Geografia
jueves, 17 de noviembre de 2011
Economía Social de Mercado
La Economía Social de Mercado (ESM) es un modelo de economía y sociedad "con la meta de crear una economía en base de competencia que combina la iniciativa libre con un progreso social asegurado por la potencia económica".1 Originariamente fue un eslogan de elecciones, pero fue iniciada por Ludwig Erhard, quien estaba presente durante los pre-trabajos teóricos, y tuvo mayor impacto en la política económica y social de la República joven. La expresión se basa en Alfred Müller-Armack, quien combinó en este modelo ejemplo elementos del neoliberalismo alemán (en especial el ordoliberalismo, liberalismo sociológico) y la visión social cristiana. Algunos autores lo llamaron “el tercer camino” entre capitalismo y socialismo, otros autores se distanciaron explícitamente del así llamado “tercer camino”. La expresión economía social de mercado se ha convertido en le expresión para la programación ecnómica de la República Federal de Alemania y de Austria,2 y se ha mostrado que es de multi entendimiento y larga duración.3 4 La expresión se hizo la idea directiva de la política gubernamental entre 1949 – 1966 y 1982 – 1998, aún sin un respaldo 100% en la definición del orden económico y político de los elementos claves de Erhard.5 La economía social de mercado fue nombrada como la programación económica para la política monetaria, económica, y social entre la República Federal de Alemania y la República Democrática Alemana en el contrato bilateral en 1990.
martes, 15 de noviembre de 2011
crisis del 2008
Por crisis económica de 2008 a 2011 se conoce a la crisis económica mundial que comenzó ese año, originada en los Estados Unidos. Entre los principales factores causantes de la crisis estarían los altos precios de las materias primas, la sobrevalorización del producto, una crisis alimentaria mundial y energética, una elevada inflación planetaria y la amenaza de una recesión en todo el mundo, así como una crisis crediticia, hipotecaria y de confianza en los mercados. La causa raíz de toda crisis según la Teoría austríaca del ciclo económico es una expansión artificial del crédito. En palabras de Jesús Huerta de Soto «esta crisis surge de la expansión crediticia ficticia orquestada por los bancos centrales, y que ha motivado que los empresarios invirtieran donde no debían».[1]
La crisis iniciada en el 2008 ha sido señalada por muchos especialistas internacionales como la «crisis de los países desarrollados», ya que sus consecuencias se observan fundamentalmente en los países más ricos del mundo.
Propuestas para solucionar la crisis
Expansión fiscal y regulación financiera
Para combatir la crisis global, EE.UU. propuso a que los países del G-20 iniciaran una nueva ronda de gastos, además de establecer una meta de crecimiento específica del 2%. Estas políticas fueron rechazadas. La cumbre de ministros de finanzas del G-20 acordaron ejercer políticas monetarias y de expansión fiscal hasta que el crecimiento aumente. También se acordaron propuestas para ayudar a los países en desarrollo a través de donaciones al FMI y mejorar la regulación financiera, incluyendo requerir el registro de los fondos de cobertura y sus gestores.[128]
Aumento de la natalidad
Para el economista italiano Gotti Tedeschi, el verdadero origen de la crisis es «la caída de la natalidad en los países occidentales». Así lo afirmana Ettore Gotti Tedeschi, conocido economista y presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR, conocido como el Banco Vaticano), en una entrevista al informativo semanal Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano.[129] La baja natalidad del pasado, de la que se deriva el rápido envejecimiento de la población en los países occidentales, es lo que aboca a los países occidentales a empobrecerse.[130]
Philip Longman, en este sentido, escribió en el trabajo The Empty Cradle: How Falling Birthrates Threaten World Prosperity and What To Do About It (2004) lo que sigue: «El declive global de las tasas de natalidad es la fuerza más poderosa que afecta a la sustentabilidad (de la economía) de las naciones y al futuro de la sociedad en el siglo XXI».
La crisis iniciada en el 2008 ha sido señalada por muchos especialistas internacionales como la «crisis de los países desarrollados», ya que sus consecuencias se observan fundamentalmente en los países más ricos del mundo.
Propuestas para solucionar la crisis
Expansión fiscal y regulación financiera
Para combatir la crisis global, EE.UU. propuso a que los países del G-20 iniciaran una nueva ronda de gastos, además de establecer una meta de crecimiento específica del 2%. Estas políticas fueron rechazadas. La cumbre de ministros de finanzas del G-20 acordaron ejercer políticas monetarias y de expansión fiscal hasta que el crecimiento aumente. También se acordaron propuestas para ayudar a los países en desarrollo a través de donaciones al FMI y mejorar la regulación financiera, incluyendo requerir el registro de los fondos de cobertura y sus gestores.[128]
Aumento de la natalidad
Para el economista italiano Gotti Tedeschi, el verdadero origen de la crisis es «la caída de la natalidad en los países occidentales». Así lo afirmana Ettore Gotti Tedeschi, conocido economista y presidente del Instituto para las Obras de Religión (IOR, conocido como el Banco Vaticano), en una entrevista al informativo semanal Octava Dies del Centro Televisivo Vaticano.[129] La baja natalidad del pasado, de la que se deriva el rápido envejecimiento de la población en los países occidentales, es lo que aboca a los países occidentales a empobrecerse.[130]
Philip Longman, en este sentido, escribió en el trabajo The Empty Cradle: How Falling Birthrates Threaten World Prosperity and What To Do About It (2004) lo que sigue: «El declive global de las tasas de natalidad es la fuerza más poderosa que afecta a la sustentabilidad (de la economía) de las naciones y al futuro de la sociedad en el siglo XXI».
martes, 1 de noviembre de 2011
Solo para 5° de SECUNDARIA
En relación al RELIEVE, se destaca al Oeste, la gran masa orográfica que forma parte del macizo andino y al Este la planicie pedemontana. El macizo montañoso en esta región presenta tres sistemas orográficos:
• Cordillera frontal: constituido por elevadas cumbres con nieves eternas. En su extremo norte se confunde la Puna con la precordillera ; en un ambiente que combina caracteres: altas mesetas, volcanes, cuencas salinas y lagunas salitrosas sin desagües, situadas a gran altura. Hacia el sur aparece un eje formado por cumbres que superan los 5000 metros. hacia el este de dicho eje, se desprenden elevados cordones separados por los valles de los ríos del sistema del desaguadero. Los pasos superan los 4000 metros (altura desfavorable para la circulación). Estas zonas han sido y son afectadas por movimientos sísmicos.
• Precordillera de La Rioja ,San Juan y Mendoza: formada por una serie de cordones paralelos de cumbres chatas y planas Su actual disposición y aspecto, se fue dando por diferentes procesos; como la poderosa erogenia terciaria, en donde el bloque precordillerano fue rejuvenecido por esa potente fuerza y elevado de nuevo. Finalmente, fueron los movimientos del cuartario los que terminaron de modelar la precordillera. También se produjeron fallas que continuaron activas, como lo demuestran los frecuentes movimientos sísmicos.
La importancia fundamental de la precordillera reside en el hecho de que, por su disposición norte sur, obliga a unirse, en su borde occidental a los numerosos cursos de agua que bajan de las cordillera frontal y principal, en tres grandes colectores: los ríos Jáchal, San Juan y Mendoza.
• Cordillera principal: Los macizos de mayor altura se encuentran aislados por los cerros Aconcagua. Hacia el sur se presentan una serie de cambios paulatinos, por lo que se la considera una zona de transición entre los andes áridos cuyanos y los andes húmedos patagónicos. Entre las modificaciones que se pueden mencionar, se destacan: disminución progresiva de la altura , de las cumbres y de los pasos, comienzo de un cima mas húmedo por lo que la flora es mas abundante, con mayor numero y extracción de perderás utilizadas para pastoreo estival; y disminución de la altura de las nieves permanentes.
En la cordillera principal, se encuentra el Aconcagua, el cerro más alto de todo el hemisferio occidental. En esta zona, existen varios pasos cordilleranos, entre los que se pueden mencionar: Paso de la Cumbre (conecta las redes viales de Argentina y Chile), Paso del Inca y Copahue. También se ven algunos volcanes inactivos como el Maipo, Overo,etc.
El piedemonte es una depresión rellenada por sedimentos aportados por los vientos y los ríos, esta una de las zonas más áridas del país, con precipitaciones escasas( no mas de 250 mm anuales). Existen algunos asentamientos humanos, dedicados a la cría de caprinos. En cambio, en las zonas en que se han realizado obras de riego, hay mayor densidad de población y se efectúa una agricultura intensiva e industrialización de las cosechas.
Con respecto a los BIOMAS… se observan diferencias según el sector:
* BIOMA DE SEMIDESIERTO en la Cordillera Frontal: con poca agua, factor determinante para la separación de los vegetales y la escasez de estos, además de restringir notablemente la cantidad y variedad de animales, así como la cantidad y variedad de plantas, que suelen ser arbustos xerófilos resistentes al agua, de pequeños tamaño y hojas carnosas ideales para conservarla en cantidades suficientes.
* BIOMA SEMIDESIERTO en la Cordillera Principal: fauna naturalmente escasa, que adapta diversas estrategias de supervivienciam entre ellas las mas comunes son los habitos cavicolas y nocturnos, pelajes espesos para preservarse de las bajas temperaturas nocturnas, reciclajes de orina o migraciones temporarias.
* PIEDEMONTE: las plantas no son abundantes en las zonas sin riego, en cambio son exuberantes en las zonas de riego, ya que el suelo es decididamente muy fértil; pero las pocas precipitaciones anuales no permiten mayor crecimiento que una estepa arbustiva, de setos bajos y resistentes a la falta de agua.
* BIOMA SEMIDESIERTO EN LA PRECORDILLERA: los vegetales son la base de la cadena alimenticia; su escasa oferta limita el numero de componentes de la fauna. Los herbívoros, consumidores de primera, insectos, aves y mamíferos como martinetas, maras, chinchillas, guanacos y vicuñas. Aves y mamíferos suelen alimentarse tanto de vegetales como de pequeños insectos, como el ñandú y la vicuña.
* Oasis, con riego, que permiten elevada densidad de población, ya que en ellos se efectúa una actividad agropecuaria intensiva con agroindustria. Se encuentran en el piedemonte o en los valles longitudinales que se interponen entre la cordillera y la precordillera. Los oasis de mayor superficie son recorridos por algunos de los grandes colectores que descienden de la Cordillera (ríos San Juan, Mendoza, Diamante y Atuel).
La principal actividad económica en los oasis en la agricultura y la agroindustria, basada en la vid, el olivo y los frutales (membrillo, manzanas, perales). Es muy importante la producción hortícola.
En los oasis de San Rafael, se cultiva maíz, alfalfa, vid, olivo, frutales (durazno o melocotón, pera, ciruela) y se cría ganado vacuno y lanar. Derivadas de esta producción hay industrias que elaboran frutos desecados, en conserva, dulces, licores y bodegas de vino de gran calidad. Hay yacimientos de petróleo y de uranio. El dique El Nihuil, con tres centrales hidroeléctricas y un dique intermediario, Valle Grande (sobre El Atuel), constituye un importante potencial hidroeléctrico junto con las centrales Agua del Toro y Los Reyunos .
Río Desaguadero
Nace en la ladera sur del cerro del Nacimiento del Bonete, esto es en el noroeste de la provincia de La Rioja casi en el confín de tal provincia con la de Catamarca hacia las coordenadas 27°47′18″S 68°36′17″O / -27.78833, -68.60472 y a unos 5.500 m de altitud, en la Cordillera Frontal que antecede a los Andes. En La Rioja su sección inicial recibe consecutivamente los nombres de Río de Oro, río Bonete y Jagüé aunque se le conoce principalmente con las designaciones río de Vinchina o Bermejo, siguiendo siempre una dirección sursureste recorre el este de la provincia de San Juan en donde recibe los aportes hídricos del río Jáchal y del río San Juan, al llegar a los actuales confines de las provincias de Mendoza, San Luis y San Juan ingresa en un área de hundimiento en donde sus aguas han formado el sistema de las lagunas de Guanacache (sistema palustre prácticamente desecado desde fines de s XIX). Tras superar las lagunas de Guanacache recibe el nombre Desaguadero por ser el desaguadero de las mismas. Forma entonces el límite entre las referidas provincias de Mendoza y San Luis hasta el paralelo 36ºS en donde ingresa en la provincia de La Pampa, en ésta y hacia los 36º16' S recibe -siempre por la margen occidental- las afluencias del río Atuel, los desbordes del Desaguadero y del Atuel forman el humedal llamado Bañados del Atuel. Al sur de tales bañados y hasta las lagunas Urre Lauquén y La Salada es llamado Chadileuvú o Chadileo palabras del idioma mapudungun que significan río salado nombre con el cual también se conoce a este río. Al superar la laguna Urre Lauquén recibe otro nombre: Curacó (agua de piedra), confluyendo con el río Colorado hacia los 38°50′07″S 64°58′47″O / -38.83528, -64.97972.
Recibe sus principales afluentes en su margen derecha siendo estos de norte a sur el Guandacol, el Jáchal, San Juan, Mendoza ( a través del citado río San Juan), Tunuyán, Diamante, y Atuel. Todos estos ríos se originan en los deshielos de la cordillera de los Andes. Por este motivo y por las escasas precipitaciones que ocurren en el extenso territorio que recorre, sus máximos caudales.
• Cordillera frontal: constituido por elevadas cumbres con nieves eternas. En su extremo norte se confunde la Puna con la precordillera ; en un ambiente que combina caracteres: altas mesetas, volcanes, cuencas salinas y lagunas salitrosas sin desagües, situadas a gran altura. Hacia el sur aparece un eje formado por cumbres que superan los 5000 metros. hacia el este de dicho eje, se desprenden elevados cordones separados por los valles de los ríos del sistema del desaguadero. Los pasos superan los 4000 metros (altura desfavorable para la circulación). Estas zonas han sido y son afectadas por movimientos sísmicos.
• Precordillera de La Rioja ,San Juan y Mendoza: formada por una serie de cordones paralelos de cumbres chatas y planas Su actual disposición y aspecto, se fue dando por diferentes procesos; como la poderosa erogenia terciaria, en donde el bloque precordillerano fue rejuvenecido por esa potente fuerza y elevado de nuevo. Finalmente, fueron los movimientos del cuartario los que terminaron de modelar la precordillera. También se produjeron fallas que continuaron activas, como lo demuestran los frecuentes movimientos sísmicos.
La importancia fundamental de la precordillera reside en el hecho de que, por su disposición norte sur, obliga a unirse, en su borde occidental a los numerosos cursos de agua que bajan de las cordillera frontal y principal, en tres grandes colectores: los ríos Jáchal, San Juan y Mendoza.
• Cordillera principal: Los macizos de mayor altura se encuentran aislados por los cerros Aconcagua. Hacia el sur se presentan una serie de cambios paulatinos, por lo que se la considera una zona de transición entre los andes áridos cuyanos y los andes húmedos patagónicos. Entre las modificaciones que se pueden mencionar, se destacan: disminución progresiva de la altura , de las cumbres y de los pasos, comienzo de un cima mas húmedo por lo que la flora es mas abundante, con mayor numero y extracción de perderás utilizadas para pastoreo estival; y disminución de la altura de las nieves permanentes.
En la cordillera principal, se encuentra el Aconcagua, el cerro más alto de todo el hemisferio occidental. En esta zona, existen varios pasos cordilleranos, entre los que se pueden mencionar: Paso de la Cumbre (conecta las redes viales de Argentina y Chile), Paso del Inca y Copahue. También se ven algunos volcanes inactivos como el Maipo, Overo,etc.
El piedemonte es una depresión rellenada por sedimentos aportados por los vientos y los ríos, esta una de las zonas más áridas del país, con precipitaciones escasas( no mas de 250 mm anuales). Existen algunos asentamientos humanos, dedicados a la cría de caprinos. En cambio, en las zonas en que se han realizado obras de riego, hay mayor densidad de población y se efectúa una agricultura intensiva e industrialización de las cosechas.
Con respecto a los BIOMAS… se observan diferencias según el sector:
* BIOMA DE SEMIDESIERTO en la Cordillera Frontal: con poca agua, factor determinante para la separación de los vegetales y la escasez de estos, además de restringir notablemente la cantidad y variedad de animales, así como la cantidad y variedad de plantas, que suelen ser arbustos xerófilos resistentes al agua, de pequeños tamaño y hojas carnosas ideales para conservarla en cantidades suficientes.
* BIOMA SEMIDESIERTO en la Cordillera Principal: fauna naturalmente escasa, que adapta diversas estrategias de supervivienciam entre ellas las mas comunes son los habitos cavicolas y nocturnos, pelajes espesos para preservarse de las bajas temperaturas nocturnas, reciclajes de orina o migraciones temporarias.
* PIEDEMONTE: las plantas no son abundantes en las zonas sin riego, en cambio son exuberantes en las zonas de riego, ya que el suelo es decididamente muy fértil; pero las pocas precipitaciones anuales no permiten mayor crecimiento que una estepa arbustiva, de setos bajos y resistentes a la falta de agua.
* BIOMA SEMIDESIERTO EN LA PRECORDILLERA: los vegetales son la base de la cadena alimenticia; su escasa oferta limita el numero de componentes de la fauna. Los herbívoros, consumidores de primera, insectos, aves y mamíferos como martinetas, maras, chinchillas, guanacos y vicuñas. Aves y mamíferos suelen alimentarse tanto de vegetales como de pequeños insectos, como el ñandú y la vicuña.
* Oasis, con riego, que permiten elevada densidad de población, ya que en ellos se efectúa una actividad agropecuaria intensiva con agroindustria. Se encuentran en el piedemonte o en los valles longitudinales que se interponen entre la cordillera y la precordillera. Los oasis de mayor superficie son recorridos por algunos de los grandes colectores que descienden de la Cordillera (ríos San Juan, Mendoza, Diamante y Atuel).
La principal actividad económica en los oasis en la agricultura y la agroindustria, basada en la vid, el olivo y los frutales (membrillo, manzanas, perales). Es muy importante la producción hortícola.
En los oasis de San Rafael, se cultiva maíz, alfalfa, vid, olivo, frutales (durazno o melocotón, pera, ciruela) y se cría ganado vacuno y lanar. Derivadas de esta producción hay industrias que elaboran frutos desecados, en conserva, dulces, licores y bodegas de vino de gran calidad. Hay yacimientos de petróleo y de uranio. El dique El Nihuil, con tres centrales hidroeléctricas y un dique intermediario, Valle Grande (sobre El Atuel), constituye un importante potencial hidroeléctrico junto con las centrales Agua del Toro y Los Reyunos .
Río Desaguadero
Nace en la ladera sur del cerro del Nacimiento del Bonete, esto es en el noroeste de la provincia de La Rioja casi en el confín de tal provincia con la de Catamarca hacia las coordenadas 27°47′18″S 68°36′17″O / -27.78833, -68.60472 y a unos 5.500 m de altitud, en la Cordillera Frontal que antecede a los Andes. En La Rioja su sección inicial recibe consecutivamente los nombres de Río de Oro, río Bonete y Jagüé aunque se le conoce principalmente con las designaciones río de Vinchina o Bermejo, siguiendo siempre una dirección sursureste recorre el este de la provincia de San Juan en donde recibe los aportes hídricos del río Jáchal y del río San Juan, al llegar a los actuales confines de las provincias de Mendoza, San Luis y San Juan ingresa en un área de hundimiento en donde sus aguas han formado el sistema de las lagunas de Guanacache (sistema palustre prácticamente desecado desde fines de s XIX). Tras superar las lagunas de Guanacache recibe el nombre Desaguadero por ser el desaguadero de las mismas. Forma entonces el límite entre las referidas provincias de Mendoza y San Luis hasta el paralelo 36ºS en donde ingresa en la provincia de La Pampa, en ésta y hacia los 36º16' S recibe -siempre por la margen occidental- las afluencias del río Atuel, los desbordes del Desaguadero y del Atuel forman el humedal llamado Bañados del Atuel. Al sur de tales bañados y hasta las lagunas Urre Lauquén y La Salada es llamado Chadileuvú o Chadileo palabras del idioma mapudungun que significan río salado nombre con el cual también se conoce a este río. Al superar la laguna Urre Lauquén recibe otro nombre: Curacó (agua de piedra), confluyendo con el río Colorado hacia los 38°50′07″S 64°58′47″O / -38.83528, -64.97972.
Recibe sus principales afluentes en su margen derecha siendo estos de norte a sur el Guandacol, el Jáchal, San Juan, Mendoza ( a través del citado río San Juan), Tunuyán, Diamante, y Atuel. Todos estos ríos se originan en los deshielos de la cordillera de los Andes. Por este motivo y por las escasas precipitaciones que ocurren en el extenso territorio que recorre, sus máximos caudales.
desarrollo y subdesarrollo-
El término subdesarrollo es controvertido. La Real Academia Española lo define como el atraso de un país o región, que no habría alcanzado determinados niveles (socioeconómicos, culturales).[1] Respecto al primer término, el consenso entre expertos y no expertos suele ser unánime, las discrepancias surgen cuando tratan de definirse los «determinados» niveles.
Una segunda aproximación podría ser: una de las etapas por las que atraviesan los países y las sociedades en su progreso, especialmente progreso en Estado del Bienestar y capacidad económica. Sin embargo esta idea de ser una “etapa” dentro de un proceso más largo cuenta con muchos detractores, quienes opinan que el subdesarrollo puede llegar a no superarse nunca por múltiples factores.
El subdesarrollo también está muy relacionado con la pobreza, llegándose a incluir como países subdesarrollados a aquellos donde un tanto por ciento determinado de su población vive bajo el nivel de la pobreza. Esta definición choca con el problema de medición por un lado (¿Cómo se calcula la riqueza de un pueblo? ¿A partir de dónde una persona está bajo el nivel de la pobreza?) y por el otro la duda de si el subdesarrollo es sólo una cuestión económica, razón por la cual los índices de desarrollo han ido cambiándose y ampliándose con el tiempo, como se verá más adelante.
La palabra subdesarrollo suele emplearse con mucha frecuencia a los países del Tercer Mundo, hasta el punto de convertirse casi en un sinónimo (los países subdesarrollados son los países del Tercer Mundo, y viceversa). Una de las pocas diferencias entre los dos es que el primero no suelen emplearlo las personas que teóricamente pertenece a él por ser, cada vez más, un término peyorativo; mientras que el segundo es más aceptado, pese a contar con múltiples detractores.
Generalmente la expresión hace referencia a países aunque también puede utilizarse para designar a determinadas zonas o regiones e, incluso, a formas de pensar o subsistir (“mentalidad subdesarrollada” por aquella que espera resolver sus problemas con ayuda exterior).
Lo que sí está logrando cierto consenso en los últimos años es en afirmar que el desarrollo no va unido ni desunido a la felicidad.[2] Es decir, lograr mejor alimentación, viviendas sólidas, alfabetización, empleo digno... no tiene porque hacer a la gente más infeliz o menos.
El subdesarrollo es una estructura socioeconómica en la que predominan la agricultura, la ganadería, la pesca y la exportación de materias primas. Donde la pobreza de sus habitantes es generalizada; aunque paradójicamente ésta es una pregunta que no tiene una respuesta clara, pues tampoco se sabe con claridad la respuesta a “¿Qué es el desarrollo?”
Una primera aproximación era considerar países subdesarrollados a los del Tercer Mundo, es decir, las naciones occidentales del norte constituirían el Primer Mundo, las naciones del antiguo Bloque del Este el Segundo Mundo y el resto sería el Tercer Mundo, una clara analogía con los tres estados de la Revolución Francesa. Esta definición no deja de ser discutida pues estaría el caso de Albania (país dentro de la esfera socialista y por lo tanto perteneciente al Segundo mundo) que claramente era una nación subdesarrollada
Principales características de los países subdesarrolladosElevado índice de desempleo.
Elevado índice de corrupción.
Desigualdades económicas abismales entre sus habitantes.
Sus gobiernos aportan poco o nulo presupuesto a la ciencia y tecnología.
Baja renta per cápita.
Agotamiento de los suelos por la práctica del monocultivo.
La mayoría de estos países tiene una elevada deuda externa.
Su desarrollo tecnológico depende de otros países.
Política anti-natalista a causa de el crecimiento vegetativo es alto.
Dependencia cultural, tecnológica, económica, comercial, antiguas metrópolis.
Alta tasa de mortalidad infantil.
Gran crecimiento urbano.
Dictadores que monopolizan el poder.
Piratería Masiva.
El significado de país desarrollado hace referencia general a un país que posee un alto nivel de vida y un muy alto desarrollo humano, el indicador más usado para considerar a un país como desarrollado.[2] Dicho índice tiene en cuenta la distribución de la riqueza, la esperanza de vida, seguridad, educación, derechos humanos, sanidad, etc.
No existe un consenso absoluto sobre todos los criterios usados para tales calificativos, el criterio más fiable y aceptado es extraído de los indicadores sociales sobre la calidad de vida. Si bien es cierto que los países más industrializados que han logrado avanzada tecnología e innovación alcanzan elevado desarrollo humano como consecuencia. También es cierto que hay muchos países que por cuestiones diversas lograron alto desarrollo humano, pero con mediano o bajo nivel tecnológico e industrial
"Un país desarrollado es el que provee a sus habitantes una vida libre y saludable en un ambiente seguro."[3] Según el Informe de Desarrollo Humano 2010, se consideran países desarrollados, todos aquellos que entran en el primer cuartil de la clasificación denominado; Desarrollo Humano Muy Alto.[4]
Una segunda aproximación podría ser: una de las etapas por las que atraviesan los países y las sociedades en su progreso, especialmente progreso en Estado del Bienestar y capacidad económica. Sin embargo esta idea de ser una “etapa” dentro de un proceso más largo cuenta con muchos detractores, quienes opinan que el subdesarrollo puede llegar a no superarse nunca por múltiples factores.
El subdesarrollo también está muy relacionado con la pobreza, llegándose a incluir como países subdesarrollados a aquellos donde un tanto por ciento determinado de su población vive bajo el nivel de la pobreza. Esta definición choca con el problema de medición por un lado (¿Cómo se calcula la riqueza de un pueblo? ¿A partir de dónde una persona está bajo el nivel de la pobreza?) y por el otro la duda de si el subdesarrollo es sólo una cuestión económica, razón por la cual los índices de desarrollo han ido cambiándose y ampliándose con el tiempo, como se verá más adelante.
La palabra subdesarrollo suele emplearse con mucha frecuencia a los países del Tercer Mundo, hasta el punto de convertirse casi en un sinónimo (los países subdesarrollados son los países del Tercer Mundo, y viceversa). Una de las pocas diferencias entre los dos es que el primero no suelen emplearlo las personas que teóricamente pertenece a él por ser, cada vez más, un término peyorativo; mientras que el segundo es más aceptado, pese a contar con múltiples detractores.
Generalmente la expresión hace referencia a países aunque también puede utilizarse para designar a determinadas zonas o regiones e, incluso, a formas de pensar o subsistir (“mentalidad subdesarrollada” por aquella que espera resolver sus problemas con ayuda exterior).
Lo que sí está logrando cierto consenso en los últimos años es en afirmar que el desarrollo no va unido ni desunido a la felicidad.[2] Es decir, lograr mejor alimentación, viviendas sólidas, alfabetización, empleo digno... no tiene porque hacer a la gente más infeliz o menos.
El subdesarrollo es una estructura socioeconómica en la que predominan la agricultura, la ganadería, la pesca y la exportación de materias primas. Donde la pobreza de sus habitantes es generalizada; aunque paradójicamente ésta es una pregunta que no tiene una respuesta clara, pues tampoco se sabe con claridad la respuesta a “¿Qué es el desarrollo?”
Una primera aproximación era considerar países subdesarrollados a los del Tercer Mundo, es decir, las naciones occidentales del norte constituirían el Primer Mundo, las naciones del antiguo Bloque del Este el Segundo Mundo y el resto sería el Tercer Mundo, una clara analogía con los tres estados de la Revolución Francesa. Esta definición no deja de ser discutida pues estaría el caso de Albania (país dentro de la esfera socialista y por lo tanto perteneciente al Segundo mundo) que claramente era una nación subdesarrollada
Principales características de los países subdesarrolladosElevado índice de desempleo.
Elevado índice de corrupción.
Desigualdades económicas abismales entre sus habitantes.
Sus gobiernos aportan poco o nulo presupuesto a la ciencia y tecnología.
Baja renta per cápita.
Agotamiento de los suelos por la práctica del monocultivo.
La mayoría de estos países tiene una elevada deuda externa.
Su desarrollo tecnológico depende de otros países.
Política anti-natalista a causa de el crecimiento vegetativo es alto.
Dependencia cultural, tecnológica, económica, comercial, antiguas metrópolis.
Alta tasa de mortalidad infantil.
Gran crecimiento urbano.
Dictadores que monopolizan el poder.
Piratería Masiva.
El significado de país desarrollado hace referencia general a un país que posee un alto nivel de vida y un muy alto desarrollo humano, el indicador más usado para considerar a un país como desarrollado.[2] Dicho índice tiene en cuenta la distribución de la riqueza, la esperanza de vida, seguridad, educación, derechos humanos, sanidad, etc.
No existe un consenso absoluto sobre todos los criterios usados para tales calificativos, el criterio más fiable y aceptado es extraído de los indicadores sociales sobre la calidad de vida. Si bien es cierto que los países más industrializados que han logrado avanzada tecnología e innovación alcanzan elevado desarrollo humano como consecuencia. También es cierto que hay muchos países que por cuestiones diversas lograron alto desarrollo humano, pero con mediano o bajo nivel tecnológico e industrial
"Un país desarrollado es el que provee a sus habitantes una vida libre y saludable en un ambiente seguro."[3] Según el Informe de Desarrollo Humano 2010, se consideran países desarrollados, todos aquellos que entran en el primer cuartil de la clasificación denominado; Desarrollo Humano Muy Alto.[4]
jueves, 27 de octubre de 2011
Globalización
La globalización es un proceso económico, tecnológico, social y cultural a gran escala, que consiste en la creciente comunicación e interdependencia entre los distintos países del mundo unificando sus mercados, sociedades y culturas, a través de una serie de transformaciones sociales, económicas y políticas que les dan un carácter global. La globalización es a menudo identificada como un proceso dinámico producido principalmente por las sociedades que viven bajo el capitalismo democrático o la democracia liberal y que han abierto sus puertas a la revolución informática, plegando a un nivel considerable de liberalización y democratización en su cultura política, en su ordenamiento jurídico y económico nacional, y en sus relaciones internacionales.
miércoles, 26 de octubre de 2011
Los no Lugares.
Marc Augé antropólogo francés nacido en Poitiers en el año 1935, especializado en la disciplina de etnología.
En su obra destaca una valiente aproximación al concepto de la "sobremodernidad" construido a partir de una reflexión sobre la identidad del individuo en función de su relación con los lugares cotidianos y la presencia de la tecnología.
El "no lugar"
Marc Augé acuñó el concepto "no-lugar" para referirse a los lugares de transitoriedad que no tienen suficiente importancia para ser considerados como "lugares". Ejemplos de un no-lugar serían una autopista, una habitación de hotel, un aeropuerto o un supermercado.
El no lugar se ha convertido en el terreno más transitado del arte contemporáneo. Desde que Marc Augé teorizara a principios de los noventa sobre los Espacios del anonimato de la ciudad, lo urbano es uno de los temas más recurrentes del arte reciente.
El éxito internacional del pensamiento francés en la definición y desarrollo de la posmodernidad desde comienzos de los ochenta, iba a resultar ser una manzana envenenada. En este contexto, la figura de Marc Augé y su influencia en las prácticas artísticas es a la vez ejemplar y problemática. Profesor de antropología y etnología de la École des Hautes Études en Sciences Sociales e investigador del Centre Nationale de Recherche Sociale, sitúa su reflexión en dos estratos superpuestos. Por un lado, relee críticamente la tradición antropológica francesa y, por otro, propone interpretar la realidad actual a partir de esa misma tradición, una vez que ha sido ajustada a la lógica “otra” de la coyuntura contemporánea que él denomina “sobremodernidad”. Su obra más conocida y más frecuentemente citada: Los no lugares. Espacios del anonimato, tiene como subtítulo precisamente Una antropología de la sobremodernidad. Esta sobremodernidad, como su nombre indica, no sería otra cosa sino una modernidad en exceso, desbordada y salida de su propio eje, una vez llevadas sus lógicas expansivas al extremo. El “no lugar”, clave del texto, se identifica con el espacio de tránsito, de flujo, dominante en las sociedades “sobremodernas”, que desplaza la hegemonía del “lugar antropológico”, fijo y estable, sede de la identidad y la subjetividad tradicional moderna. Siguiendo a su admirado Michael De Certeau, para Augé la antropología es una heterología, un saber de sí mismo -el hombre y sus modos de vida social- en términos de alteridad y extrañeza; un saber refinado durante décadas de análisis de tribus exóticas en el contexto colonial. El exceso y dislocación de la sobremodernidad es lo que habilita a la antropología como herramienta hermenéutica privilegiada, por delante del estudio sociológico convencional, ciego a la diferencia y condenado a cuantificar siempre “lo mismo”. Es más, Augé identifica una “inquietud antropológica” de base en el sujeto de la sobremodernidad, quien está obligado a resituarse ante un mundo siempre extraño y siempre en exceso.
La premisa de Augé de considerar lo social como un territorio de relaciones espaciales acerca su análisis a la teoría de la arquitectura y la ciudad, cuyo objeto se funde con el de la antropología y que, sin duda, ha afectado intensamente al discurso “más débil” de la práctica artística. El arquitecto y por extensión, el teórico de la ciudad ha adoptado la voz más audible de la última década, absorbiendo otros modos de análisis como son, por ejemplo, los de la antropología o la crítica cultural. Ello tiene que ver con la importancia demográfica, económica y cultural de la ciudad-megalópolis de las nuevas potencias en desarrollo -China, Brasil, India o México- y su papel en la generación de relaciones e identidad de la nueva sociedad global. Un caso de sobra conocido es el del arquitecto holandés Rem Koolhaas, instalado en su cátedra de Harward. Sus textos La ciudad genérica (2006) y Espacio basura (2006) se solapan en objeto de análisis con la sobremodernidad descrita por Marc Augé, aunque el arquitecto demuestre una fascinación por su inconmensurabilidad y una falta de confianza en la objetividad de las leyes que relacionan los espacios que le diferencian del francés.
En su obra destaca una valiente aproximación al concepto de la "sobremodernidad" construido a partir de una reflexión sobre la identidad del individuo en función de su relación con los lugares cotidianos y la presencia de la tecnología.
El "no lugar"
Marc Augé acuñó el concepto "no-lugar" para referirse a los lugares de transitoriedad que no tienen suficiente importancia para ser considerados como "lugares". Ejemplos de un no-lugar serían una autopista, una habitación de hotel, un aeropuerto o un supermercado.
El no lugar se ha convertido en el terreno más transitado del arte contemporáneo. Desde que Marc Augé teorizara a principios de los noventa sobre los Espacios del anonimato de la ciudad, lo urbano es uno de los temas más recurrentes del arte reciente.
El éxito internacional del pensamiento francés en la definición y desarrollo de la posmodernidad desde comienzos de los ochenta, iba a resultar ser una manzana envenenada. En este contexto, la figura de Marc Augé y su influencia en las prácticas artísticas es a la vez ejemplar y problemática. Profesor de antropología y etnología de la École des Hautes Études en Sciences Sociales e investigador del Centre Nationale de Recherche Sociale, sitúa su reflexión en dos estratos superpuestos. Por un lado, relee críticamente la tradición antropológica francesa y, por otro, propone interpretar la realidad actual a partir de esa misma tradición, una vez que ha sido ajustada a la lógica “otra” de la coyuntura contemporánea que él denomina “sobremodernidad”. Su obra más conocida y más frecuentemente citada: Los no lugares. Espacios del anonimato, tiene como subtítulo precisamente Una antropología de la sobremodernidad. Esta sobremodernidad, como su nombre indica, no sería otra cosa sino una modernidad en exceso, desbordada y salida de su propio eje, una vez llevadas sus lógicas expansivas al extremo. El “no lugar”, clave del texto, se identifica con el espacio de tránsito, de flujo, dominante en las sociedades “sobremodernas”, que desplaza la hegemonía del “lugar antropológico”, fijo y estable, sede de la identidad y la subjetividad tradicional moderna. Siguiendo a su admirado Michael De Certeau, para Augé la antropología es una heterología, un saber de sí mismo -el hombre y sus modos de vida social- en términos de alteridad y extrañeza; un saber refinado durante décadas de análisis de tribus exóticas en el contexto colonial. El exceso y dislocación de la sobremodernidad es lo que habilita a la antropología como herramienta hermenéutica privilegiada, por delante del estudio sociológico convencional, ciego a la diferencia y condenado a cuantificar siempre “lo mismo”. Es más, Augé identifica una “inquietud antropológica” de base en el sujeto de la sobremodernidad, quien está obligado a resituarse ante un mundo siempre extraño y siempre en exceso.
La premisa de Augé de considerar lo social como un territorio de relaciones espaciales acerca su análisis a la teoría de la arquitectura y la ciudad, cuyo objeto se funde con el de la antropología y que, sin duda, ha afectado intensamente al discurso “más débil” de la práctica artística. El arquitecto y por extensión, el teórico de la ciudad ha adoptado la voz más audible de la última década, absorbiendo otros modos de análisis como son, por ejemplo, los de la antropología o la crítica cultural. Ello tiene que ver con la importancia demográfica, económica y cultural de la ciudad-megalópolis de las nuevas potencias en desarrollo -China, Brasil, India o México- y su papel en la generación de relaciones e identidad de la nueva sociedad global. Un caso de sobra conocido es el del arquitecto holandés Rem Koolhaas, instalado en su cátedra de Harward. Sus textos La ciudad genérica (2006) y Espacio basura (2006) se solapan en objeto de análisis con la sobremodernidad descrita por Marc Augé, aunque el arquitecto demuestre una fascinación por su inconmensurabilidad y una falta de confianza en la objetividad de las leyes que relacionan los espacios que le diferencian del francés.
BRIC
En economía internacional,1 se emplea la sigla BRIC para referirse conjuntamente a Brasil, Rusia, India y China, que tienen en común una gran población (Rusia y Brasil por encima de los ciento cuarenta millones, China e India por encima de los mil cien millones), un enorme territorio (casi 38.5 millones km²), lo que les proporciona dimensiones estratégicas continentales y una gigantesca cantidad de recursos naturales, y lo más importante, las cifras que han presentado de crecimiento de su PIB y de participación en el comercio mundial han sido enormes en los últimos años, lo que los hace atractivos como destino de inversiones.2
México y Corea del Sur son los únicos países comparables a los BRIC, pero sus economías se excluyeron debido a que ya son miembros de la OCDE.
La tesis BRIC
Goldman Sachs argumenta que el potencial económico del Brasil, de Rusia, de la India, y de China es tal que pueden convertirse en las cuatro economías dominantes hacia el año 2050. La tesis fue propuesta por Jim O'Neill, economista global en Goldman Sachs. Estos países se estima que tendrán más del 40% de la población mundial y tendrán un PIB combinado de 134.951 billones de dólares. En casi cada escala, serían las entidades más grandes en la escena global. Sin embargo, es importante observar que no es el intento de Goldman Sachs el de argumentar que estos cuatro países forman una alianza política, tal como la Unión Europea, o cualquier asociación que negocia formalmente, como la Asociación de Naciones del Sureste Asiático (ASEAN). Sin embargo, han tomado medidas para aumentar su cooperación política, principalmente, pues una manera de influenciar los Estados Unidos coloca en acuerdos del comercio mayor, o, con la amenaza implícita de la cooperación política, como manera de extraer concesiones políticas de los países desarrollados, tales como la cooperación nuclear propuesta con la India y Brasil.
Después de la crisis del 2008
De acuerdo a la publicación de Goldman Sachs las economías BRIC y N-11, en conjunto, parecen estar surgiendo de la crisis de crédito global mejor que las principales economías.
En la actualidad alrededor de ocho años desde que se introdujo por primera vez el acrónimo BRIC, y seis años desde que se había estimado que mundo podría ser en 2050, como el resto del mundo, los BRIC se han enfrentado a una severa crisis en los últimos dos años. Aunque Rusia ha luchado a través de la crisis, vemos pocas razones por las que no debe seguir considerado como un BRIC, pero aun se cree que Rusia podría ser más grande que Japón. Los otros tres Brasil, China e India tienen cada uno esta manejado mejor la crisis.
jueves, 20 de octubre de 2011
La geopolítica de las emociones
Dominique Moïsi, reconocido analista francés en el campo de las relaciones internacionales y fundador del IFRI, uno de los más conocidos think tanks franceses, presenta en su último libro La Géopolitique de l’émotion (1) la originalidad de trazar en el actual escenario de la globalización un mapa de las emociones. La esperanza es para los países de Asia, en especial China y la India; la humillación caracteriza al mundo árabe y musulmán; y el miedo invadiría a Europa y EE.UU. Otras zonas como Rusia, África subsahariana y América Latina no estarían asociadas a este mapa, sino que participarían al mismo tiempo de las tres referidas emociones.
El libro de Moïsi no ha sido bien recibido en algunos ámbitos académicos porque va directamente contra los métodos analíticos cuantificables que predominan en el ámbito de las relaciones internacionales. Otro tanto ha sucedido con algunos think tanks. Quienes trabajan con datos concretos para realizar sus prospectivas, consideran que analizar la importancia de las emociones equivale a hacer una especie de ensayo literario basado en apreciaciones subjetivas.
En Asia mucha gente tiene ganas de vivir y gastar como los occidentales, aunque sin necesidad de darse sus formas de gobierno
En cambio, el autor es consciente de que los comportamientos humanos no pueden ser reducidos a esquemas racionales. Los comportamientos emotivos pueden pesar más a la hora de actuar, mucho más incluso que las ideologías, que tuvieron un papel destacado en el período de la guerra fría. Hoy todo es búsqueda de la identidad, con lo que los nacionalismos etnicistas se multiplican a escala universal. Estamos ante el “despertar global”, al que se refería el politólogo y actual asesor de Obama, Zbigniew Brzezinski, y que lo mismo se encuentra en potencias emergentes que en movimientos secesionistas.
Emociones e intereses particulares
Sin embargo, Moïsi no profundiza demasiado en uno de los efectos más preocupantes de este despertar de los nacionalismos, y es que los valores universales de la libertad y la democracia, característicos del mundo occidental, están dejando de ser atractivos para otros pueblos, que prefieren apegarse a los paradigmas de soberanía e independencia nacionales. Se puede concluir que resultaría una tarea poco fructífera organizar una Liga de las Democracias, tal y como propusiera el senador McCain en su campaña para la presidencia, pues al final las respectivas emociones, que no pueden disociarse de los intereses particulares, primarían sobre las expectativas de modelos de comportamiento basados en valores comunes.
Japón, China o Corea no se apegaron a un pasado glorioso e idealizado, como ha hecho el mundo islámico
No lo subraya tampoco el autor, aunque es bastante probable la existencia de un vínculo entre el ascenso de las emociones y el creciente reinado absoluto de la opinión pública a escala global, muy relacionada con el poder de los medios de comunicación. Es un hecho que las dos guerras mundiales y la guerra fría fueron enfocadas como una unión de las democracias frente a los autoritarismos. Ahora sigue habiendo autoritarismos, mas es dudoso que las democracias aúnen sus esfuerzos, bajo nuevas o viejas estructuras, para enfrentarse con ellos abiertamente. Sus opiniones públicas no desean verse envueltas en conflictos, y en muchos casos no están convencidas de la superioridad moral de sus valores frente a los de las tiranías.
Asia y la cultura de la esperanza
La era de la globalización ha puesto de manifiesto que la modernidad no es sinónimo de occidentalización. Dicho de otro modo, se puede compartir la técnica pero no los valores. El capitalismo y la tecnología occidental triunfan en Asia, particularmente en China, pero no así el sistema político democrático. Moïsi, que gusta de los paralelos históricos, no comparte los temores de quienes ven en la China actual un trasunto de la Alemania del Kaiser. Hoy por hoy, no sería una potencia militarista como aquélla, sino algo más parecido a la Francia de Luis Felipe de Orleans, y podríamos añadir que a la de Napoleón III, en las que se asistió a un ascenso de la burguesía, que parecía entregada a la consigna de enriquecerse, lema común al ministro François Guizot y a Deng Xiaoping.
¿Y qué decir de la India? Es una potencia democrática, ajena al autoritarismo chino, pero al mismo tiempo se está alejando del cliché de “espiritualismo”, forjado en el recuerdo de Gandhi. Según el autor, la India no está llamada a ser una superpotencia moral, algo que sí parece pretender la Europa posmoderna, y está más próxima al modelo representado por EE.UU. Se entiende así el interés de la Administración Bush por forjar una alianza con el segundo gigante asiático, aunque el pragmatismo de Obama da mayor prioridad a los vínculos con China.
En Asia, la esperanza nace de las posibilidades de emancipación económica y social, que se multiplican en el Extremo Oriente y el Sureste asiático. Mucha gente tiene ganas ahora de vivir y gastar como los occidentales, aunque sin necesidad de darse sus formas de gobierno. El resultado de esta mentalidad es un despotismo ilustrado, que tendría su expresión más lograda en la ciudad-Estado de Singapur, paradigma en el que se han mirado los gobernantes chinos desde Deng Xiaoping.
El mundo islámico y la humillación
En su repaso a la historia, Moïsi nos recuerda que Japón, China o Corea conocieron un pasado de humillaciones infligidas por potencias extranjeras, pero consiguieron sobreponerse y hoy son competidores de las potencias occidentales. No se apegaron a un pasado glorioso e idealizado. Pero no se puede decir lo mismo del mundo islámico, que recuerda sus grandes logros científicos y culturales en la época medieval. Luego vendría la decadencia, sobre todo la del Imperio otomano, que fue perdiendo empuje ante los avances políticos y militares de las potencias europeas. En aras de la modernización, hubo quienes incluso apelaron a un nacionalismo de tipo occidental para construir el panarabismo, que tuvo su época de esplendor hace más de medio siglo con el Egipto socialista de Nasser y sus seguidores en otros países árabes.
Mas en estos momentos lo árabe ha sido prácticamente barrido por el sentimiento de identidad musulmana, capaz de superar, al menos en apariencia, las rivalidades y distancias entre suníes y chiíes, y de establecer nexos entre el Asia central, el sureste asiático y el África subsahariana. El islamismo pide paso en todas partes, como en el otro tiempo influyente Egipto. Allí se plantea abiertamente a la población el siguiente dilema: tras los períodos de fracasos de la monarquía, Nasser, Sadat y Mubarak, ¿no ha llegado el momento de que gobiernen los Hermanos Musulmanes?
En esta apoteosis de la identidad islamista, Israel es percibido, más que nunca, como un factor desestabilizador introducido por los occidentales en tierras del islam. A este respecto, podemos añadir que esto complica todavía más las negociaciones entre los israelíes y la Autoridad Palestina. Si se alcanzara un hipotético acuerdo para la existencia de dos Estados, serviría para desautorizar el discurso identitario islamista, predicado por Hamás, Hezbolá e Irán, pues la intransigencia hacia Israel, más allá de los motivos para su justificación, es parte esencial de su credo político.
Moïsi hace además un certero diagnóstico del terrorismo suicida, propio de la cultura de la humillación. La sangre viene a ser un consuelo ante la ausencia de victoria, pero, a diferencia de otros terrorismos nacionalistas o independentistas, la muerte no es un medio sino un fin en sí mismo que sirve para paliar las humillaciones. Sin embargo, difícilmente se entiende por qué la gran mayoría de las víctimas son musulmanas. Sólo se explica porque sus autores tengan una perspectiva limitada y purista de su religión.
Por último, el autor se plantea si las pequeñas monarquías petroleras del Golfo representan un modelo para el mundo musulmán, aunque se diría que su prosperidad material las sitúa más allá de sus coordenadas geográficas, pues parece que estuvieran situadas en el Asia del Pacífico, y no en Oriente Medio. Con todo, presentan muestras de fragilidad, como sus carencias demográficas y la perspectiva de que el petróleo no durará indefinidamente.
Europa, EE.UU. y la cultura del miedo
El miedo puede ser un acicate para activar el instinto de supervivencia, también en la política internacional. Un ejemplo bien conocido es que el temor a una nueva guerra sirvió de acicate para iniciar el proceso de integración europea hace seis décadas. El resultado ha sido que Europa se convirtió en la región más pacífica y próspera del planeta. Pero no es menos cierto, tal y como aseguró el desaparecido historiador y político polaco Bronislaw Geremek, que Europa se ha transformado en un espacio económico, sin corazón ni dimensión espiritual. Además, desde hace tiempo está cuestionando su propia identidad.
Moïsi ilustra este hecho asemejando Europa a una gran Suiza, un término que, por cierto, empleó Churchill en su célebre discurso europeísta de Zúrich en 1946. Podríamos concluir que una “gran Suiza”, autosatisfecha de su prosperidad material, termina por no complicarse la vida sobre si es fiel a unas raíces que se remontarían al mundo clásico, el judaísmo, el cristianismo y la Ilustración.
Tampoco EE.UU. se libra de la cultura del miedo. Moïsi pone los ejemplos de la política exterior de Bush o la preconizada por el senador McCain como paradigmas de dicha cultura, mientras que Obama representaría la esperanza. El actual presidente llevaba poco tiempo en la Casa Blanca cuando apareció esta obra, y todavía hoy el autor no ha perdido su esperanza en él, aunque sí parecen haberla perdido muchos de sus compatriotas, que no terminan de ver la ansiada recuperación económica.
Pese a todo, Moïsi inclina la balanza hacia EE.UU., en contraste con una Europa atenazada por el miedo. Los americanos saldrán adelante por su propio dinamismo, pues, después de todo, son una nación de inmigrantes, mientras que Europa sigue aferrándose a su estatus de fortaleza.
Conjuntos geopolíticos inclasificables
Otros conjuntos geopolíticos son elevados por Moïsi a la altura de inclasificables, aunque suelen participar de las tres emociones citadas. En la Rusia de Putin, que se mira en el espejo de Pedro el Grande y en el mucho más civilizado de De Gaulle, hay lugar para el orgullo, aunque también existe el miedo al vacío demográfico y a las repercusiones sociales de las carencias que muestra el Estado de Derecho. África oscila entre la desesperación y la esperanza. Esta última emoción se da, por ejemplo, en Sudáfrica, pese a los problemas sociales y políticos. Sin embargo, América Latina dista mucho de ser el continente de la esperanza, pues los populismos triunfantes son una respuesta al miedo y la humillación. Quizás Brasil puede salvarse de esta dinámica.
La conclusión final de La geopolítica de la emoción es optimista, porque en el fondo, Dominique Moïsi es un representante tradicional de la Ilustración francesa, que pretende contraponer el saber a la intolerancia. Su pasión por la historia le lleva a proponer su obligatoriedad en los cursos de relaciones internacionales. No obstante, se podría argumentar que las emociones peligrosas no se combaten únicamente con el saber o con las enseñanzas históricas; es decir, no sirve sólo la mera racionalidad, pues sus promotores se apartan de lo racional en la teoría o en los hechos.
El libro de Moïsi no ha sido bien recibido en algunos ámbitos académicos porque va directamente contra los métodos analíticos cuantificables que predominan en el ámbito de las relaciones internacionales. Otro tanto ha sucedido con algunos think tanks. Quienes trabajan con datos concretos para realizar sus prospectivas, consideran que analizar la importancia de las emociones equivale a hacer una especie de ensayo literario basado en apreciaciones subjetivas.
En Asia mucha gente tiene ganas de vivir y gastar como los occidentales, aunque sin necesidad de darse sus formas de gobierno
En cambio, el autor es consciente de que los comportamientos humanos no pueden ser reducidos a esquemas racionales. Los comportamientos emotivos pueden pesar más a la hora de actuar, mucho más incluso que las ideologías, que tuvieron un papel destacado en el período de la guerra fría. Hoy todo es búsqueda de la identidad, con lo que los nacionalismos etnicistas se multiplican a escala universal. Estamos ante el “despertar global”, al que se refería el politólogo y actual asesor de Obama, Zbigniew Brzezinski, y que lo mismo se encuentra en potencias emergentes que en movimientos secesionistas.
Emociones e intereses particulares
Sin embargo, Moïsi no profundiza demasiado en uno de los efectos más preocupantes de este despertar de los nacionalismos, y es que los valores universales de la libertad y la democracia, característicos del mundo occidental, están dejando de ser atractivos para otros pueblos, que prefieren apegarse a los paradigmas de soberanía e independencia nacionales. Se puede concluir que resultaría una tarea poco fructífera organizar una Liga de las Democracias, tal y como propusiera el senador McCain en su campaña para la presidencia, pues al final las respectivas emociones, que no pueden disociarse de los intereses particulares, primarían sobre las expectativas de modelos de comportamiento basados en valores comunes.
Japón, China o Corea no se apegaron a un pasado glorioso e idealizado, como ha hecho el mundo islámico
No lo subraya tampoco el autor, aunque es bastante probable la existencia de un vínculo entre el ascenso de las emociones y el creciente reinado absoluto de la opinión pública a escala global, muy relacionada con el poder de los medios de comunicación. Es un hecho que las dos guerras mundiales y la guerra fría fueron enfocadas como una unión de las democracias frente a los autoritarismos. Ahora sigue habiendo autoritarismos, mas es dudoso que las democracias aúnen sus esfuerzos, bajo nuevas o viejas estructuras, para enfrentarse con ellos abiertamente. Sus opiniones públicas no desean verse envueltas en conflictos, y en muchos casos no están convencidas de la superioridad moral de sus valores frente a los de las tiranías.
Asia y la cultura de la esperanza
La era de la globalización ha puesto de manifiesto que la modernidad no es sinónimo de occidentalización. Dicho de otro modo, se puede compartir la técnica pero no los valores. El capitalismo y la tecnología occidental triunfan en Asia, particularmente en China, pero no así el sistema político democrático. Moïsi, que gusta de los paralelos históricos, no comparte los temores de quienes ven en la China actual un trasunto de la Alemania del Kaiser. Hoy por hoy, no sería una potencia militarista como aquélla, sino algo más parecido a la Francia de Luis Felipe de Orleans, y podríamos añadir que a la de Napoleón III, en las que se asistió a un ascenso de la burguesía, que parecía entregada a la consigna de enriquecerse, lema común al ministro François Guizot y a Deng Xiaoping.
¿Y qué decir de la India? Es una potencia democrática, ajena al autoritarismo chino, pero al mismo tiempo se está alejando del cliché de “espiritualismo”, forjado en el recuerdo de Gandhi. Según el autor, la India no está llamada a ser una superpotencia moral, algo que sí parece pretender la Europa posmoderna, y está más próxima al modelo representado por EE.UU. Se entiende así el interés de la Administración Bush por forjar una alianza con el segundo gigante asiático, aunque el pragmatismo de Obama da mayor prioridad a los vínculos con China.
En Asia, la esperanza nace de las posibilidades de emancipación económica y social, que se multiplican en el Extremo Oriente y el Sureste asiático. Mucha gente tiene ganas ahora de vivir y gastar como los occidentales, aunque sin necesidad de darse sus formas de gobierno. El resultado de esta mentalidad es un despotismo ilustrado, que tendría su expresión más lograda en la ciudad-Estado de Singapur, paradigma en el que se han mirado los gobernantes chinos desde Deng Xiaoping.
El mundo islámico y la humillación
En su repaso a la historia, Moïsi nos recuerda que Japón, China o Corea conocieron un pasado de humillaciones infligidas por potencias extranjeras, pero consiguieron sobreponerse y hoy son competidores de las potencias occidentales. No se apegaron a un pasado glorioso e idealizado. Pero no se puede decir lo mismo del mundo islámico, que recuerda sus grandes logros científicos y culturales en la época medieval. Luego vendría la decadencia, sobre todo la del Imperio otomano, que fue perdiendo empuje ante los avances políticos y militares de las potencias europeas. En aras de la modernización, hubo quienes incluso apelaron a un nacionalismo de tipo occidental para construir el panarabismo, que tuvo su época de esplendor hace más de medio siglo con el Egipto socialista de Nasser y sus seguidores en otros países árabes.
Mas en estos momentos lo árabe ha sido prácticamente barrido por el sentimiento de identidad musulmana, capaz de superar, al menos en apariencia, las rivalidades y distancias entre suníes y chiíes, y de establecer nexos entre el Asia central, el sureste asiático y el África subsahariana. El islamismo pide paso en todas partes, como en el otro tiempo influyente Egipto. Allí se plantea abiertamente a la población el siguiente dilema: tras los períodos de fracasos de la monarquía, Nasser, Sadat y Mubarak, ¿no ha llegado el momento de que gobiernen los Hermanos Musulmanes?
En esta apoteosis de la identidad islamista, Israel es percibido, más que nunca, como un factor desestabilizador introducido por los occidentales en tierras del islam. A este respecto, podemos añadir que esto complica todavía más las negociaciones entre los israelíes y la Autoridad Palestina. Si se alcanzara un hipotético acuerdo para la existencia de dos Estados, serviría para desautorizar el discurso identitario islamista, predicado por Hamás, Hezbolá e Irán, pues la intransigencia hacia Israel, más allá de los motivos para su justificación, es parte esencial de su credo político.
Moïsi hace además un certero diagnóstico del terrorismo suicida, propio de la cultura de la humillación. La sangre viene a ser un consuelo ante la ausencia de victoria, pero, a diferencia de otros terrorismos nacionalistas o independentistas, la muerte no es un medio sino un fin en sí mismo que sirve para paliar las humillaciones. Sin embargo, difícilmente se entiende por qué la gran mayoría de las víctimas son musulmanas. Sólo se explica porque sus autores tengan una perspectiva limitada y purista de su religión.
Por último, el autor se plantea si las pequeñas monarquías petroleras del Golfo representan un modelo para el mundo musulmán, aunque se diría que su prosperidad material las sitúa más allá de sus coordenadas geográficas, pues parece que estuvieran situadas en el Asia del Pacífico, y no en Oriente Medio. Con todo, presentan muestras de fragilidad, como sus carencias demográficas y la perspectiva de que el petróleo no durará indefinidamente.
Europa, EE.UU. y la cultura del miedo
El miedo puede ser un acicate para activar el instinto de supervivencia, también en la política internacional. Un ejemplo bien conocido es que el temor a una nueva guerra sirvió de acicate para iniciar el proceso de integración europea hace seis décadas. El resultado ha sido que Europa se convirtió en la región más pacífica y próspera del planeta. Pero no es menos cierto, tal y como aseguró el desaparecido historiador y político polaco Bronislaw Geremek, que Europa se ha transformado en un espacio económico, sin corazón ni dimensión espiritual. Además, desde hace tiempo está cuestionando su propia identidad.
Moïsi ilustra este hecho asemejando Europa a una gran Suiza, un término que, por cierto, empleó Churchill en su célebre discurso europeísta de Zúrich en 1946. Podríamos concluir que una “gran Suiza”, autosatisfecha de su prosperidad material, termina por no complicarse la vida sobre si es fiel a unas raíces que se remontarían al mundo clásico, el judaísmo, el cristianismo y la Ilustración.
Tampoco EE.UU. se libra de la cultura del miedo. Moïsi pone los ejemplos de la política exterior de Bush o la preconizada por el senador McCain como paradigmas de dicha cultura, mientras que Obama representaría la esperanza. El actual presidente llevaba poco tiempo en la Casa Blanca cuando apareció esta obra, y todavía hoy el autor no ha perdido su esperanza en él, aunque sí parecen haberla perdido muchos de sus compatriotas, que no terminan de ver la ansiada recuperación económica.
Pese a todo, Moïsi inclina la balanza hacia EE.UU., en contraste con una Europa atenazada por el miedo. Los americanos saldrán adelante por su propio dinamismo, pues, después de todo, son una nación de inmigrantes, mientras que Europa sigue aferrándose a su estatus de fortaleza.
Conjuntos geopolíticos inclasificables
Otros conjuntos geopolíticos son elevados por Moïsi a la altura de inclasificables, aunque suelen participar de las tres emociones citadas. En la Rusia de Putin, que se mira en el espejo de Pedro el Grande y en el mucho más civilizado de De Gaulle, hay lugar para el orgullo, aunque también existe el miedo al vacío demográfico y a las repercusiones sociales de las carencias que muestra el Estado de Derecho. África oscila entre la desesperación y la esperanza. Esta última emoción se da, por ejemplo, en Sudáfrica, pese a los problemas sociales y políticos. Sin embargo, América Latina dista mucho de ser el continente de la esperanza, pues los populismos triunfantes son una respuesta al miedo y la humillación. Quizás Brasil puede salvarse de esta dinámica.
La conclusión final de La geopolítica de la emoción es optimista, porque en el fondo, Dominique Moïsi es un representante tradicional de la Ilustración francesa, que pretende contraponer el saber a la intolerancia. Su pasión por la historia le lleva a proponer su obligatoriedad en los cursos de relaciones internacionales. No obstante, se podría argumentar que las emociones peligrosas no se combaten únicamente con el saber o con las enseñanzas históricas; es decir, no sirve sólo la mera racionalidad, pues sus promotores se apartan de lo racional en la teoría o en los hechos.
Revista Econòmica
http://www.ideas-empresariales.com/articulos.cfm?idArticulo=507&idIdioma=1&titulo=Economia
miércoles, 19 de octubre de 2011
Posfordismo
El posfordismo o postfordismo es el sistema de producción que se encontrarían en la mayoría de los países industrializados actualmente, según la teoría que lo sustenta. Se diferencia del fordismo, sistema de producción usado en las plantas automotrices de Henry Ford, en que en estos los trabajadores se encontraban en una estructura de producción en línea, y realizaban tareas repetitivas especializadas.
El posfordismo se caracteriza por los siguientes atributos:
Nuevas tecnologías de información
Énfasis en los tipos de consumidor, en contraste con el previo énfasis en las clases sociales.
Surgimiento de los servicios y trabajadores de 'cuello blanco'.
La feminización de la fuerza de trabajo.
La globalización de los mercados financieros.
Contenido [ocultar]
1 Teorías de posfordismo
1.1 La especialización flexible
1.2 Neo-schumpeterismo
1.3 La Escuela de la Regulación
2 Véase también
3 Enlaces externos
Teorías de posfordismo
El posfordismo se puede aplicar en un amplio contexto para describir todo un sistema de procesos sociales modernos ya que describe el mundo tal y como es hoy, varios pensadores han expresado sus diferentes puntos de vista sobre la implicación del post-fordismo en la sociedad actual, aunque como la teoría continúa evolucionando, han surgido tres escuelas de pensamiento diferentes que analizan el post-fordismo, estas son: la de la especialización flexible, el neo-schumpeterismo y la escuela de la regulación
[editar]La especialización flexible
Creen que los cambios fundamentales en la economía internacional, especialmente al principio de los 70, hicieron cambiar la producción en masa con un nuevo “modus operandi” conocido como especialización flexible. Factores como la crisis del petróleo de 1973, incrementaron la competencia con los mercados extranjeros (especialmente los del sudeste asiático) y factores tales como la globalización, el fin de la posguerra, y el aumento de las privatizaciones hicieron al viejo sistema de producción en masa incompetente
En vez de producir bienes genéricos, las empresas ven ahora más rentable producir diversas líneas de productos orientadas a diferentes grupos de consumidores, apelando a su sentido del gusto y de la moda. En vez de investigar con cantidades enormes de dinero la producción en masa de un solo producto, las empresas necesitan ahora construir un sistema inteligente de trabajo y máquinas que sean flexibles y puedan responder rápidamente a los caprichos del mercado.
De la misma manera, la estructura de producción empezó a cambiar en el sector. Pasando de una única estructura de montaje en línea a un proceso de producción fragmentado en el que cada área se encarga de una tarea específica. Como evidencia de esta teoría de la especialización, los instigadores ponen de ejemplo los distritos industriales que han aflorado en lugares como Silicon Valley, Jutland, Småland y algunos lugares de Italia.
Neo-schumpeterismo
Esta teoría está basada en la teoría de los ciclos económicos de Kondratiev, teoría actualizada por Joseph Schumpeter. La teoría defiende que un “paradigma técnico-económico” caracteriza cada ciclo económico. El fordismo fue el paradigma técnico-económico del cuarto ciclo de Kondratiev, y el post-fordismo es así el paradigma técnico-económico del quinto ciclo, ciclo dominado por la Tecnología de la Información y la Comunicación
Algunos de los seguidores más reseñables de esta teoría son M. Romero y Christopher Freema.
La Escuela de la Regulación
Esta aproximación (también llamada la Escuela de Regulación Francesa ó Neo-Marxista) intenta explicar la paradoja de por qué el capitalismo tiene tendencias hacia la crisis, el cambio y la inestabilidad así como una habilidad para instaurar instituciones, reglas y normas. La teoría esta basada en dos conceptos clave, los regímenes de acumulación ó sistemas de producción y consumo (Fordismo, Post-fordismo, etc…) y los modos de regulación, que se refieren a las reglas sociales que controlan el régimen de acumulación y determinan su forma.
De acuerdo con la teoría de la regulación, todo régimen de acumulación alcanzará un punto de crisis en el cual, el modo de regulación no podrá sostenerse, y la sociedad estará forzada a encontrar nuevas reglas y normas, formando un nuevo sistema de regulación. Esto da comienzo a un nuevo régimen de acumulación, que eventualmente desarrollará una crisis, y así sucesivamente. Los defensores de esta teoría entre otros son: Michel Aglietta, Robert Boyer, Bob Jessop y Alain Lipietz.
El posfordismo se caracteriza por los siguientes atributos:
Nuevas tecnologías de información
Énfasis en los tipos de consumidor, en contraste con el previo énfasis en las clases sociales.
Surgimiento de los servicios y trabajadores de 'cuello blanco'.
La feminización de la fuerza de trabajo.
La globalización de los mercados financieros.
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1 Teorías de posfordismo
1.1 La especialización flexible
1.2 Neo-schumpeterismo
1.3 La Escuela de la Regulación
2 Véase también
3 Enlaces externos
Teorías de posfordismo
El posfordismo se puede aplicar en un amplio contexto para describir todo un sistema de procesos sociales modernos ya que describe el mundo tal y como es hoy, varios pensadores han expresado sus diferentes puntos de vista sobre la implicación del post-fordismo en la sociedad actual, aunque como la teoría continúa evolucionando, han surgido tres escuelas de pensamiento diferentes que analizan el post-fordismo, estas son: la de la especialización flexible, el neo-schumpeterismo y la escuela de la regulación
[editar]La especialización flexible
Creen que los cambios fundamentales en la economía internacional, especialmente al principio de los 70, hicieron cambiar la producción en masa con un nuevo “modus operandi” conocido como especialización flexible. Factores como la crisis del petróleo de 1973, incrementaron la competencia con los mercados extranjeros (especialmente los del sudeste asiático) y factores tales como la globalización, el fin de la posguerra, y el aumento de las privatizaciones hicieron al viejo sistema de producción en masa incompetente
En vez de producir bienes genéricos, las empresas ven ahora más rentable producir diversas líneas de productos orientadas a diferentes grupos de consumidores, apelando a su sentido del gusto y de la moda. En vez de investigar con cantidades enormes de dinero la producción en masa de un solo producto, las empresas necesitan ahora construir un sistema inteligente de trabajo y máquinas que sean flexibles y puedan responder rápidamente a los caprichos del mercado.
De la misma manera, la estructura de producción empezó a cambiar en el sector. Pasando de una única estructura de montaje en línea a un proceso de producción fragmentado en el que cada área se encarga de una tarea específica. Como evidencia de esta teoría de la especialización, los instigadores ponen de ejemplo los distritos industriales que han aflorado en lugares como Silicon Valley, Jutland, Småland y algunos lugares de Italia.
Neo-schumpeterismo
Esta teoría está basada en la teoría de los ciclos económicos de Kondratiev, teoría actualizada por Joseph Schumpeter. La teoría defiende que un “paradigma técnico-económico” caracteriza cada ciclo económico. El fordismo fue el paradigma técnico-económico del cuarto ciclo de Kondratiev, y el post-fordismo es así el paradigma técnico-económico del quinto ciclo, ciclo dominado por la Tecnología de la Información y la Comunicación
Algunos de los seguidores más reseñables de esta teoría son M. Romero y Christopher Freema.
La Escuela de la Regulación
Esta aproximación (también llamada la Escuela de Regulación Francesa ó Neo-Marxista) intenta explicar la paradoja de por qué el capitalismo tiene tendencias hacia la crisis, el cambio y la inestabilidad así como una habilidad para instaurar instituciones, reglas y normas. La teoría esta basada en dos conceptos clave, los regímenes de acumulación ó sistemas de producción y consumo (Fordismo, Post-fordismo, etc…) y los modos de regulación, que se refieren a las reglas sociales que controlan el régimen de acumulación y determinan su forma.
De acuerdo con la teoría de la regulación, todo régimen de acumulación alcanzará un punto de crisis en el cual, el modo de regulación no podrá sostenerse, y la sociedad estará forzada a encontrar nuevas reglas y normas, formando un nuevo sistema de regulación. Esto da comienzo a un nuevo régimen de acumulación, que eventualmente desarrollará una crisis, y así sucesivamente. Los defensores de esta teoría entre otros son: Michel Aglietta, Robert Boyer, Bob Jessop y Alain Lipietz.
miércoles, 5 de octubre de 2011
Espacio Vital
Lebensraum es un término que en alemán significa «espacio vital». Esta expresión fue acuñada por el geógrafo alemán Friedrich Ratzel (1844-1904), influido por el biologismo y el naturalismo del siglo XIX. Establecía la relación entre espacio y población, asegurando que la existencia de un Estado quedaba garantizada cuando dispusiera del suficiente espacio para atender a las necesidades de la misma.
Karl Haushofer, ex general y geógrafo, aplicó las nociones generalizadoras de Ratzel a la situación concreta en que se encontraba Alemania tras la derrota y los recortes territoriales sufridos en el Tratado de Versalles (1919). Haushofer adujo que la base de toda política exterior era el espacio vital de que dispusiese el cuerpo nacional. La acción del Estado consistía en defender tal espacio y en ampliarlo cuando resultara demasiado angosto. A través de Rudolf Hess, que era asistente a las clases de Haushofer en la cátedra de geopolítica de la Universidad de Múnich, junto a su hijo Albretch, tomó contacto con Adolf Hitler, que utilizó la terminología del Lebensraum para describir la necesidad del Tercer Reich de encontrar nuevos territorios para expandirse, principalmente a costa de los pueblos eslavos de Europa del este. Sin embargo Haushofer era eurasiático y pensaba que el Eje debía incluir a Rusia, en lugar de Italia, aliado natural germano.
Karl Haushofer, ex general y geógrafo, aplicó las nociones generalizadoras de Ratzel a la situación concreta en que se encontraba Alemania tras la derrota y los recortes territoriales sufridos en el Tratado de Versalles (1919). Haushofer adujo que la base de toda política exterior era el espacio vital de que dispusiese el cuerpo nacional. La acción del Estado consistía en defender tal espacio y en ampliarlo cuando resultara demasiado angosto. A través de Rudolf Hess, que era asistente a las clases de Haushofer en la cátedra de geopolítica de la Universidad de Múnich, junto a su hijo Albretch, tomó contacto con Adolf Hitler, que utilizó la terminología del Lebensraum para describir la necesidad del Tercer Reich de encontrar nuevos territorios para expandirse, principalmente a costa de los pueblos eslavos de Europa del este. Sin embargo Haushofer era eurasiático y pensaba que el Eje debía incluir a Rusia, en lugar de Italia, aliado natural germano.
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Estado naciòn
El progreso del Estado moderno no consistió solamente en un desplazamiento de las viejas instituciones, sino su completa renovación, su predominio con las nuevas autoridades de la nación, creando un orden social nuevo (liberal, burgués y capitalista), al eliminarse las viejas formas estamentales de origen feudal del Antiguo Régimen mediante un triple proceso revolucionario: Revolución liberal, Revolución burguesa y Revolución industrial. Sin embargo, el proceso distó de ser una revolución instantánea, pues a pesar de que se produjeron periódicamente estallidos revolucionarios (Revuelta de Flandes, Revolución inglesa, Revolución estadounidense, Revolución francesa, Revolución de 1820, Revolución de 1830, Revolución de 1848), como proceso de larga duración, lo que se produjo fue una lenta evolución y transformación de las monarquías feudales. Primero se transformaron en monarquías autoritarias y luego en monarquías absolutas, que durante el Antiguo Régimen fueron conformando la personalidad de naciones y Estados en base a alianzas territoriales y sociales cambiantes de la monarquía; tanto de unas monarquías con otras como de cada monarquía en su interior: en lo social con la ascendente burguesía y con los estamentos privilegiados, y en lo espacial con el mantenimiento o vulneración de los privilegios territoriales y locales (fueros).[2]
El racionalismo creó la idea del "ciudadano", el individuo que reconoce al Estado como su ámbito legal. Creó un sistema de derecho uniforme en todo el territorio y la idea de "igualdad legal".
Las distintas escuelas de ciencia política definen de diversas maneras el concepto del Estado-nación. Sin embargo, en la mayoría de los casos se reconoce que las naciones, grupos humanos identificados por características culturales, tienden a formar Estados con base en esas similitudes. Cabe anotar que bajo esta misma óptica la nación es un agrupamiento humano, delimitado por las similitudes culturales (lengua, religión) y físicas (tipología). Un Estado puede albergar a varias naciones en su espacio territorial y una nación puede estar dispersa a través de varios Estados.
Si bien el Estado-nación surge hacia el año 1648 (Tratado de Westfalia), las instituciones políticas de esta entidad tienen un desarrollo que se puede rastrear hasta una maduración en 1789 (Revolución francesa). Los modelos de agrupación en torno a una autoridad central siguen dos visiones contrapuestas, pesimista y optimista, acerca del hombre en estado de naturaleza, marcadas por los trabajos filosófico-políticos de Hobbes y Rousseau, sin excluir otras tradiciones del pensamiento político: el concepto platónico de República o la Política de Aristóteles, y el funcionamiento y las políticas de la democracia ateniense y la República romana en la Edad Antigua; los debates de la Edad Media entre los poderes universales y el intento fallido del conciliarismo (concilio de Constanza de 1413, concilio de Florencia o concilio de Basilea de 1431); o en la Edad Moderna el establecimiento del ius gentium, los justos títulos y el tiranicidio por los españoles de la Escuela de Salamanca -Bartolomé de las Casas, padre Mariana- o el holandés Grotius, el humanismo de Nicolás de Cusa, el racionalismo de Leibniz o el empirismo de Locke;[3] todos ellos refundidos y retomados por la Ilustración europea (primero Montesquieu y luego los enciclopedistas), así como la percepción de ejemplos de algunas experiencias políticas indígenas americanas -las comunidades precolombinas en las Antillas, el mito de El Dorado, el imperio incaico del Tahuantinsuyo o la confederación iroquesa- que vistas desde la perspectiva eurocéntrica conformaron la idea del buen salvaje y el utopismo.[4] La primera plasmación política textual de este proceso intelectual fueron los textos de la Revolución estadounidense: la Declaración de Independencia de los Estados Unidos (4 de julio de 1776) y la Constitución de 1787.
El racionalismo creó la idea del "ciudadano", el individuo que reconoce al Estado como su ámbito legal. Creó un sistema de derecho uniforme en todo el territorio y la idea de "igualdad legal".
Las distintas escuelas de ciencia política definen de diversas maneras el concepto del Estado-nación. Sin embargo, en la mayoría de los casos se reconoce que las naciones, grupos humanos identificados por características culturales, tienden a formar Estados con base en esas similitudes. Cabe anotar que bajo esta misma óptica la nación es un agrupamiento humano, delimitado por las similitudes culturales (lengua, religión) y físicas (tipología). Un Estado puede albergar a varias naciones en su espacio territorial y una nación puede estar dispersa a través de varios Estados.
Si bien el Estado-nación surge hacia el año 1648 (Tratado de Westfalia), las instituciones políticas de esta entidad tienen un desarrollo que se puede rastrear hasta una maduración en 1789 (Revolución francesa). Los modelos de agrupación en torno a una autoridad central siguen dos visiones contrapuestas, pesimista y optimista, acerca del hombre en estado de naturaleza, marcadas por los trabajos filosófico-políticos de Hobbes y Rousseau, sin excluir otras tradiciones del pensamiento político: el concepto platónico de República o la Política de Aristóteles, y el funcionamiento y las políticas de la democracia ateniense y la República romana en la Edad Antigua; los debates de la Edad Media entre los poderes universales y el intento fallido del conciliarismo (concilio de Constanza de 1413, concilio de Florencia o concilio de Basilea de 1431); o en la Edad Moderna el establecimiento del ius gentium, los justos títulos y el tiranicidio por los españoles de la Escuela de Salamanca -Bartolomé de las Casas, padre Mariana- o el holandés Grotius, el humanismo de Nicolás de Cusa, el racionalismo de Leibniz o el empirismo de Locke;[3] todos ellos refundidos y retomados por la Ilustración europea (primero Montesquieu y luego los enciclopedistas), así como la percepción de ejemplos de algunas experiencias políticas indígenas americanas -las comunidades precolombinas en las Antillas, el mito de El Dorado, el imperio incaico del Tahuantinsuyo o la confederación iroquesa- que vistas desde la perspectiva eurocéntrica conformaron la idea del buen salvaje y el utopismo.[4] La primera plasmación política textual de este proceso intelectual fueron los textos de la Revolución estadounidense: la Declaración de Independencia de los Estados Unidos (4 de julio de 1776) y la Constitución de 1787.
miércoles, 7 de septiembre de 2011
5TO AÑO SECUNDARIA.
1-Leer el texto.
2-Extraer conclusiones.
3A partir de la presente etapa de fragmentación social iniciada desde la dictadura militar (1976 hasta la actualidad) la Argentina, salvo coyunturas particulares, ha disminuido su capacidad de atraer población y sufre en forma creciente el éxodo de su propia población hacia destinos como Norte-América, Europa, Australia e inclusive, países limítrofes como Brasil.
4Por otra parte las migraciones internas en la Argentina son de magnitud considerable. La importancia de estos movimientos fue creciente hasta 1960-1970 para luego descender. Se calcula que desde 1895 cambiaron de provincia unos 7 millones de personas, y estas migraciones tuvieron efectos tanto en las áreas emisoras como en las receptoras.
5Evidentemente todos estos procesos migratorios están asociados no solamente con factores económicos, sino también con otros más complejos, vinculados con expectativas de mejor calidad de vida. También resulta importante recordar que la dinámica migratoria no es un mero “efecto”, sino que también genera nuevos resultados (que se retroalimentan) tanto en las áreas receptoras como en las emisoras. En un trabajo anterior (Liberali, Morina y Velázquez, 1989) señalamos algunos de estos procesos.
6En el caso de las áreas se pueden señalar resultados positivos y negativos:
Mayor dinamismo del mercado de trabajo, aunque con mayor rigidez en las relaciones laborales.
Problemas de vivienda y medio ambiente, necesidad de incremento de servicios sanitarios y educativos.
Desarraigo, pérdida de relaciones personales, incremento de las conductas delictivas.
7En las áreas emisoras los efectos son, en general, negativos; entre ellos:
Incremento del índice de dependencia (disminución de la población activa).
Desvalorización de propiedades, acompañada de un proceso de mayor concentración.
Sub-utilización de recursos (viñedos abandonados, escuelas con capacidad ociosa, estaciones de ferrocarril desmanteladas, etc).
Migraciones internas en el marco de la diferenciacion regional argentina
8Como ya señalamos, la actual configuración espacial de la Argentina está relacionada con una serie de procesos que han tenido lugar a través de sus diferentes etapas de “desarrollo”.
9Desde antes de la etapa agroexportadora se fue produciendo un creciente languidecimiento de la economía del Noroeste Argentino (NOA), antes dinámica merced a su vinculación con Potosí, y un paulatino ascenso del Litoral respecto del interior del país.
10Durante la etapa agroexportadora, el proceso de concentración de inversiones y de población en la región pampeana, continuó incrementando la clara diferenciación entre ésta y el resto del país. Este resto, genéricamente denominado “economías regionales”, también fue afectado en forma diferencial por el proceso agroexportador. Así hubo economías que lograron una mejor inserción relativa (azucarera en Tucumán y vitivinícola en Mendoza), y otras cuya participación habría de ser más marginal y tardía.
11De este modo, una vez agotada la etapa agroexportadora, el proceso de sustitución de importaciones habría de continuar con el esquema de concentración demográfica en la región pampeana, aunque incorporando tardíamente a las restantes economías regionales sobre la base de un mercado interno en expansión.
12Durante todo este lapso los procesos migratorios internos fueron muy importantes. Lattes (1975) muestra que hasta 1914 predominaron las corrientes migratorias entre provincias contiguas; entre 1914 y 1947 se dio un período de transición; y en el lapso comprendido entre los censos de 1947 y 1970 la mayoría de los flujos migratorios tuvo como lugar de destino al Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), cualquiera sea la distancia del lugar de origen. Hacia fines de la década de 1970 y, especialmente durante las siguientes se produjo una disminución de las migraciones internas, y un significativo cambio de tendencia en los movimientos, que pasaron a dirigirse preferentemente hacia las ciudades medias.
13Lattes y Sana (1992) estiman que la redistribución por migraciones interprovinciales fue de 1.108.000 personas entre 1960-1970, 639.000 entre 1970-1980 y de 441.000 entre 1980-1991 y sacaban también un peso creciente de la población femenina en estos movimientos. Así la tasa migratoria de las mujeres superó a la de los varones en 2 provincias en 1960-1970, en 4 en 1970-1980 y en 9 en 1980-1991. Por otra parte las migraciones internas tradicionalmente se han producido en etapas: de la zona rural a pequeños centros urbanos; luego a centros mayores, provinciales o regionales; siendo la última etapa la de las grandes ciudades en el nivel nacional. Desde fines de la década de 1970 esta última etapa se fue diluyendo, engrosándose las áreas periféricas de los centros intermedios. Este fenómeno de concentración provincial resulta evidente en el censo de 1980: el 79,4% de los catamarqueños se trasladó entre 1975-1980 a la capital provincial; lo mismo ocurrió en las provincias de La Rioja (73,9%) y San Juan (80,6%), entre otras (Liberali, Morina y Velázquez, 1989). Casualmente, en todos los casos se trata de jurisdicciones favorecidas por los Regímenes de Promoción Industrial, implementados a partir de 1978, y aún hoy vigentes.
14Según Cacopardo (1978) en términos generales, los saldos migratorios presentan una estructura concentrada en las edades económicamente activas más jóvenes, entre los 20 y 39 años. En el Gran Buenos Aires (GBA), Gran Córdoba y Gran Mendoza alrededor del 35% de los saldos se encuentran entre los 20 y 29 años.
15En cuanto a las causas de la emigración, indicadores de ocupación, estratificación y condiciones de vida aparecen como determinantes del fenómeno; entre 1947 y 1960 se destaca la importancia de los indicadores de empleo, mientras que a partir de la década de 1960 parecen adquirir mayor significación en este tipo de procesos migratorios, aspectos vinculados con la calidad de vida.
1 El Producto Bruto Geográfico per cápita (PBG) toma en cuenta los bienes producidos y servicios prest(...)
16De acuerdo con estos condicionamientos cabe preguntarse si estos movimientos de población entre jurisdicciones provinciales revisten algún efecto sobre el nivel de desigualdades regionales en la Argentina. Con el objeto de definir la magnitud de la diferenciación regional en la Argentina, a los efectos de una mayor comparabilidad se consideró el Producto Bruto Geográfico (PBG) per cápital1, lo que restringe el período a analizar al comprendido entre 1960-1991, pues los estudios de contabilidad social regional son relativamente recientes y la primera estimación de PBG, desagregado en el nivel provincial, data de 1953 (Argentina. CFI-Instituto Torcuato Di Tella, 1962).
17Para observar las relaciones entre ambos fenómenos se consideraron los datos de PBG per cápita -que se han hecho coincidir, en la medida de lo posible, con los censos de población respectivos- y los saldos migratorios intercensales en los períodos 60/70, 70/80 y 80/91, en ambos casos desagregados según provincias, en 1960-1970-1980 y 1991.
Cuadro 1. Argentina. Producto Bruto Geográfico per cápita por jurisdicciones años seleccionados (promedio nacional=100)
Fuente: elaboración personal sobre la base de: para 1959 Argentina. CFI-Instituto Torcuato Di Tella, 1962; para 1970 y 1980 Argentina. CFI, 1983; para 1991 Argentina. SAREP, 1994 y 1995.
Cuadro 2.Argentina. Tasa de crecimiento migratorio medio anual intercensal por jurisdicciones 1960-1991 (por mil habitantes).
Fuente: elaboración personal sobre la base de: para 1960-1970 y 1970-1980 Argentina. INDEC 1981, 1984 y 1989; para 1980-1991 Argentina. CFI, 1991.
18De la comparación de las cifras de los cuadros 1 y 2, surge que existe una asociación entre las jurisdicciones que absorben población y aquellas que tienden a mejorar su situación relativa, especialmente a partir de 1970. Esto debe vincularse con el carácter necesariamente selectivo de los procesos migratorios que se convierten en una suerte de “economía externa” para estos centros de recepción localizados básicamente en las regiones pampeana y patagónica.
19No resulta tan evidente, sin embargo, el resultado de la emisión de población, ya que durante los diferentes intervalos del período considerado, las provincias expulsoras en algunos casos mejoraron su situación relativa, yen otros, la empeoraron.
2 La segmentación política (y estadística) del Gran Buenos Aires entre Capital y Partidos del Conurban(...)
20Si consideramos el PBG de 1991 en relación con el crecimiento migratorio medio de todo el período 1960-1991 podemos concluir que, con excepción de San Luis, que cambió bruscamente su comportamiento migratorio después de 1980, todas las provincias que expulsaron población durante las tres décadas, habrían de quedar mal ubicadas con respecto al promedio nacional de PBG y que, por el contrario, todas las jurisdicciones que recibieron población quedaron situadas claramente por encima del promedio nacional. Los saldos migratorios negativos de la Capital son en realidad positivos contabilizando al GBA y el PBG de la provincia de Buenos Aires sería mayor si lo englobáramos en el de la Capital.2
21El grupo de provincias expulsoras-pobres está comprendido por las del NOA y NEA y, en menor medida, por las de Cuyo. El conjunto de las receptoras-ricas abarca a las de las regiones pampeana y patagónica. En este último caso se debe hacer la salvedad de que por su estructura económica, muchas de las actividades pueden considerarse como enclaves, es decir que un incremento del PBG no supone necesariamente un aumento del ingreso promedio de sus habitantes.
22Es decir que existe una circularidad entre la dinámica migratoria de las jurisdicciones y su situación relativa. Esta circularidad se aleja más de los planteos neoclásicos -por medio de los cuales la libre movilidad de factores o, en otros términos, la fuerza del “mercado”, igualaría las diferencias regionales- que de otras posturas alternativas, basadas en las relaciones económico-sociales vigentes a escala del sistema nacional y en la selectividad de los movimientos de la población. Si bien la corriente migratoria se comporta en el sentido esperado por los neoclásicos, su resultado no es “igualador” de las diferencias regionales; la expulsión de población, más que corregir una situación de desigualdad, la denuncia.
Dinámica migratoria externa
23Especialmente durante la etapa agroexportadora la Argentina fue uno de los principales puntos de atracción para los inmigrantes europeos. Las oportunidades que ofrecía para la castigada Europa de ese entonces eran muy grandes. Nuestro país, era un territorio con escasa población y en pleno proceso de expansión económica. En términos absolutos, la Argentina fue el segundo destino después de EEUU y en términos relativos, fue el país más receptor. Esto queda reflejado en el Tercer Censo Nacional (1914) cuando un tercio de la población era extranjera, mientras que en los estratos de edad activa, la proporción de extranjeros superaba a la de nativos. La radicación de extranjeros fue mucho más notoria en los grandes centros urbanos y en la región pampeana, constituyéndose junto con las inversiones y la localización de la infraestructura en una de las razones para la hegemonía de la citada región. Incluso el nivel de cualificación de los migrantes se diferenciaba regionalmente: los campesinos provenientes de Europa del sur y del este, con bajo grado de educación formal, se insertaron en las actividades rurales del interior del país, mientras que la fuerza de trabajo originaria de países que ya habían realizado su revolución industrial, -la cual contaba con un considerable acervo de experiencia manufacturera y un saber productivo incorporado y acumulado, amén de una mayor escolaridad formal-, se insertó sin dificultades en el incipiente mercado de trabajo de los principales centros urbanos del territorio nacional (Neffa, 1998).
24La sustitución de importaciones implicó una economía más autárquica y diversificada, que si bien continuaba ofreciendo oportunidades, coexistía con la Europa de postguerra y el Plan Marshall, dinamizando la economía del viejo continente en algunas regiones y sectores, y reorientando los movimientos migratorios europeos. Así, entre otros, los “gallegos” y los “tano” reemplazarían en sus preferencias a la Argentina y otros países Americanos por destinos europeos más cercanos.
25El arribo a nuestro país de inmigrantes limítrofes fue siempre más constante, y comenzó a ser más notorio a partir de la disminución y, posteriormente, el virtual cese de la llegada de europeos durante la década del cincuenta.Si bien el saldo migratorio absoluto acumulado entre el crack bursátil de 1929 y los primeros años de la “posguerra” superó ampliamente las 80.000 personas, el saldo migratorio de pasajeros de ultramar resultó ampliamente deficitario durante gran parte de la década del cuarenta; hacia el final de dicho decenio la tendencia pareció revertirse, pero sólo por un corto lapso de tiempo: mientras que en 1949 ingresaron al país 63.389 migrantes no limítrofes, en 1954 sólo lo hicieron 3.332, cifras que implican una tasa decreciente situada en el orden del –38% anual. Así, la mayor evidencia empírica del proceso de cambio es brindada por la drástica reducción de los contingentes migratorios provenientes de ultramar. Los inmigrantes limítrofes tuvieron mayor peso en las llamadas “economías regionales”, por los que resultaba habitual la presencia de chilenos en la Patagonia, bolivianos en el NOA o paraguayos en el NEA. Estas economías regionales, altamente utilizadoras de mano de obra no calificada, crecieron al impulso del desarrollo del mercado interno, que tuvo durante este lapso una coyuntura favorable en el marco de un proceso de alta participación de los asalariados en el ingreso nacional.
26A partir de los años sesenta y setenta el peso de los limítrofes fue aumentando y, del mismo modo que los nativos del NOA y NEA, con la agudización de las crisis regionales, incrementaron su desplazamiento, en una primera etapa, hacia las grandes ciudades, fundamentalmente Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Durante estas décadas el mercado de trabajo de los grandes centros urbanos se mostró más dinámico, no sólo por el mantenimiento de la estructura productiva, sino por la expansión de los servicios. La radicación de nativos del NOA y NEA y de extranjeros limítrofes en las ciudades contribuyó al crecimiento de la periferia urbana, particularmente de las llamadas “villas miseria”.
27Hacia fines de los setenta y principios de los ochenta, con el agotamiento de la sustitución de importaciones y el creciente desmantelamiento del aparato productivo se desata una crisis económica que afectó en mayor medida a las grandes ciudades. Por esta razón estos flujos migratorios internos y limítrofes cambian su orientación hacia ciudades medias. El tradicional modelo de “migración por etapas” se interrumpe antes del último eslabón, también existen procesos de retorno, trasladándose así el incremento de las periferias e, incluso de la marginalidad, hacia las ciudades intermedias.
28Todos estos movimientos de población se vinculan con factores estructurales y coyunturales. El signo más característico de la crisis propia de la actual etapa de fragmentación social es el fenómeno de expulsión de argentinos hacia regiones y países que parecen ofrecer mejores alternativas, principalmente Norteamérica, Europa, Australia e, inclusive, países limítrofes como Brasil.
29Como esta fragmentación social no es un fenómeno exclusivo de la Argentina, también se vivió con diferentes peculiaridades en toda la región. Es por eso, que tanto por razones estructurales como coyunturales, continuó la recepción de inmigrantes de países limítrofes, principalmente: Bolivia, Perú y Paraguay.
30Con respecto a la expulsión de argentinos el Censo Nacional de noviembre de 2001 aportó una verdadera sorpresa. Contradiciendo las expectativas de una Argentina con 38 o 39 millones de habitantes, las cifras preliminares (sujetas a cierto subregistro) superaron apenas los 36 millones.
31Si bien durante la década del noventa continuó el proceso de transición demográfica con la subsiguiente reducción de la fecundidad, la responsabilidad de la dinámica migratoria externa (expulsión de argentinos) tuvo que ser significativa para la explicación de este escaso incremento de población durante el último período intercensal (1991-2001). Se parte de la población censal de 1991 y se añade el crecimiento vegetativo registrado entre mayo de 1991 y noviembre de 2001, se puede despejar de la ecuación demográfica básica el saldo migratorio.
32Entre 1991 y 2001 el saldo migratorio (diferencia entre ingresos y egresos de población) fue negativo. Al hablar de saldo se asume que la expulsión de argentinos fue superior a las 870.468 personas ya que durante este lapso también hubo recepción de inmigrantes, básicamente limítrofes. Aparece así una flagrante contradicción: mientras que las reformas estructurales de los noventa fomentaron la creación de una superpoblación relativa de fuerza de trabajo, promoviendo el ingreso al territorio nacional de mano de obra migrante y estableciendo una discriminación salarial contra ella, el desempleo estructural, la precarización del mercado de trabajo y la caída de los salarios reales -en suma, la falta de oportunidades para la mayor parte de la población- se configuraron en los detonantes por excelencia del proceso de sangría demográfica hacia los países industrializados. Por otra parte, el denominado brain-drain no ha resultado ajeno al proceso general de expulsión demográfica, pues estimaciones recientes han dado cuenta que la Argentina es el país latinoamericano más afectado por la radicación definitiva de científicos en el exterior, seguido a una considerable distancia por México.
33Entre las razones estructurales se debe señalar que durante los noventa persistía aún una diferencia de desarrollo relativo entre Argentina y Bolivia, Paraguay o Perú, principales centros de expulsión de población. La principal razón coyuntural que incrementó este proceso durante esta década fue la vigencia del plan de Convertibilidad que implicó la apreciación del signo monetario argentino. En este contexto la posibilidad de remisión de “Argen-dólares” al exterior se constituyó en un fuerte incentivo coyuntural para muchos inmigrantes limítrofes.
34El fantasma de la expulsión de población joven, con cierto nivel de instrucción y desilusionada con la falta de horizontes que ofrece la Argentina resultan cruelmente visible en nuestra realidad cotidiana. Internamente se observa que las aglomeraciones de público se multiplican en los consulados; mientras que desde el exterior las señales también resultan claras, aumentando las restricciones a la recepción de población argentina.
35Tras una efímera primavera, vinculada con las “relaciones carnales” de Menem con EEUU, con la crisis desatada a partir de la devaluación del signo monetario argentino en enero de 2001 se volvió a establecer la necesidad de contar con visado para viajar al país del norte. En el caso europeo, la tradicional estigmatización hacia los “sudacas” se ha hecho extensiva también hacia los argentinos. Esto nos priva del status “ligeramente superior” que pudo haber gozado un argentino por sobre nuestros “pobres” vecinos latinoamericanos hasta la década del noventa.
36En los eventos deportivos, programas radiales y televisivos y otras manifestaciones que llegan desde el exterior, la presencia de argentinos es un hecho cotidiano y creciente. Parte de esta sangría se vincula con la persecución política desatada durante la Revolución Argentina (1966-1973) y, sobre todo, a partir del Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) pero desde entonces, a pesar de la democracia formal, han persistido sucesivos planes de ajuste instaurados por sectores minoritarios. Esto, además de implicar una creciente fragmentación de la Argentina, trae consigo la expulsión de población.
37Resulta difícil estimar cifras aproximadas de la acumulación de esta verdadera sangría demográfica. En general los censos de los principales países receptores de argentinos no brindan cifras desagregadas por nacionalidad y, a pesar de las recomendaciones de los organismos internacionales, no son sincrónicos. Por otro lado los registros de entradas y salidas (único indicio estadístico “oficial” de este fenómeno) adolecen de serias deficiencias de subregistro, particularmente para ciertos períodos, llegando al extremo de carecerse por completo de información del quinquenio 1977-1981 (Velázquez, 1986).
38Otra cuestión que produce confusión es que, en muchos casos, cuando se hace referencia al fenómeno, se habla de “argentinos en el exterior” refiriéndose no sólo a los emigrados, sino a la colonia de argentinos, es decir incluyendo a sus familiares (cónyuges e hijos nacidos en el extranjero). Obviamente la colonia de argentinos es mayor que los argentinos emigrados, ya que, por tratarse de un proceso relativamente reciente que involucra población relativamente joven, la mortalidad de los argentinos emigrados es menos significativa que su descendencia.
39Con respecto a la recepción de inmigrantes limítrofes, según muestra Benencia (1997) estos inmigrantes han sido fruto de un proceso más espontáneo, pero más constante a lo largo del tiempo. Tradicionalmente el proceso obedeció a diferencias estructurales de desarrollo entre los respectivos países. Desde el Primer Censo Nacional (1869) hasta el de 1991 su proporción osciló siempre entre un 2 y 3% de la población total. Sin embargo estos extranjeros comienzan a ser más visibles a partir de la década del sesenta cuando, por el envejecimiento y el virtual cese de arribos, comienza a disminuir drásticamente la población europea.Históricamente los inmigrantes limítrofes están asociados con la provisión de mano de obra para el trabajo agrícola:
Paraguayos con las cosechas de algodón y yerba mate en el Nordeste Argentino.
Bolivianos con el tabaco rubio en Salta y Jujuy, con la caña de azúcar en las mismas provincias y Tucumán, con la horticultura en Mendoza y provincia de Buenos Aires.
Chilenos en la Patagonia, relacionados con tareas de esquila, en el Valle del Río Negro con la recolección de frutas, en la Patagonia austral con la explotación del petróleo y la construcción.
La excepción la constituyeron los uruguayos, que se concentraron en grandes ciudades, en tareas relacionadas con los servicios.
40Es decir que en el proceso hay áreas que tradicionalmente tenían mayor peso relativo de población limítrofe. Dentro de los empobrecidos NOA y NEA, la presencia de bolivianos y paraguayos, era y continúa siendo, un fenómeno muy habitual. Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con la Patagonia respecto de los chilenos.
41Tras una primera radicación “regional”, muchos de estos inmigrantes limítrofes se desplazaban internamente hacia el Gran Buenos Aires o grandes ciudades de la región pampeana (Rosario, Córdoba, Mar del Plata). Las crisis que comienzan a experimentar las economías regionales a partir de la década del sesenta (crack algodonero en Chaco, crisis del azúcar en Tucumán, cupificación de la yerba y crisis tabacalera en el NEA) aceleran este proceso, haciendo que los extranjeros limítrofes adopten los mismos patrones migratorios de los nativos del NOA y NEA. Esto incrementa el impacto de los inmigrantes limítrofes en las mayores áreas urbanas de la región pampeana.
42Coincidimos con Benencia (1997) en que esta migración espontánea o voluntaria no es sinónimo de “migración anárquica”. Se trata de una migración planeada en el seno de las familias, desde la racionalidad de los pobres y dentro del esquema de estrategias de supervivencia. En ella, por lo general, una parte de la familia emigra y otra permanece en el país expulsor. Los que migran envían remesas de dinero y contribuyen a sostener a sus familias en el lugar de origen, De este modo las familias intentan resolver el problema del desempleo desde su ángulo más costoso: la emigración.
43El tradicional mecanismo de las cadenas y senderos migratorios los lleva a radicarse en la periferia urbana y a ocupar nichos del mercado laboral habitualmente desechados por los argentinos nativos.
44Existen, sin embargo, diferencias apreciables según el país de origen en lo que respecta al nivel educativo, tipo de ocupación, rama de actividad y magnitud. Por ejemplo:
Los uruguayos tienen mayor nivel educativo que los restantes inmigrantes limítrofes; sus ocupaciones revelan mayor presencia en actividades terciarias, de tipo administrativo y en el comercio.
Los paraguayos se distribuyen, según sexo, entre el servicio doméstico para las mujeres y la construcción particular, en pequeñas obras, entre los varones.
Los bolivianos varones trabajan fundamentalmente en la construcción, pero en obras grandes, y las mujeres se reparten entre servicio doméstico, costura (con características de trabajo familiar a destajo) y comercio, fundamentalmente en las ferias y mercados de frutas y hortalizas.
Los chilenos son escasos en los grandes aglomerados urbanos y su presencia en la economía regional de la Patagonia está en retroceso.
45En 1991 las provincias con mayor proporción de población limítrofe eran las patagónicas y Formosa (ver mapa 3). En el escalón siguiente se situaba otra provincia del NEA (Misiones), dos del NOA (Salta y Jujuy), la cabecera de Cuyo (Mendoza) y la provincia y ciudad de Buenos Aires. La proporción de limítrofes en el resto del país era menor al 1%.
46En los casos de la Patagonia y Buenos Aires esta radicación se vincula con condiciones favorables en lo que respecta a la riqueza teóricamente disponible. Sin embargo considerando la presencia de extranjeros limítrofes en el NOA y NEA, ambas regiones con bajos índices de PBG per cápita, podemos confirmar el carácter “regional” de parte de estos movimientos y la inserción marginal de gran parte de estos inmigrantes en la sociedad argentina.
47Por lo anteriormente expuesto consideramos que históricamente la radicación de inmigrantes limítrofes en la Argentina obedeció a factores estructurales (diferencias de desarrollo entre los países), pero, durante la década del noventa, también se agregaron razones coyunturales.
48La sobrevaluación del signo monetario argentino durante el período de convertibilidad instaurado por Menem-Cavallo fue un incentivo importante para la radicación de inmigrantes limítrofes. El mecanismo migratorio se basa, en gran medida, en cadenas preexistentes desde las décadas de 1960 y 1970 que fueron re-dinamizadas.
49En general se instalan al principio los jefes de hogar, en algunos casos con la idea de formar un pequeño capital y retornar a sus países de origen o, en otros, para efectuar remesas periódicas a sus familiares en Bolivia, Perú o Paraguay, principalmente.
50Tradicionalmente estas migraciones “golondrina” terminaban convirtiéndose en definitivas cuando se establecían lazos afectivos, mayor vinculación con la sociedad receptora y se lograba la instalación de familias y colonias completas.
51El incremento coyuntural de población limítrofe durante los noventa ha sido utilizado para estigmatizarlos, adjudicándoles responsabilidad en los crecientes problemas de la desocupación e inseguridad en la Argentina. Sin embargo esta utilización política del tema no se corresponde con la realidad, ya que diversos estudios han demostrado que el problema del desempleo en los noventa está vinculado con la privatización de empresas, el achicamiento del Estado y el perpetuo proceso de ajuste que llevaron a una virtual implosión de la economía argentina. (Lindemboim, 1995; Marshall, 1995; Palomino y Schvarzer, 1996). Se ha comprobado que la influencia de los inmigrantes limítrofes sobre la desocupación es irrelevante (Maguid, 1995). Con respecto a la inseguridad, más allá de la impresión que pueda brindarse por parte de los partidarios de la “mano dura” y la prensa amarillista, la tasa de hechos delictivos es sensiblemente menor en los inmigrantes que entre los argentinos nativos.
52La brusca devaluación practicada en el primer trimestre de 2002 implicó el retorno de parte de estos inmigrantes limítrofes “coyunturales” que, durante la década del noventa y mediante un fuerte subconsumo, lograban un pequeño excedente en divisas.
53Es probable que si el Censo de noviembre de 2001 se hubiera realizado tan sólo dos meses después (luego de la caída de De la Rua y la fuerte devaluación del signo monetario argentino), los guarismos de población total hubieran sido menores aún.
54Si bien hoy todavía persisten diferencias estructurales de desarrollo entre Argentina y países como Bolivia, Perú o Paraguay, no es extraño encontrar una incipiente colonia de argentinos en Brasil e, inclusive en países como Uruguay o Chile.
55El telón de fondo es que los gobiernos de estos países tratan de “diferenciarse” de la estrepitosa caída Argentina para intentar obtener un trato diferente por parte del Fondo Monetario Internacional o el ingreso a un bloque económico más cercano al “primer mundo” como el ALCA, poniendo en serio peligro la continuidad del MERCOSUR.
56Las nuevas condiciones generadas por el abandono del “Plan de Convertibilidad” abren nuevos interrogantes respecto de la futura dinámica económica y demográfica de la Argentina.
57Existe un incipiente proceso de migración de retorno. Esto es producto de la combinación de la acumulación de experiencias negativas por parte de argentinos que han intentado residir en el exterior, como por la posibilidad de recuperación parcial de la economía argentina que, tras la brusca devaluación, se ve obligada a sustituir importaciones, aumentando su competitividad en ciertos sectores (particularmente el turismo).
58También parece haber una atenuación de los flujos limítrofes (tanto de ingreso como de egreso). Por un lado los “consolidados” no se arriesgan a regresar a sus países de origen, por el otro los que tendrían expectativas de venir postergan su decisión a menos que cuenten con nexos claros para mejorar sus posibilidades de inserción.
59Con respecto a los movimientos internos, la dinámica nacional con tasa de crecimiento migratorio negativo (–2,5 por mil durante el último período intercensal 1991-2001) se trasladó, en gran medida, al conjunto de las regiones y provincias.
60Aplicando la misma ecuación demográfica para el período intercensal 1991-2001 se observa que solamente 8 provincias tuvieron saldo migratorio positivo, en tanto las 16 restantes expulsaron población. De estas 16 provincias expulsoras, entre las cuales se encuentran provincias patagónicas tradicionalmente receptoras, 9 lo hicieron con una tasa superior al promedio nacional (2,5 por mil).
Conclusiones
61La Argentina es un país contradictorio. Una tradición de recepción de población, asimilación y apertura cultural puede ser reemplazada bastante rápidamente por otra de expulsión de población e incipiente xenofobia cuando la coyuntura (¿o la estructura?) socio-económica llega a cierto nivel de deterioro.
62La fragmentación social que sufre nuestro país desde fines de la década del setenta tiene carácter estructural por la aplicación acrítica de sucesivos planes de ajuste en el marco del denominado “Consenso de Washington”. El Plan de Convertibilidad aplicado durante los noventa implicó una coyuntura inédita por constituir una “isla” de modernidad en la deprimida región latinoamericana. La burbuja, sin embargo, terminó explotando y, tras una fuerte crisis inicial durante el 2002, se presenta un escenario que podría permitir otras posibilidades.
63Como la dinámica demográfica no sólo tiene que ver con condiciones objetivas, sino también con expectativas, las definiciones que puedan tomarse en la Argentina a partir de mayo de 2003 pueden resultar cruciales para que nuestro país brinde posibilidades que le permitan recuperar parte de sus exiliados económicos y pueda retomar su tradición de “puertas abiertas” para una efectiva inserción, más digna que la actual, en el contexto del MERCOSUR y de un nuevo orden que no asuma (o nos quiera hacer asumir) que la actual “globalización” es la única vía posible.
2-Extraer conclusiones.
3A partir de la presente etapa de fragmentación social iniciada desde la dictadura militar (1976 hasta la actualidad) la Argentina, salvo coyunturas particulares, ha disminuido su capacidad de atraer población y sufre en forma creciente el éxodo de su propia población hacia destinos como Norte-América, Europa, Australia e inclusive, países limítrofes como Brasil.
4Por otra parte las migraciones internas en la Argentina son de magnitud considerable. La importancia de estos movimientos fue creciente hasta 1960-1970 para luego descender. Se calcula que desde 1895 cambiaron de provincia unos 7 millones de personas, y estas migraciones tuvieron efectos tanto en las áreas emisoras como en las receptoras.
5Evidentemente todos estos procesos migratorios están asociados no solamente con factores económicos, sino también con otros más complejos, vinculados con expectativas de mejor calidad de vida. También resulta importante recordar que la dinámica migratoria no es un mero “efecto”, sino que también genera nuevos resultados (que se retroalimentan) tanto en las áreas receptoras como en las emisoras. En un trabajo anterior (Liberali, Morina y Velázquez, 1989) señalamos algunos de estos procesos.
6En el caso de las áreas se pueden señalar resultados positivos y negativos:
Mayor dinamismo del mercado de trabajo, aunque con mayor rigidez en las relaciones laborales.
Problemas de vivienda y medio ambiente, necesidad de incremento de servicios sanitarios y educativos.
Desarraigo, pérdida de relaciones personales, incremento de las conductas delictivas.
7En las áreas emisoras los efectos son, en general, negativos; entre ellos:
Incremento del índice de dependencia (disminución de la población activa).
Desvalorización de propiedades, acompañada de un proceso de mayor concentración.
Sub-utilización de recursos (viñedos abandonados, escuelas con capacidad ociosa, estaciones de ferrocarril desmanteladas, etc).
Migraciones internas en el marco de la diferenciacion regional argentina
8Como ya señalamos, la actual configuración espacial de la Argentina está relacionada con una serie de procesos que han tenido lugar a través de sus diferentes etapas de “desarrollo”.
9Desde antes de la etapa agroexportadora se fue produciendo un creciente languidecimiento de la economía del Noroeste Argentino (NOA), antes dinámica merced a su vinculación con Potosí, y un paulatino ascenso del Litoral respecto del interior del país.
10Durante la etapa agroexportadora, el proceso de concentración de inversiones y de población en la región pampeana, continuó incrementando la clara diferenciación entre ésta y el resto del país. Este resto, genéricamente denominado “economías regionales”, también fue afectado en forma diferencial por el proceso agroexportador. Así hubo economías que lograron una mejor inserción relativa (azucarera en Tucumán y vitivinícola en Mendoza), y otras cuya participación habría de ser más marginal y tardía.
11De este modo, una vez agotada la etapa agroexportadora, el proceso de sustitución de importaciones habría de continuar con el esquema de concentración demográfica en la región pampeana, aunque incorporando tardíamente a las restantes economías regionales sobre la base de un mercado interno en expansión.
12Durante todo este lapso los procesos migratorios internos fueron muy importantes. Lattes (1975) muestra que hasta 1914 predominaron las corrientes migratorias entre provincias contiguas; entre 1914 y 1947 se dio un período de transición; y en el lapso comprendido entre los censos de 1947 y 1970 la mayoría de los flujos migratorios tuvo como lugar de destino al Area Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), cualquiera sea la distancia del lugar de origen. Hacia fines de la década de 1970 y, especialmente durante las siguientes se produjo una disminución de las migraciones internas, y un significativo cambio de tendencia en los movimientos, que pasaron a dirigirse preferentemente hacia las ciudades medias.
13Lattes y Sana (1992) estiman que la redistribución por migraciones interprovinciales fue de 1.108.000 personas entre 1960-1970, 639.000 entre 1970-1980 y de 441.000 entre 1980-1991 y sacaban también un peso creciente de la población femenina en estos movimientos. Así la tasa migratoria de las mujeres superó a la de los varones en 2 provincias en 1960-1970, en 4 en 1970-1980 y en 9 en 1980-1991. Por otra parte las migraciones internas tradicionalmente se han producido en etapas: de la zona rural a pequeños centros urbanos; luego a centros mayores, provinciales o regionales; siendo la última etapa la de las grandes ciudades en el nivel nacional. Desde fines de la década de 1970 esta última etapa se fue diluyendo, engrosándose las áreas periféricas de los centros intermedios. Este fenómeno de concentración provincial resulta evidente en el censo de 1980: el 79,4% de los catamarqueños se trasladó entre 1975-1980 a la capital provincial; lo mismo ocurrió en las provincias de La Rioja (73,9%) y San Juan (80,6%), entre otras (Liberali, Morina y Velázquez, 1989). Casualmente, en todos los casos se trata de jurisdicciones favorecidas por los Regímenes de Promoción Industrial, implementados a partir de 1978, y aún hoy vigentes.
14Según Cacopardo (1978) en términos generales, los saldos migratorios presentan una estructura concentrada en las edades económicamente activas más jóvenes, entre los 20 y 39 años. En el Gran Buenos Aires (GBA), Gran Córdoba y Gran Mendoza alrededor del 35% de los saldos se encuentran entre los 20 y 29 años.
15En cuanto a las causas de la emigración, indicadores de ocupación, estratificación y condiciones de vida aparecen como determinantes del fenómeno; entre 1947 y 1960 se destaca la importancia de los indicadores de empleo, mientras que a partir de la década de 1960 parecen adquirir mayor significación en este tipo de procesos migratorios, aspectos vinculados con la calidad de vida.
1 El Producto Bruto Geográfico per cápita (PBG) toma en cuenta los bienes producidos y servicios prest(...)
16De acuerdo con estos condicionamientos cabe preguntarse si estos movimientos de población entre jurisdicciones provinciales revisten algún efecto sobre el nivel de desigualdades regionales en la Argentina. Con el objeto de definir la magnitud de la diferenciación regional en la Argentina, a los efectos de una mayor comparabilidad se consideró el Producto Bruto Geográfico (PBG) per cápital1, lo que restringe el período a analizar al comprendido entre 1960-1991, pues los estudios de contabilidad social regional son relativamente recientes y la primera estimación de PBG, desagregado en el nivel provincial, data de 1953 (Argentina. CFI-Instituto Torcuato Di Tella, 1962).
17Para observar las relaciones entre ambos fenómenos se consideraron los datos de PBG per cápita -que se han hecho coincidir, en la medida de lo posible, con los censos de población respectivos- y los saldos migratorios intercensales en los períodos 60/70, 70/80 y 80/91, en ambos casos desagregados según provincias, en 1960-1970-1980 y 1991.
Cuadro 1. Argentina. Producto Bruto Geográfico per cápita por jurisdicciones años seleccionados (promedio nacional=100)
Fuente: elaboración personal sobre la base de: para 1959 Argentina. CFI-Instituto Torcuato Di Tella, 1962; para 1970 y 1980 Argentina. CFI, 1983; para 1991 Argentina. SAREP, 1994 y 1995.
Cuadro 2.Argentina. Tasa de crecimiento migratorio medio anual intercensal por jurisdicciones 1960-1991 (por mil habitantes).
Fuente: elaboración personal sobre la base de: para 1960-1970 y 1970-1980 Argentina. INDEC 1981, 1984 y 1989; para 1980-1991 Argentina. CFI, 1991.
18De la comparación de las cifras de los cuadros 1 y 2, surge que existe una asociación entre las jurisdicciones que absorben población y aquellas que tienden a mejorar su situación relativa, especialmente a partir de 1970. Esto debe vincularse con el carácter necesariamente selectivo de los procesos migratorios que se convierten en una suerte de “economía externa” para estos centros de recepción localizados básicamente en las regiones pampeana y patagónica.
19No resulta tan evidente, sin embargo, el resultado de la emisión de población, ya que durante los diferentes intervalos del período considerado, las provincias expulsoras en algunos casos mejoraron su situación relativa, yen otros, la empeoraron.
2 La segmentación política (y estadística) del Gran Buenos Aires entre Capital y Partidos del Conurban(...)
20Si consideramos el PBG de 1991 en relación con el crecimiento migratorio medio de todo el período 1960-1991 podemos concluir que, con excepción de San Luis, que cambió bruscamente su comportamiento migratorio después de 1980, todas las provincias que expulsaron población durante las tres décadas, habrían de quedar mal ubicadas con respecto al promedio nacional de PBG y que, por el contrario, todas las jurisdicciones que recibieron población quedaron situadas claramente por encima del promedio nacional. Los saldos migratorios negativos de la Capital son en realidad positivos contabilizando al GBA y el PBG de la provincia de Buenos Aires sería mayor si lo englobáramos en el de la Capital.2
21El grupo de provincias expulsoras-pobres está comprendido por las del NOA y NEA y, en menor medida, por las de Cuyo. El conjunto de las receptoras-ricas abarca a las de las regiones pampeana y patagónica. En este último caso se debe hacer la salvedad de que por su estructura económica, muchas de las actividades pueden considerarse como enclaves, es decir que un incremento del PBG no supone necesariamente un aumento del ingreso promedio de sus habitantes.
22Es decir que existe una circularidad entre la dinámica migratoria de las jurisdicciones y su situación relativa. Esta circularidad se aleja más de los planteos neoclásicos -por medio de los cuales la libre movilidad de factores o, en otros términos, la fuerza del “mercado”, igualaría las diferencias regionales- que de otras posturas alternativas, basadas en las relaciones económico-sociales vigentes a escala del sistema nacional y en la selectividad de los movimientos de la población. Si bien la corriente migratoria se comporta en el sentido esperado por los neoclásicos, su resultado no es “igualador” de las diferencias regionales; la expulsión de población, más que corregir una situación de desigualdad, la denuncia.
Dinámica migratoria externa
23Especialmente durante la etapa agroexportadora la Argentina fue uno de los principales puntos de atracción para los inmigrantes europeos. Las oportunidades que ofrecía para la castigada Europa de ese entonces eran muy grandes. Nuestro país, era un territorio con escasa población y en pleno proceso de expansión económica. En términos absolutos, la Argentina fue el segundo destino después de EEUU y en términos relativos, fue el país más receptor. Esto queda reflejado en el Tercer Censo Nacional (1914) cuando un tercio de la población era extranjera, mientras que en los estratos de edad activa, la proporción de extranjeros superaba a la de nativos. La radicación de extranjeros fue mucho más notoria en los grandes centros urbanos y en la región pampeana, constituyéndose junto con las inversiones y la localización de la infraestructura en una de las razones para la hegemonía de la citada región. Incluso el nivel de cualificación de los migrantes se diferenciaba regionalmente: los campesinos provenientes de Europa del sur y del este, con bajo grado de educación formal, se insertaron en las actividades rurales del interior del país, mientras que la fuerza de trabajo originaria de países que ya habían realizado su revolución industrial, -la cual contaba con un considerable acervo de experiencia manufacturera y un saber productivo incorporado y acumulado, amén de una mayor escolaridad formal-, se insertó sin dificultades en el incipiente mercado de trabajo de los principales centros urbanos del territorio nacional (Neffa, 1998).
24La sustitución de importaciones implicó una economía más autárquica y diversificada, que si bien continuaba ofreciendo oportunidades, coexistía con la Europa de postguerra y el Plan Marshall, dinamizando la economía del viejo continente en algunas regiones y sectores, y reorientando los movimientos migratorios europeos. Así, entre otros, los “gallegos” y los “tano” reemplazarían en sus preferencias a la Argentina y otros países Americanos por destinos europeos más cercanos.
25El arribo a nuestro país de inmigrantes limítrofes fue siempre más constante, y comenzó a ser más notorio a partir de la disminución y, posteriormente, el virtual cese de la llegada de europeos durante la década del cincuenta.Si bien el saldo migratorio absoluto acumulado entre el crack bursátil de 1929 y los primeros años de la “posguerra” superó ampliamente las 80.000 personas, el saldo migratorio de pasajeros de ultramar resultó ampliamente deficitario durante gran parte de la década del cuarenta; hacia el final de dicho decenio la tendencia pareció revertirse, pero sólo por un corto lapso de tiempo: mientras que en 1949 ingresaron al país 63.389 migrantes no limítrofes, en 1954 sólo lo hicieron 3.332, cifras que implican una tasa decreciente situada en el orden del –38% anual. Así, la mayor evidencia empírica del proceso de cambio es brindada por la drástica reducción de los contingentes migratorios provenientes de ultramar. Los inmigrantes limítrofes tuvieron mayor peso en las llamadas “economías regionales”, por los que resultaba habitual la presencia de chilenos en la Patagonia, bolivianos en el NOA o paraguayos en el NEA. Estas economías regionales, altamente utilizadoras de mano de obra no calificada, crecieron al impulso del desarrollo del mercado interno, que tuvo durante este lapso una coyuntura favorable en el marco de un proceso de alta participación de los asalariados en el ingreso nacional.
26A partir de los años sesenta y setenta el peso de los limítrofes fue aumentando y, del mismo modo que los nativos del NOA y NEA, con la agudización de las crisis regionales, incrementaron su desplazamiento, en una primera etapa, hacia las grandes ciudades, fundamentalmente Gran Buenos Aires, Rosario y Córdoba. Durante estas décadas el mercado de trabajo de los grandes centros urbanos se mostró más dinámico, no sólo por el mantenimiento de la estructura productiva, sino por la expansión de los servicios. La radicación de nativos del NOA y NEA y de extranjeros limítrofes en las ciudades contribuyó al crecimiento de la periferia urbana, particularmente de las llamadas “villas miseria”.
27Hacia fines de los setenta y principios de los ochenta, con el agotamiento de la sustitución de importaciones y el creciente desmantelamiento del aparato productivo se desata una crisis económica que afectó en mayor medida a las grandes ciudades. Por esta razón estos flujos migratorios internos y limítrofes cambian su orientación hacia ciudades medias. El tradicional modelo de “migración por etapas” se interrumpe antes del último eslabón, también existen procesos de retorno, trasladándose así el incremento de las periferias e, incluso de la marginalidad, hacia las ciudades intermedias.
28Todos estos movimientos de población se vinculan con factores estructurales y coyunturales. El signo más característico de la crisis propia de la actual etapa de fragmentación social es el fenómeno de expulsión de argentinos hacia regiones y países que parecen ofrecer mejores alternativas, principalmente Norteamérica, Europa, Australia e, inclusive, países limítrofes como Brasil.
29Como esta fragmentación social no es un fenómeno exclusivo de la Argentina, también se vivió con diferentes peculiaridades en toda la región. Es por eso, que tanto por razones estructurales como coyunturales, continuó la recepción de inmigrantes de países limítrofes, principalmente: Bolivia, Perú y Paraguay.
30Con respecto a la expulsión de argentinos el Censo Nacional de noviembre de 2001 aportó una verdadera sorpresa. Contradiciendo las expectativas de una Argentina con 38 o 39 millones de habitantes, las cifras preliminares (sujetas a cierto subregistro) superaron apenas los 36 millones.
31Si bien durante la década del noventa continuó el proceso de transición demográfica con la subsiguiente reducción de la fecundidad, la responsabilidad de la dinámica migratoria externa (expulsión de argentinos) tuvo que ser significativa para la explicación de este escaso incremento de población durante el último período intercensal (1991-2001). Se parte de la población censal de 1991 y se añade el crecimiento vegetativo registrado entre mayo de 1991 y noviembre de 2001, se puede despejar de la ecuación demográfica básica el saldo migratorio.
32Entre 1991 y 2001 el saldo migratorio (diferencia entre ingresos y egresos de población) fue negativo. Al hablar de saldo se asume que la expulsión de argentinos fue superior a las 870.468 personas ya que durante este lapso también hubo recepción de inmigrantes, básicamente limítrofes. Aparece así una flagrante contradicción: mientras que las reformas estructurales de los noventa fomentaron la creación de una superpoblación relativa de fuerza de trabajo, promoviendo el ingreso al territorio nacional de mano de obra migrante y estableciendo una discriminación salarial contra ella, el desempleo estructural, la precarización del mercado de trabajo y la caída de los salarios reales -en suma, la falta de oportunidades para la mayor parte de la población- se configuraron en los detonantes por excelencia del proceso de sangría demográfica hacia los países industrializados. Por otra parte, el denominado brain-drain no ha resultado ajeno al proceso general de expulsión demográfica, pues estimaciones recientes han dado cuenta que la Argentina es el país latinoamericano más afectado por la radicación definitiva de científicos en el exterior, seguido a una considerable distancia por México.
33Entre las razones estructurales se debe señalar que durante los noventa persistía aún una diferencia de desarrollo relativo entre Argentina y Bolivia, Paraguay o Perú, principales centros de expulsión de población. La principal razón coyuntural que incrementó este proceso durante esta década fue la vigencia del plan de Convertibilidad que implicó la apreciación del signo monetario argentino. En este contexto la posibilidad de remisión de “Argen-dólares” al exterior se constituyó en un fuerte incentivo coyuntural para muchos inmigrantes limítrofes.
34El fantasma de la expulsión de población joven, con cierto nivel de instrucción y desilusionada con la falta de horizontes que ofrece la Argentina resultan cruelmente visible en nuestra realidad cotidiana. Internamente se observa que las aglomeraciones de público se multiplican en los consulados; mientras que desde el exterior las señales también resultan claras, aumentando las restricciones a la recepción de población argentina.
35Tras una efímera primavera, vinculada con las “relaciones carnales” de Menem con EEUU, con la crisis desatada a partir de la devaluación del signo monetario argentino en enero de 2001 se volvió a establecer la necesidad de contar con visado para viajar al país del norte. En el caso europeo, la tradicional estigmatización hacia los “sudacas” se ha hecho extensiva también hacia los argentinos. Esto nos priva del status “ligeramente superior” que pudo haber gozado un argentino por sobre nuestros “pobres” vecinos latinoamericanos hasta la década del noventa.
36En los eventos deportivos, programas radiales y televisivos y otras manifestaciones que llegan desde el exterior, la presencia de argentinos es un hecho cotidiano y creciente. Parte de esta sangría se vincula con la persecución política desatada durante la Revolución Argentina (1966-1973) y, sobre todo, a partir del Proceso de Reorganización Nacional (1976-1983) pero desde entonces, a pesar de la democracia formal, han persistido sucesivos planes de ajuste instaurados por sectores minoritarios. Esto, además de implicar una creciente fragmentación de la Argentina, trae consigo la expulsión de población.
37Resulta difícil estimar cifras aproximadas de la acumulación de esta verdadera sangría demográfica. En general los censos de los principales países receptores de argentinos no brindan cifras desagregadas por nacionalidad y, a pesar de las recomendaciones de los organismos internacionales, no son sincrónicos. Por otro lado los registros de entradas y salidas (único indicio estadístico “oficial” de este fenómeno) adolecen de serias deficiencias de subregistro, particularmente para ciertos períodos, llegando al extremo de carecerse por completo de información del quinquenio 1977-1981 (Velázquez, 1986).
38Otra cuestión que produce confusión es que, en muchos casos, cuando se hace referencia al fenómeno, se habla de “argentinos en el exterior” refiriéndose no sólo a los emigrados, sino a la colonia de argentinos, es decir incluyendo a sus familiares (cónyuges e hijos nacidos en el extranjero). Obviamente la colonia de argentinos es mayor que los argentinos emigrados, ya que, por tratarse de un proceso relativamente reciente que involucra población relativamente joven, la mortalidad de los argentinos emigrados es menos significativa que su descendencia.
39Con respecto a la recepción de inmigrantes limítrofes, según muestra Benencia (1997) estos inmigrantes han sido fruto de un proceso más espontáneo, pero más constante a lo largo del tiempo. Tradicionalmente el proceso obedeció a diferencias estructurales de desarrollo entre los respectivos países. Desde el Primer Censo Nacional (1869) hasta el de 1991 su proporción osciló siempre entre un 2 y 3% de la población total. Sin embargo estos extranjeros comienzan a ser más visibles a partir de la década del sesenta cuando, por el envejecimiento y el virtual cese de arribos, comienza a disminuir drásticamente la población europea.Históricamente los inmigrantes limítrofes están asociados con la provisión de mano de obra para el trabajo agrícola:
Paraguayos con las cosechas de algodón y yerba mate en el Nordeste Argentino.
Bolivianos con el tabaco rubio en Salta y Jujuy, con la caña de azúcar en las mismas provincias y Tucumán, con la horticultura en Mendoza y provincia de Buenos Aires.
Chilenos en la Patagonia, relacionados con tareas de esquila, en el Valle del Río Negro con la recolección de frutas, en la Patagonia austral con la explotación del petróleo y la construcción.
La excepción la constituyeron los uruguayos, que se concentraron en grandes ciudades, en tareas relacionadas con los servicios.
40Es decir que en el proceso hay áreas que tradicionalmente tenían mayor peso relativo de población limítrofe. Dentro de los empobrecidos NOA y NEA, la presencia de bolivianos y paraguayos, era y continúa siendo, un fenómeno muy habitual. Lo mismo ocurre, aunque en menor medida, con la Patagonia respecto de los chilenos.
41Tras una primera radicación “regional”, muchos de estos inmigrantes limítrofes se desplazaban internamente hacia el Gran Buenos Aires o grandes ciudades de la región pampeana (Rosario, Córdoba, Mar del Plata). Las crisis que comienzan a experimentar las economías regionales a partir de la década del sesenta (crack algodonero en Chaco, crisis del azúcar en Tucumán, cupificación de la yerba y crisis tabacalera en el NEA) aceleran este proceso, haciendo que los extranjeros limítrofes adopten los mismos patrones migratorios de los nativos del NOA y NEA. Esto incrementa el impacto de los inmigrantes limítrofes en las mayores áreas urbanas de la región pampeana.
42Coincidimos con Benencia (1997) en que esta migración espontánea o voluntaria no es sinónimo de “migración anárquica”. Se trata de una migración planeada en el seno de las familias, desde la racionalidad de los pobres y dentro del esquema de estrategias de supervivencia. En ella, por lo general, una parte de la familia emigra y otra permanece en el país expulsor. Los que migran envían remesas de dinero y contribuyen a sostener a sus familias en el lugar de origen, De este modo las familias intentan resolver el problema del desempleo desde su ángulo más costoso: la emigración.
43El tradicional mecanismo de las cadenas y senderos migratorios los lleva a radicarse en la periferia urbana y a ocupar nichos del mercado laboral habitualmente desechados por los argentinos nativos.
44Existen, sin embargo, diferencias apreciables según el país de origen en lo que respecta al nivel educativo, tipo de ocupación, rama de actividad y magnitud. Por ejemplo:
Los uruguayos tienen mayor nivel educativo que los restantes inmigrantes limítrofes; sus ocupaciones revelan mayor presencia en actividades terciarias, de tipo administrativo y en el comercio.
Los paraguayos se distribuyen, según sexo, entre el servicio doméstico para las mujeres y la construcción particular, en pequeñas obras, entre los varones.
Los bolivianos varones trabajan fundamentalmente en la construcción, pero en obras grandes, y las mujeres se reparten entre servicio doméstico, costura (con características de trabajo familiar a destajo) y comercio, fundamentalmente en las ferias y mercados de frutas y hortalizas.
Los chilenos son escasos en los grandes aglomerados urbanos y su presencia en la economía regional de la Patagonia está en retroceso.
45En 1991 las provincias con mayor proporción de población limítrofe eran las patagónicas y Formosa (ver mapa 3). En el escalón siguiente se situaba otra provincia del NEA (Misiones), dos del NOA (Salta y Jujuy), la cabecera de Cuyo (Mendoza) y la provincia y ciudad de Buenos Aires. La proporción de limítrofes en el resto del país era menor al 1%.
46En los casos de la Patagonia y Buenos Aires esta radicación se vincula con condiciones favorables en lo que respecta a la riqueza teóricamente disponible. Sin embargo considerando la presencia de extranjeros limítrofes en el NOA y NEA, ambas regiones con bajos índices de PBG per cápita, podemos confirmar el carácter “regional” de parte de estos movimientos y la inserción marginal de gran parte de estos inmigrantes en la sociedad argentina.
47Por lo anteriormente expuesto consideramos que históricamente la radicación de inmigrantes limítrofes en la Argentina obedeció a factores estructurales (diferencias de desarrollo entre los países), pero, durante la década del noventa, también se agregaron razones coyunturales.
48La sobrevaluación del signo monetario argentino durante el período de convertibilidad instaurado por Menem-Cavallo fue un incentivo importante para la radicación de inmigrantes limítrofes. El mecanismo migratorio se basa, en gran medida, en cadenas preexistentes desde las décadas de 1960 y 1970 que fueron re-dinamizadas.
49En general se instalan al principio los jefes de hogar, en algunos casos con la idea de formar un pequeño capital y retornar a sus países de origen o, en otros, para efectuar remesas periódicas a sus familiares en Bolivia, Perú o Paraguay, principalmente.
50Tradicionalmente estas migraciones “golondrina” terminaban convirtiéndose en definitivas cuando se establecían lazos afectivos, mayor vinculación con la sociedad receptora y se lograba la instalación de familias y colonias completas.
51El incremento coyuntural de población limítrofe durante los noventa ha sido utilizado para estigmatizarlos, adjudicándoles responsabilidad en los crecientes problemas de la desocupación e inseguridad en la Argentina. Sin embargo esta utilización política del tema no se corresponde con la realidad, ya que diversos estudios han demostrado que el problema del desempleo en los noventa está vinculado con la privatización de empresas, el achicamiento del Estado y el perpetuo proceso de ajuste que llevaron a una virtual implosión de la economía argentina. (Lindemboim, 1995; Marshall, 1995; Palomino y Schvarzer, 1996). Se ha comprobado que la influencia de los inmigrantes limítrofes sobre la desocupación es irrelevante (Maguid, 1995). Con respecto a la inseguridad, más allá de la impresión que pueda brindarse por parte de los partidarios de la “mano dura” y la prensa amarillista, la tasa de hechos delictivos es sensiblemente menor en los inmigrantes que entre los argentinos nativos.
52La brusca devaluación practicada en el primer trimestre de 2002 implicó el retorno de parte de estos inmigrantes limítrofes “coyunturales” que, durante la década del noventa y mediante un fuerte subconsumo, lograban un pequeño excedente en divisas.
53Es probable que si el Censo de noviembre de 2001 se hubiera realizado tan sólo dos meses después (luego de la caída de De la Rua y la fuerte devaluación del signo monetario argentino), los guarismos de población total hubieran sido menores aún.
54Si bien hoy todavía persisten diferencias estructurales de desarrollo entre Argentina y países como Bolivia, Perú o Paraguay, no es extraño encontrar una incipiente colonia de argentinos en Brasil e, inclusive en países como Uruguay o Chile.
55El telón de fondo es que los gobiernos de estos países tratan de “diferenciarse” de la estrepitosa caída Argentina para intentar obtener un trato diferente por parte del Fondo Monetario Internacional o el ingreso a un bloque económico más cercano al “primer mundo” como el ALCA, poniendo en serio peligro la continuidad del MERCOSUR.
56Las nuevas condiciones generadas por el abandono del “Plan de Convertibilidad” abren nuevos interrogantes respecto de la futura dinámica económica y demográfica de la Argentina.
57Existe un incipiente proceso de migración de retorno. Esto es producto de la combinación de la acumulación de experiencias negativas por parte de argentinos que han intentado residir en el exterior, como por la posibilidad de recuperación parcial de la economía argentina que, tras la brusca devaluación, se ve obligada a sustituir importaciones, aumentando su competitividad en ciertos sectores (particularmente el turismo).
58También parece haber una atenuación de los flujos limítrofes (tanto de ingreso como de egreso). Por un lado los “consolidados” no se arriesgan a regresar a sus países de origen, por el otro los que tendrían expectativas de venir postergan su decisión a menos que cuenten con nexos claros para mejorar sus posibilidades de inserción.
59Con respecto a los movimientos internos, la dinámica nacional con tasa de crecimiento migratorio negativo (–2,5 por mil durante el último período intercensal 1991-2001) se trasladó, en gran medida, al conjunto de las regiones y provincias.
60Aplicando la misma ecuación demográfica para el período intercensal 1991-2001 se observa que solamente 8 provincias tuvieron saldo migratorio positivo, en tanto las 16 restantes expulsaron población. De estas 16 provincias expulsoras, entre las cuales se encuentran provincias patagónicas tradicionalmente receptoras, 9 lo hicieron con una tasa superior al promedio nacional (2,5 por mil).
Conclusiones
61La Argentina es un país contradictorio. Una tradición de recepción de población, asimilación y apertura cultural puede ser reemplazada bastante rápidamente por otra de expulsión de población e incipiente xenofobia cuando la coyuntura (¿o la estructura?) socio-económica llega a cierto nivel de deterioro.
62La fragmentación social que sufre nuestro país desde fines de la década del setenta tiene carácter estructural por la aplicación acrítica de sucesivos planes de ajuste en el marco del denominado “Consenso de Washington”. El Plan de Convertibilidad aplicado durante los noventa implicó una coyuntura inédita por constituir una “isla” de modernidad en la deprimida región latinoamericana. La burbuja, sin embargo, terminó explotando y, tras una fuerte crisis inicial durante el 2002, se presenta un escenario que podría permitir otras posibilidades.
63Como la dinámica demográfica no sólo tiene que ver con condiciones objetivas, sino también con expectativas, las definiciones que puedan tomarse en la Argentina a partir de mayo de 2003 pueden resultar cruciales para que nuestro país brinde posibilidades que le permitan recuperar parte de sus exiliados económicos y pueda retomar su tradición de “puertas abiertas” para una efectiva inserción, más digna que la actual, en el contexto del MERCOSUR y de un nuevo orden que no asuma (o nos quiera hacer asumir) que la actual “globalización” es la única vía posible.
Globalización -4to año Humanidades-
Observe el siguiente video, extraiga conclusiones.
http://www.youtube.com/watch?v=30hdrc-jO44&feature=related
Concepto de globalización.
La globalización es un fenómeno de carácter internacional: su acción consiste principalmente en lograr una penetración mundial de capitales (financieros, comerciales e industriales), ha permitido que la economía mundial (mecanismos que la integran: el comercio, la producción, y las finanzas) moderna abra espacios de integración activa que intensifiquen la vida económica mundial y Surge como consecuencia de la internacionalización cada vez más acentuada de los procesos económicos, los conflictos sociales y los fenómenos político-culturales.
Ha sido definida como el proceso de desnacionalización de los mercados, las leyes y la política en el sentido de interrelacionar pueblos e individuos por el bien común. Aunque puede ser discutible que ello lleve a este bien , puede definirse como la fase en que se encuentra el capitalismo a nivel mundial, caracterizada por la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre circulación de bienes servicios y fundamentalmente de capitales.
También es un proceso histórico, el resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Se refiere a la prolongación más allá de las fronteras nacionales, a la creciente interdependencia entre los países, a la creciente integración de las economías de todo el mundo ( esto en todos los niveles de la actividad económica humana), especialmente a través del comercio y los flujos financieros, abarca además aspectos culturales, políticos y ambientales más amplios.
Entonces podemos decir que la globalización es un concepto que pretende describir la realidad inmediata como una sociedad planetaria, más allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y condiciones socio-económicas o culturales, o sea un intento de hacer un mundo que no esté fraccionado, sino generalizado, en el que la mayor parte de las cosas sean iguales o signifiquen lo mismo.
El proceso de la globalización.
Desde el punto de vista económico, la globalización es un proceso de integración de los mercados a escala mundial. Para ello, ha sido indispensable la formación de bloques económicos orientados bajo la lógica de libre comercio, con el fin de reproducir el capital. Este proceso, ha implicado la creciente interconexión de los mercados de todo el mundo. De ese modo, los eventos, crisis del sistema económico cada vez afectan con mayor velocidad y fuerza a todos los países del mundo.
En el campo social, implica la reducción de las distancias entre todos los países. Juega un papel primordial el desarrollo de las comunicaciones, ejemplo de ello es el uso de Internet.
Ese proceso ha tomado mayor fuerza a partir del fin de la guerra fría, hecho que permitió que el poder y las relaciones económicas estén dominadas por los Estados Unidos, pero esta hegemonía se enfrenta hoy a bloques como la Unión Europea, y otros bloques en Asia, América Latina y África.
Características de la globalización.
1.Se trata de un proceso universal, pues afecta a todos los países del planeta, independientemente de la posición que ocupen dentro de la economía mundial y del orden político.
2.Al existir un proceso irreversible de integración de los mercados, se parte de la existencia de países mejor posicionados que otros, es decir que su naturaleza económica es excluyente, porque aquellas naciones o regiones que no pueden ser competitivas, quedarán a la saga del desarrollo,
3.al ser en mercado el elemento primordial de la globalización, el Estado como unidad política y como espacio en el cual se desarrolla el gobierno y la soberanía de los países, queda en segundo plano,
4.al ser el mercado el mecanismo que rige las relaciones entre los países y regiones, la capacidad de consumo determinará su valor y no su condición humana. Por esa razón se dice que la globalización es deshumanizante;
5.está cimentada por los Medios Masivos de Comunicación, y su influencia es sobre los aspectos socio-culturales, políticos y económicos de los involucrados (el mundo entero, en otras palabras), porque permiten difundir ideas a cientos o miles de millones de personas.
6.Los mercados, el capital, la producción, la gestión, la fuerza de trabajo, la información, el conocimiento y la tecnología se organizan en flujos que atraviesan las fronteras nacionales.
7.La competencia y las estrategias económicas, tanto de grandes como de pequeñas y medianas empresas, tienden a definirse y a decidirse en un espacio regional, mundial o global.
8.La globalización empuja a las empresas y mercados a organizarse en redes estrechamente hilvanadas a escala planetaria.
9.La ciencia, el conocimiento, la información, la cultura, la educación, etc. Tienden a escapar de los límites o controles nacionales y ha asumir, al igual que los mercados, una lógica de red transnacional y global.
Causas y ventajas.
1. La importancia de las multinacionales. Las empresas requieren el apoyo de sus Estados para el financiamiento de la infraestructura científica y tecnológica, los incentivos fiscales, un acceso privilegiado a los mercados públicos, y protección en las negociaciones comerciales. Simultáneamente la misma legitimidad política del Estado depende de su capacidad para atraer a los capitales financieros y las empresas innovadoras y creadoras de empleo.
2. La revolución tecnológica en los procesos productivos, la información, las telecomunicaciones y el transporte. El "toyotismo" o sistema de producción flexible permite combinar las ventajas de la producción artesanal (calidad de producto) con aquellas de la producción de masa (velocidad y bajos costos unitarios). El modelo se basa más en la organización (trabajo y producción) que en la capacidad técnica.
3. El predominio de la esfera financiera. Un reducido número de operadores controla las transacciones sobre el conjunto de mercados mundiales interconectados por un sistema que permite ejecutar órdenes de compra y venta en tiempo real.
b.Causas:
c.Ventajas:
1.Reducción de Costos: La globalización puede reducir los costos mundiales en diferentes formas:
•Economía de escala: se pueden realizar aunando la producción u otras actividades para dos o más países.
•Costo mas bajo de factores: se pueden lograr llevando la manufactura u otras actividades a países de bajos costos.
•Producción concentrada: significa reducir el numero de productos que se fabrican, de muchos modelos locales a unos pocos globales.
•Flexibilidad: se puede explotar pasando la producción de un sitio a otro en breve plazo, a fin de aprovechar el costo mas bajo en un momento dado.
•Aumento de poder negociador: con una estrategia que permita trasladar la producción entre múltiples sitios de manufactura en diferentes países, se aumenta grandemente el poder negociador de una compañía con los proveedores, los trabajadores y los gobiernos.
1.Calidad Mejorada de Productos y Programas: La concentración en un numero menor de productos y programas, en lugar de los muchos productos y programas que son típicos de una estrategia multilocal, puede mejorar la calidad tanto de los productos como de los programas.
2.Mas Preferencia de Los Clientes: La disponibilidad, el servicio y el reconocimiento globales aumentan la preferencia de la clientela mediante el refuerzo.
3.Mayor Eficacia Competitiva: Una estrategia global ofrece mas puntos de ataque y contraataque contra los competidores.
4.Gracias a la globalización, es posible beneficiarse de mercados cada vez más vastos en todo el mundo y tener mayor acceso a los flujos de capital y a la tecnología, y beneficiarse de importaciones más baratas y mercados de exportación más amplios. Pero los mercados no garantizan necesariamente que la mayor eficiencia beneficiará a todos. Los países deben estar dispuestos a adoptar las políticas necesarias y, en el caso de los países más pobres, posiblemente necesiten el respaldo de la comunidad internacional a tal efecto.
6. Abre posibilidades para que las economías desarrolladas mejoren su eficiencia y su productividad y permite a las economías en vías de desarrollo mejorar el nivel de vida de su población.
7. En cuanto al trabajo, se van a crear muchas nuevas empresas de generación de valor que crearán empleo según el conocimiento de las personas. La globalización implica adaptarse a nuevos criterios de división del trabajo.
Consecuencias y desventajas.
1. Los costos laborales: lo más importante en este aspecto, es el desnivel de estos costos en los países desarrollados respecto a los que están en vías de desarrollo, como su enorme variación en los últimos 10 años. Esto se explica por la continua devaluación del dólar en los últimos 20 años y en menor medida a razones históricas como conflictos sociales, etc.
2. Los costos impositivos: la diferencia relativa entre los impuestos a las ganancias de las empresas, tiene muchas divergencias entre los países en desarrollo y los desarrollados, debido en gran medida a las exenciones de impuestos que muchos países en desarrollo otorgan a sus zonas francas.
3. Los costos ambientales: estos costos son originados por regulaciones encaminadas a la preservación ambiental entre los países con un grado comparable de desarrollo económico. La inclusión de fuertes medidas para disminuir la emisión de CO2 y el uso de energía figuran en casi todos los tratados de integración, aunque todavía se deja a cada país fijar el tope de esos valores.
b.Consecuencias:
c.Desventajas:
1. Aumento de gastos administrativos: La globalización puede causar gastos administrativos cuantiosos por el aumento de coordinación y por la necesidad de informar, e incluso por el aumento de personal. La globalización también puede reducir la eficacia de la administración en cada país si la excesiva centralización perjudica la motivación local y hace bajar la moral. Además, cada uno de los impulsores de la estrategia global tiene sus desventajas particulares.
Son debidos al aumento de coordinación y por la necesidad de informar e incluso por el aumento de personal, además de que puede reducir la eficiencia o eficacia de la administración en cada país si la excesiva centralización perjudica la motivación local y hace bajar la moral.
2. Menos sensibilidad a las necesidades del cliente :La estandarización de productos puede dar por resultado un producto que no deje clientes plenamente satisfechos en ninguna parte.
3. Sacrificio de algunas necesidades nacionales: En particular, para la globalización de la estrategia a menudo se requiere que uno o mas países abandonen las estrategias, los productos, etc. acreditados durante mucho tiempo.
Un marketing uniforme puede reducir la adopción al comportamiento de los consumidores locales y al ambiente del mismo.
4. Aumento de riesgos de crear competitividad: Integrar medidas competitivas puede significar sacrificio de ingresos, de utilidades o de posición competitiva en algunos países.
5. Aumento de riesgos por fluctuación de divisas.
Influencia en el medio ambiente.
En este proceso, contradictorio en sus manifestaciones y efectos, el debate sobre el ambiente ha tenido un papel fundamental. Desde la aparición de las primeras críticas a la industrialización por sus efectos nocivos sobre la naturaleza y el ambiente en general, no se ha dejado de discutir acerca del valor que tiene la preservación y conservación de los recursos naturales renovables y no renovables con que cuenta el planeta, así como de la influencia de estos recursos en la calidad de vida de la población. Un ejemplo claro de esto se encuentra en la nueva noción de desarrollo. Si bien el desarrollo se conceptualizó en un primer momento como crecimiento económico y más tarde se le incluyeron elementos relacionados con la distribución del ingreso y la justicia social, ahora es la conservación del ambiente el nuevo añadido. Es así como nos encontramos con el concepto de desarrollo sostenible, el cual implica el crecimiento económico, con el resguardo de los aspectos sociales y la conservación de los recursos naturales.
Este concepto tiene severas implicaciones para América Latina, en tanto modelo de desarrollo. Si partimos de la idea de que el desarrollo es algo deseable y un objetivo para nuestros países, nos encontramos en que este modelo lo hace inviable. Decimos esto porque no existe otro tipo que no sea el capitalista, cuyo modelo es el del los países industrializados. Todos sabemos que los países europeos, así como Estados Unidos, han basado su alto desarrollo industrial en la degradación y destrucción salvaje del ambiente y de los recursos naturales; por lo tanto, el modo privilegiado de alcanzar el modelo deseado se encuentra vetado para América Latina. Esto es, si no podemos hacer uso de los recursos naturales, en tanto factores productivos, no podemos tener un desarrollo capitalista.
El factor ambiente tiene otras formas de expresión en el marco de la globalización, las cuales también representan serios problemas para la región. Dada la importancia de la protección del entorno natural, en los últimos tiempos se ha creado una importante legislación ambiental, la cual se orienta básicamente hacia los estándares de calidad que deben tener las empresas y sus productos para producir el menor impacto ambiental. Muchos gobiernos parten de esa normativa para evaluar los productos y las empresas con posibilidades de ingresar en el mercado interno de su país, es decir, aquellos productos contaminantes (según sus criterios) y aquellas empresas de alto impacto ambiental no pueden entrar ni funcionar en su territorio. Ese es el caso de muchos productos y empresas de América Latina.
Para nadie es un secreto que los estándares de protección ambiental exigidos a las empresas y productos sólo pueden ser cumplidos si se trabaja con tecnología de punta, recurso escaso en Latinoamérica. Por lo tanto, esta normativa ha servido para la consolidación de los grandes monopolios industriales de los países industrializados, en la medida en que excluyen de la posibilidad de competir a nuestras empresas.
Por su parte, las grandes corporaciones no dejan de quebrantar las normas. En un momento no muy lejano las grandes empresas se desplazaban por el mundo hacia donde la mano de obra fuese más barata, buscando incrementar su nivel de productividad a través de la superexplotación de el factor trabajo. En esos movimientos lo deseado era quebrantar la legislación laboral que tantas luchas costó a los trabajadores. Más recientemente, las transnacionales ya no sólo se desplazan buscando escapatoria de la legislación laboral, sino también de la legislación ambiental. Como no todos los países cuentan con al mismo poder para la implementación de las leyes, ahora la "migración empresarial" se dirige hacia aquel territorio donde menos obstáculos exista a la hora de ejecutar actividades proclives a la degradación ambiental. No por casualidad son los países latinoamericanos los más débiles en la protección del ambiente, motivo por el cual las firmas más importantes del mundo han instalado sus maquilas en nuestro continente. El impacto de esto es doblemente grave, pues no sólo se explota a la población con largas jornadas de trabajo y bajos salarios, sino que también se está dejando una secuela de destrucción y contaminación de consecuencias impredecibles para la población.
Por otra parte, so pretexto del resguardo del ecosistema más importante del mundo y con la excusa de la necesidad de conocerlo y protegerlo, la selva amazónica se ha convertido en el lugar predilecto de científicos norteamericanos y europeos que realizan cualquier cantidad de investigaciones sin mínimo control y para los fines más insospechados. Recientemente se discutió el caso de un antropólogo norteamericano que causó la muerte a cientos de indígenas Yanomami en Venezuela, gracias a que los utilizó como "conejillos de indias" para una vacuna que estudiaba. Esta situación no es nueva, ya varios antropólogos venezolanos han denunciado que las grandes empresas farmacéuticas tienen gran apego en utilizar a los aborígenes de la región para sus experimentos, gracias a los "beneficios" brindados para las investigaciones por sus particularidades genéticas y sanguíneas. De igual forma se encuentran en esta región otro tipo de científicos, los cuales se encargan de investigar sobre la presencia de nuevos materiales para la industria, que de ser explotados causarían el total destrozo de ese ecosistema.
Como podemos notar, igual que en muchos otros aspectos, a pesar de la belleza del discurso ambientalista que sustenta estas prácticas, las mismas no benefician a Latinoamérica. Las políticas ambientales son un factor reproductor de las bajas condiciones de vida de la población latinoamericana, en vista de que disminuyen las posibilidades de nuestros países de insertarse en la economía global. Además, da pié para cualquier cantidad de aberraciones por parte de la ciencia de los países industrializados. En fin, no debemos dejarnos arrastrar por los discursos ambientalistas, sin realizar una evaluación exhaustiva de las implicaciones que tengan para los países de la región latinoamericana.
En síntesis, la globalización muestra implicaciones a nivel mundial. La conservación de los recursos naturales se ha constituido en una tarea de todos los seres humanos. Esto por cuanto el desarrollo industrial desmedido y no planificado de los últimos años implica mayores perjuicios al medio ambiente, ya que se han contaminado los ríos y océanos, y también han aumentado los problemas en el manejo de los desechos sólidos y la globalización pone de manifiesto lo que podemos llamar amenazas globales, entre ellas tenemos el manejo de los desperdicios nucleares y el uso de mayor cantidad de aerosoles, que agravan el problema de la capa de ozono.
Implicaciones de la globalización para Costa Rica.
El primer desafío de la globalización para Costa Rica tiene que ver con sus posibilidades de integración con la región centroamericana, por ello es imperativo que estos países emprendan proyectos de solidaridad y desarrollo, como por ejemplo, en las zonas limítrofes se requiere la creación de iniciativas de desarrollo que vinculen a los ciudadanos de ambos lados de las fronteras.
La integración comercial favorecerá mejores condiciones de negociación en el campo comercial, ya que la dimensión del mercado es mayor. Además es conveniente que Costa Rica ponga su mirada en nuevos mercados, además de Estados Unidos y Centroamérica con propuestas de negociaciones conjuntas propuestas ante la OMC y el ALCA.
La inversión en educación es otro de los nuevos desafíos que impone la globalización, porque el crecimiento del capital humano (definido por el aporte que la educación hace al crecimiento económico del país) es un factor primordial en la atracción de la inversión extranjera al país.
El resguardo y la protección de la biodiversidad es una tarea muy importante. Costa Rica (como sucede verdaderamente) puede sacar gran provecho económico de sus recursos naturales. La explotación racional y la creación de áreas para la protección de la flora u la fauna puede garantizarle una posición ventajosa al país en el contexto internacional.
El reforzamiento y desarrollo de la democracia participativa (referéndum y plebiscito) es una meta muy importante en pleno desarrollo de la globalización.
Conclusión.
Podemos decir entonces que la globalización nos deja implícito "un todo" o que "abarca todo".
También que este proceso influye de diferente manera tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo: en los países desarrollados, muchos países se ven constreñidos económicamente a elegir entre desempleo con altas normales de seguridad social de la calidad de servicios públicos y salarios reales altos, y empleo con bajos salarios y pobres servicios públicos. En teoría, las empresas exitosas pueden salir triunfantes en el proceso de globalización, sin que se pueda decir lo mismo necesariamente de los trabajadores profesionales; en los subdesarrollados, a mediano plazo, pueden beneficiarse tanto de un aumento de empleo, transferencia tecnológica y calidad y precio de bienes y servicios, como de la presión a desarrollar instituciones educativas, sociales y políticas que mejoren la productividad y la institucionalidad. Podemos distinguir dos cales de países : los que han hecho un esfuerzo enorme por desarrollar y copiar tecnologías sofisticadas para la exportación de bienes; y países que simplemente han abierto sus fronteras a la inversión extranjera en desmedro de empresas nacionales privadas y estatales.
Por lo tanto, en la globalización, en donde los nuevos descubrimientos del hombre, las innovaciones tecnológicas cambian nuestra forma de ver el mundo, creando un impacto a nivel mundial, en donde el objetivo central es convertir todo el planeta en un gran mercado. Al igual como lo expresó el Doctor Leonel Fernández: "Lo que se procura, por vez primera en la historia de la humanidad, es poder producir cualquier producto en cualquier lugar del mundo, y que pueda ser consumido por cualquier persona en cualquier otro lugar del globo".
TOPICOS:
El cormercio justo”, “Multinacionales en Asturias”,”¿Es posible otra globalización?” “Africa y la globalización”, ”La globalización en América latina” “Movimientos antiglobalización” “El valor económico"
http://www.youtube.com/watch?v=30hdrc-jO44&feature=related
Concepto de globalización.
La globalización es un fenómeno de carácter internacional: su acción consiste principalmente en lograr una penetración mundial de capitales (financieros, comerciales e industriales), ha permitido que la economía mundial (mecanismos que la integran: el comercio, la producción, y las finanzas) moderna abra espacios de integración activa que intensifiquen la vida económica mundial y Surge como consecuencia de la internacionalización cada vez más acentuada de los procesos económicos, los conflictos sociales y los fenómenos político-culturales.
Ha sido definida como el proceso de desnacionalización de los mercados, las leyes y la política en el sentido de interrelacionar pueblos e individuos por el bien común. Aunque puede ser discutible que ello lleve a este bien , puede definirse como la fase en que se encuentra el capitalismo a nivel mundial, caracterizada por la eliminación de las fronteras económicas que impiden la libre circulación de bienes servicios y fundamentalmente de capitales.
También es un proceso histórico, el resultado de la innovación humana y el progreso tecnológico. Se refiere a la prolongación más allá de las fronteras nacionales, a la creciente interdependencia entre los países, a la creciente integración de las economías de todo el mundo ( esto en todos los niveles de la actividad económica humana), especialmente a través del comercio y los flujos financieros, abarca además aspectos culturales, políticos y ambientales más amplios.
Entonces podemos decir que la globalización es un concepto que pretende describir la realidad inmediata como una sociedad planetaria, más allá de fronteras, barreras arancelarias, diferencias étnicas, credos religiosos, ideologías políticas y condiciones socio-económicas o culturales, o sea un intento de hacer un mundo que no esté fraccionado, sino generalizado, en el que la mayor parte de las cosas sean iguales o signifiquen lo mismo.
El proceso de la globalización.
Desde el punto de vista económico, la globalización es un proceso de integración de los mercados a escala mundial. Para ello, ha sido indispensable la formación de bloques económicos orientados bajo la lógica de libre comercio, con el fin de reproducir el capital. Este proceso, ha implicado la creciente interconexión de los mercados de todo el mundo. De ese modo, los eventos, crisis del sistema económico cada vez afectan con mayor velocidad y fuerza a todos los países del mundo.
En el campo social, implica la reducción de las distancias entre todos los países. Juega un papel primordial el desarrollo de las comunicaciones, ejemplo de ello es el uso de Internet.
Ese proceso ha tomado mayor fuerza a partir del fin de la guerra fría, hecho que permitió que el poder y las relaciones económicas estén dominadas por los Estados Unidos, pero esta hegemonía se enfrenta hoy a bloques como la Unión Europea, y otros bloques en Asia, América Latina y África.
Características de la globalización.
1.Se trata de un proceso universal, pues afecta a todos los países del planeta, independientemente de la posición que ocupen dentro de la economía mundial y del orden político.
2.Al existir un proceso irreversible de integración de los mercados, se parte de la existencia de países mejor posicionados que otros, es decir que su naturaleza económica es excluyente, porque aquellas naciones o regiones que no pueden ser competitivas, quedarán a la saga del desarrollo,
3.al ser en mercado el elemento primordial de la globalización, el Estado como unidad política y como espacio en el cual se desarrolla el gobierno y la soberanía de los países, queda en segundo plano,
4.al ser el mercado el mecanismo que rige las relaciones entre los países y regiones, la capacidad de consumo determinará su valor y no su condición humana. Por esa razón se dice que la globalización es deshumanizante;
5.está cimentada por los Medios Masivos de Comunicación, y su influencia es sobre los aspectos socio-culturales, políticos y económicos de los involucrados (el mundo entero, en otras palabras), porque permiten difundir ideas a cientos o miles de millones de personas.
6.Los mercados, el capital, la producción, la gestión, la fuerza de trabajo, la información, el conocimiento y la tecnología se organizan en flujos que atraviesan las fronteras nacionales.
7.La competencia y las estrategias económicas, tanto de grandes como de pequeñas y medianas empresas, tienden a definirse y a decidirse en un espacio regional, mundial o global.
8.La globalización empuja a las empresas y mercados a organizarse en redes estrechamente hilvanadas a escala planetaria.
9.La ciencia, el conocimiento, la información, la cultura, la educación, etc. Tienden a escapar de los límites o controles nacionales y ha asumir, al igual que los mercados, una lógica de red transnacional y global.
Causas y ventajas.
1. La importancia de las multinacionales. Las empresas requieren el apoyo de sus Estados para el financiamiento de la infraestructura científica y tecnológica, los incentivos fiscales, un acceso privilegiado a los mercados públicos, y protección en las negociaciones comerciales. Simultáneamente la misma legitimidad política del Estado depende de su capacidad para atraer a los capitales financieros y las empresas innovadoras y creadoras de empleo.
2. La revolución tecnológica en los procesos productivos, la información, las telecomunicaciones y el transporte. El "toyotismo" o sistema de producción flexible permite combinar las ventajas de la producción artesanal (calidad de producto) con aquellas de la producción de masa (velocidad y bajos costos unitarios). El modelo se basa más en la organización (trabajo y producción) que en la capacidad técnica.
3. El predominio de la esfera financiera. Un reducido número de operadores controla las transacciones sobre el conjunto de mercados mundiales interconectados por un sistema que permite ejecutar órdenes de compra y venta en tiempo real.
b.Causas:
c.Ventajas:
1.Reducción de Costos: La globalización puede reducir los costos mundiales en diferentes formas:
•Economía de escala: se pueden realizar aunando la producción u otras actividades para dos o más países.
•Costo mas bajo de factores: se pueden lograr llevando la manufactura u otras actividades a países de bajos costos.
•Producción concentrada: significa reducir el numero de productos que se fabrican, de muchos modelos locales a unos pocos globales.
•Flexibilidad: se puede explotar pasando la producción de un sitio a otro en breve plazo, a fin de aprovechar el costo mas bajo en un momento dado.
•Aumento de poder negociador: con una estrategia que permita trasladar la producción entre múltiples sitios de manufactura en diferentes países, se aumenta grandemente el poder negociador de una compañía con los proveedores, los trabajadores y los gobiernos.
1.Calidad Mejorada de Productos y Programas: La concentración en un numero menor de productos y programas, en lugar de los muchos productos y programas que son típicos de una estrategia multilocal, puede mejorar la calidad tanto de los productos como de los programas.
2.Mas Preferencia de Los Clientes: La disponibilidad, el servicio y el reconocimiento globales aumentan la preferencia de la clientela mediante el refuerzo.
3.Mayor Eficacia Competitiva: Una estrategia global ofrece mas puntos de ataque y contraataque contra los competidores.
4.Gracias a la globalización, es posible beneficiarse de mercados cada vez más vastos en todo el mundo y tener mayor acceso a los flujos de capital y a la tecnología, y beneficiarse de importaciones más baratas y mercados de exportación más amplios. Pero los mercados no garantizan necesariamente que la mayor eficiencia beneficiará a todos. Los países deben estar dispuestos a adoptar las políticas necesarias y, en el caso de los países más pobres, posiblemente necesiten el respaldo de la comunidad internacional a tal efecto.
6. Abre posibilidades para que las economías desarrolladas mejoren su eficiencia y su productividad y permite a las economías en vías de desarrollo mejorar el nivel de vida de su población.
7. En cuanto al trabajo, se van a crear muchas nuevas empresas de generación de valor que crearán empleo según el conocimiento de las personas. La globalización implica adaptarse a nuevos criterios de división del trabajo.
Consecuencias y desventajas.
1. Los costos laborales: lo más importante en este aspecto, es el desnivel de estos costos en los países desarrollados respecto a los que están en vías de desarrollo, como su enorme variación en los últimos 10 años. Esto se explica por la continua devaluación del dólar en los últimos 20 años y en menor medida a razones históricas como conflictos sociales, etc.
2. Los costos impositivos: la diferencia relativa entre los impuestos a las ganancias de las empresas, tiene muchas divergencias entre los países en desarrollo y los desarrollados, debido en gran medida a las exenciones de impuestos que muchos países en desarrollo otorgan a sus zonas francas.
3. Los costos ambientales: estos costos son originados por regulaciones encaminadas a la preservación ambiental entre los países con un grado comparable de desarrollo económico. La inclusión de fuertes medidas para disminuir la emisión de CO2 y el uso de energía figuran en casi todos los tratados de integración, aunque todavía se deja a cada país fijar el tope de esos valores.
b.Consecuencias:
c.Desventajas:
1. Aumento de gastos administrativos: La globalización puede causar gastos administrativos cuantiosos por el aumento de coordinación y por la necesidad de informar, e incluso por el aumento de personal. La globalización también puede reducir la eficacia de la administración en cada país si la excesiva centralización perjudica la motivación local y hace bajar la moral. Además, cada uno de los impulsores de la estrategia global tiene sus desventajas particulares.
Son debidos al aumento de coordinación y por la necesidad de informar e incluso por el aumento de personal, además de que puede reducir la eficiencia o eficacia de la administración en cada país si la excesiva centralización perjudica la motivación local y hace bajar la moral.
2. Menos sensibilidad a las necesidades del cliente :La estandarización de productos puede dar por resultado un producto que no deje clientes plenamente satisfechos en ninguna parte.
3. Sacrificio de algunas necesidades nacionales: En particular, para la globalización de la estrategia a menudo se requiere que uno o mas países abandonen las estrategias, los productos, etc. acreditados durante mucho tiempo.
Un marketing uniforme puede reducir la adopción al comportamiento de los consumidores locales y al ambiente del mismo.
4. Aumento de riesgos de crear competitividad: Integrar medidas competitivas puede significar sacrificio de ingresos, de utilidades o de posición competitiva en algunos países.
5. Aumento de riesgos por fluctuación de divisas.
Influencia en el medio ambiente.
En este proceso, contradictorio en sus manifestaciones y efectos, el debate sobre el ambiente ha tenido un papel fundamental. Desde la aparición de las primeras críticas a la industrialización por sus efectos nocivos sobre la naturaleza y el ambiente en general, no se ha dejado de discutir acerca del valor que tiene la preservación y conservación de los recursos naturales renovables y no renovables con que cuenta el planeta, así como de la influencia de estos recursos en la calidad de vida de la población. Un ejemplo claro de esto se encuentra en la nueva noción de desarrollo. Si bien el desarrollo se conceptualizó en un primer momento como crecimiento económico y más tarde se le incluyeron elementos relacionados con la distribución del ingreso y la justicia social, ahora es la conservación del ambiente el nuevo añadido. Es así como nos encontramos con el concepto de desarrollo sostenible, el cual implica el crecimiento económico, con el resguardo de los aspectos sociales y la conservación de los recursos naturales.
Este concepto tiene severas implicaciones para América Latina, en tanto modelo de desarrollo. Si partimos de la idea de que el desarrollo es algo deseable y un objetivo para nuestros países, nos encontramos en que este modelo lo hace inviable. Decimos esto porque no existe otro tipo que no sea el capitalista, cuyo modelo es el del los países industrializados. Todos sabemos que los países europeos, así como Estados Unidos, han basado su alto desarrollo industrial en la degradación y destrucción salvaje del ambiente y de los recursos naturales; por lo tanto, el modo privilegiado de alcanzar el modelo deseado se encuentra vetado para América Latina. Esto es, si no podemos hacer uso de los recursos naturales, en tanto factores productivos, no podemos tener un desarrollo capitalista.
El factor ambiente tiene otras formas de expresión en el marco de la globalización, las cuales también representan serios problemas para la región. Dada la importancia de la protección del entorno natural, en los últimos tiempos se ha creado una importante legislación ambiental, la cual se orienta básicamente hacia los estándares de calidad que deben tener las empresas y sus productos para producir el menor impacto ambiental. Muchos gobiernos parten de esa normativa para evaluar los productos y las empresas con posibilidades de ingresar en el mercado interno de su país, es decir, aquellos productos contaminantes (según sus criterios) y aquellas empresas de alto impacto ambiental no pueden entrar ni funcionar en su territorio. Ese es el caso de muchos productos y empresas de América Latina.
Para nadie es un secreto que los estándares de protección ambiental exigidos a las empresas y productos sólo pueden ser cumplidos si se trabaja con tecnología de punta, recurso escaso en Latinoamérica. Por lo tanto, esta normativa ha servido para la consolidación de los grandes monopolios industriales de los países industrializados, en la medida en que excluyen de la posibilidad de competir a nuestras empresas.
Por su parte, las grandes corporaciones no dejan de quebrantar las normas. En un momento no muy lejano las grandes empresas se desplazaban por el mundo hacia donde la mano de obra fuese más barata, buscando incrementar su nivel de productividad a través de la superexplotación de el factor trabajo. En esos movimientos lo deseado era quebrantar la legislación laboral que tantas luchas costó a los trabajadores. Más recientemente, las transnacionales ya no sólo se desplazan buscando escapatoria de la legislación laboral, sino también de la legislación ambiental. Como no todos los países cuentan con al mismo poder para la implementación de las leyes, ahora la "migración empresarial" se dirige hacia aquel territorio donde menos obstáculos exista a la hora de ejecutar actividades proclives a la degradación ambiental. No por casualidad son los países latinoamericanos los más débiles en la protección del ambiente, motivo por el cual las firmas más importantes del mundo han instalado sus maquilas en nuestro continente. El impacto de esto es doblemente grave, pues no sólo se explota a la población con largas jornadas de trabajo y bajos salarios, sino que también se está dejando una secuela de destrucción y contaminación de consecuencias impredecibles para la población.
Por otra parte, so pretexto del resguardo del ecosistema más importante del mundo y con la excusa de la necesidad de conocerlo y protegerlo, la selva amazónica se ha convertido en el lugar predilecto de científicos norteamericanos y europeos que realizan cualquier cantidad de investigaciones sin mínimo control y para los fines más insospechados. Recientemente se discutió el caso de un antropólogo norteamericano que causó la muerte a cientos de indígenas Yanomami en Venezuela, gracias a que los utilizó como "conejillos de indias" para una vacuna que estudiaba. Esta situación no es nueva, ya varios antropólogos venezolanos han denunciado que las grandes empresas farmacéuticas tienen gran apego en utilizar a los aborígenes de la región para sus experimentos, gracias a los "beneficios" brindados para las investigaciones por sus particularidades genéticas y sanguíneas. De igual forma se encuentran en esta región otro tipo de científicos, los cuales se encargan de investigar sobre la presencia de nuevos materiales para la industria, que de ser explotados causarían el total destrozo de ese ecosistema.
Como podemos notar, igual que en muchos otros aspectos, a pesar de la belleza del discurso ambientalista que sustenta estas prácticas, las mismas no benefician a Latinoamérica. Las políticas ambientales son un factor reproductor de las bajas condiciones de vida de la población latinoamericana, en vista de que disminuyen las posibilidades de nuestros países de insertarse en la economía global. Además, da pié para cualquier cantidad de aberraciones por parte de la ciencia de los países industrializados. En fin, no debemos dejarnos arrastrar por los discursos ambientalistas, sin realizar una evaluación exhaustiva de las implicaciones que tengan para los países de la región latinoamericana.
En síntesis, la globalización muestra implicaciones a nivel mundial. La conservación de los recursos naturales se ha constituido en una tarea de todos los seres humanos. Esto por cuanto el desarrollo industrial desmedido y no planificado de los últimos años implica mayores perjuicios al medio ambiente, ya que se han contaminado los ríos y océanos, y también han aumentado los problemas en el manejo de los desechos sólidos y la globalización pone de manifiesto lo que podemos llamar amenazas globales, entre ellas tenemos el manejo de los desperdicios nucleares y el uso de mayor cantidad de aerosoles, que agravan el problema de la capa de ozono.
Implicaciones de la globalización para Costa Rica.
El primer desafío de la globalización para Costa Rica tiene que ver con sus posibilidades de integración con la región centroamericana, por ello es imperativo que estos países emprendan proyectos de solidaridad y desarrollo, como por ejemplo, en las zonas limítrofes se requiere la creación de iniciativas de desarrollo que vinculen a los ciudadanos de ambos lados de las fronteras.
La integración comercial favorecerá mejores condiciones de negociación en el campo comercial, ya que la dimensión del mercado es mayor. Además es conveniente que Costa Rica ponga su mirada en nuevos mercados, además de Estados Unidos y Centroamérica con propuestas de negociaciones conjuntas propuestas ante la OMC y el ALCA.
La inversión en educación es otro de los nuevos desafíos que impone la globalización, porque el crecimiento del capital humano (definido por el aporte que la educación hace al crecimiento económico del país) es un factor primordial en la atracción de la inversión extranjera al país.
El resguardo y la protección de la biodiversidad es una tarea muy importante. Costa Rica (como sucede verdaderamente) puede sacar gran provecho económico de sus recursos naturales. La explotación racional y la creación de áreas para la protección de la flora u la fauna puede garantizarle una posición ventajosa al país en el contexto internacional.
El reforzamiento y desarrollo de la democracia participativa (referéndum y plebiscito) es una meta muy importante en pleno desarrollo de la globalización.
Conclusión.
Podemos decir entonces que la globalización nos deja implícito "un todo" o que "abarca todo".
También que este proceso influye de diferente manera tanto en los países desarrollados como en los que están en vías de desarrollo: en los países desarrollados, muchos países se ven constreñidos económicamente a elegir entre desempleo con altas normales de seguridad social de la calidad de servicios públicos y salarios reales altos, y empleo con bajos salarios y pobres servicios públicos. En teoría, las empresas exitosas pueden salir triunfantes en el proceso de globalización, sin que se pueda decir lo mismo necesariamente de los trabajadores profesionales; en los subdesarrollados, a mediano plazo, pueden beneficiarse tanto de un aumento de empleo, transferencia tecnológica y calidad y precio de bienes y servicios, como de la presión a desarrollar instituciones educativas, sociales y políticas que mejoren la productividad y la institucionalidad. Podemos distinguir dos cales de países : los que han hecho un esfuerzo enorme por desarrollar y copiar tecnologías sofisticadas para la exportación de bienes; y países que simplemente han abierto sus fronteras a la inversión extranjera en desmedro de empresas nacionales privadas y estatales.
Por lo tanto, en la globalización, en donde los nuevos descubrimientos del hombre, las innovaciones tecnológicas cambian nuestra forma de ver el mundo, creando un impacto a nivel mundial, en donde el objetivo central es convertir todo el planeta en un gran mercado. Al igual como lo expresó el Doctor Leonel Fernández: "Lo que se procura, por vez primera en la historia de la humanidad, es poder producir cualquier producto en cualquier lugar del mundo, y que pueda ser consumido por cualquier persona en cualquier otro lugar del globo".
TOPICOS:
El cormercio justo”, “Multinacionales en Asturias”,”¿Es posible otra globalización?” “Africa y la globalización”, ”La globalización en América latina” “Movimientos antiglobalización” “El valor económico"
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