urbano de nuestras ciudades, deberán reflexionar sobre la relación compleja entre el supuesto "dominio de la naturaleza" y la sociedad contemporánea.
Pero qué dicen los especialistas y qué advirtieron desde hace años en sus investigaciones sobre el fenómeno de las inundaciones en el Área Metropolitana de la Ciudad de Buenos Aires (AMBA). En su monografía "Los aspectos económicos de las inundaciones", el economista especializado en temas de economía, sociedad y medio ambiente Héctor Sejenovich, investigador del Instituto Gino Germani, afirma: "Las inundaciones aparecen como catástrofes imprevistas que afectan a personas y bienes. Sin embargo el grado de predecibilidad es un elemento susceptible de discusión. En general su ocurrencia no es previsible con exactitud temporal, pero puede anticiparse la existencia de un nivel de potencial conflicto."
En el caso del AMBA, hay coincidencias entre los distintos investigadores al considerar que constituye una unidad funcional conformada por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los 19 partidos del Gran Buenos Aires, que ha sido afectada por la ocupación indiscriminada de tierras por una urbanización caótica basada en la lógica de la ganancia y por la falta de controles eficientes, y una inexistente elaboración de una matriz que tome en cuenta las diversas ecozonas del Área Metropolitana, cuyo objetivo sea garantizar las necesidades de la población limitando la puja de intereses privados y midiendo sus efectos nocivos.
En la investigación "El medio construido y las inundaciones en el conglomerado de Buenos Aires", Diana Durán y Gustavo Buzai expresan que "las condiciones de drenaje en relación con la expansión urbana, hicieron a la Ciudad altamente vulnerable al problema de las inundaciones" agregando que "las alteraciones debidas al proceso de urbanización produjeron una alta y significativa degradación ambiental."
En un artículo, Albini y Costa en 1988 elaboraron una evaluación económica y social que destacaba las condiciones desfavorables generadas por la localización de la Ciudad, respecto del escurrimiento superficial de las aguas hacia el Río de la Plata, que deberían haber sido objeto de mitigación a través de un adecuado sistema de drenaje. También contribuyó a aumentar la frecuencia y el nivel de las inundaciones, la pavimentación de las áreas de drenaje, que redujeron la infiltración y transformaron el escurrimiento, quedando la Ciudad convertida en una unidad impermeable.
Federovisky en 1985 expresó en otro trabajo "que la urbanización en las áreas tributarias de los arroyos capitalinos condujo a un incremento importante de los volúmenes a desaguar en momentos de lluvias importantes, para los cuales la infraestructura original no estaba preparada", destacando que la limpieza y el mantenimiento de 27 mil bocas de tormenta y ocho kilómetros de ductos fueron privatizados, pero el control del Estado respecto a la eficiencia de dichos servicios ha sido muy débil. En síntesis, en el valioso trabajo investigativo del profesor Héctor Sejanovich se destacan varias definiciones: "La infraestructura emplazada en Buenos Aires históricamente no tuvo en cuenta los aspectos contradictorios de producción-degradación, utilizando la zona costera con total amplitud sin considerar las características totalmente predecibles del comportamiento del río." Las ocupaciones de la llanura de inundación por una amplia infraestructura utilizando algunas de ellas los beneficios de residir cerca de las cuencas hídricas, no consideraron la ocupación temporal que la misma tiene de esa área. El reconocido sociólogo urbano Cristian Topalov en su libro La urbanización capitalista desarrolla con amplitud las consecuencias de la lógica de la ganancia en la utilización y extensión del negocio inmobiliario y las presiones y lobbys en la conformación del entramado urbano de las ciudades contemporáneas en favor de intereses privados.
Las preguntas de una precursora en las investigaciones de cuestiones urbanas Hilda Herzer en su libro Degradación y desastres urbanos de 1996, son emblemáticas y tienen una tremenda actualidad para que repensemos esa catástrofe llamada inundación: ¿Cómo se vinculan los desastres con la degradación ambiental urbana? ¿Qué actores sociales intervienen en los procesos de degradación y desastre? ¿Cómo se manifiestan las relaciones entre medio urbano y desastres en zonas centrales y periféricas de la ciudad?

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