Tarea para el Miércoles 27/6/12:
Las economías regionales de subsistencia en Argentina
La principal característica del medio físico en estos territorios era la pradera de la zona templada, excepcionalmente apta para el cultivo de cereales y la producción ganadera.
La agricultura y ganadería de zona templada se mantuvieron ajenas durante todo el período colonial al sector eminentemente dinámico: el comercio exterior. La producción de cereales y de productos de ganadería constituyeron actividades principalmente destinadas al autoconsumo de los productores o al estrecho mercado local. La exportación de cueros constituye una excepción. Con la civilización del cuero el ganado comienza a tomar valor y se constituye en la primer riqueza, que permite la importación de esclavos. Al respecto, en 1713, por el Tratado de Utrecht, celebrado entre España e Inglaterra, ésta obtiene le monopolio de la venta de esclavos en las colonias españolas.
La producción agropecuaria no se adaptaba a las formas típicas de producción colonial destinada a las exportaciones, esto es explotación en grandes superficies territoriales, con una utilización de capital relativamente importante para la época y ocupación de mano de obra servil. La producción agrícola en pequeña escala surgió como la unidad económica básica.
Todos estos factores dificultaron la formación de cuantiosos excedentes agrícolas, su apropiación privada y la exportación de los mismos, limitando el horizonte de la producción rural de clima templado al autoconsumo de los productores y al mercado local.
La población indígena existente en la época de la conquista se concentraba principalmente en la actual zona de Cuyo, las provincias del noroeste y en el centro del país. El total de la población indígena en el actual territorio argentino, a la época de la conquista, habría ascendido a alrededor de 300.000 habitantes. Estas poblaciones fueron económicamente aprovechadas por los conquistadores, mediante la encomienda.
Ningún punto del territorio argentino fue, hasta mediados del siglo XVIII, testigo de una actividad productiva fuertemente vinculada al comercio exterior. Esto determinó el escaso flujo de mano de obra y capitales hacia estas provincias y el carácter eminente de sistemas cerrados que tuvieron las economías regionales durante todo el período colonial, con un consecuente bajo ritmo de desarrollo. Enorme era la diferencia con Potosí que, en el siglo XVII con unos 160.00 habitantes era una de las ciudades más grandes del mundo, bajo el motor de la explotación minera; semejante cantidad de población implicaba una demanda de alimentos, tejidos y animales de carga, que fueron las únicas actividades con algún desarrollo en el territorio argentino.
Las regiones con población activa o con estancamiento poblacional fueron:
1)Noroeste: Salta, Jujuy, Santiago del Estero, Catamarca y Tucumán. Los primeros asentamientos de población europea se realizaron durante el siglo XVI con corrientes inmigratorias provenientes del Perú. Durante el mismo siglo XVI se introdujeron en la región los cultivos y haciendas que habrían de desarrollarse posteriormente (trigo, algodón, caña de azúcar y la hacienda en pie). Paralelamente a las actividades agropecuarias se desarrollaron las artesanías (paños de algodón y lana, carretas, muebles) y la transformación de productos de la ganadería (sebo y cuero).
La organización de la producción se estructuraba, por un lado, en grandes fincas de europeos, dedicadas a la producción de algodón, lana de vicuña y de guanaco y a la ganadería para las minas del Alto Perú y de alimentos para el autoconsumo. Sistema de encomiendas. El resto de la actividad agraria estaba en manos de trabajadores que producían fundamentalmente para su propia subsistencia y para un reducido intercambio.
El noroeste constituyó durante toda la época colonial la región de mayor importancia relativa dentro del actual territorio argentino, debido, fundamentalmente, a su cercanía a un centro exportador dinámico: Potosí.
De todas formas la característica básica de la estructura económica de la región es su carácter eminentemente primario y de subsistencia. La expansión de las actividades de exportación estaba frenada por la baja productividad en la agricultura y las artesanías y, en medida fundamental, por las dificultades de transporte y la estrechez de la demanda externa.
2)Cuyo: Mendoza, San Juan y La Rioja. Primeros asentamientos europeos a mediados del siglo XVI. La principal actividad era el cultivo de la vid y los frutales y la producción de ganado bovino, ovino y caballar. En los núcleos urbanos se desarrollan algunas artesanías: textil, metales, artículos de cuero. La organización de la producción se ajusta a los mismos lineamientos imperantes para el Noroeste. Tenían algún comercio con el Litoral. La característica básica de la economía regional es su carácter primario y eminentemente de subsistencia.
3) Centro: Córdoba y San Luis. La actividad agrícola estuvo fuertemente vinculada a la subsistencia de los productores y al consumo del estrecho mercado local. La ganadería gozó de cierta prosperidad debido a que Córdoba fue lugar de producción de hacienda de carga para el Alto Perú. La cría de mulas para las minas de Potosí constituyó así la actividad más importante de la región y la única vinculada en medida significativa al mercado externo. La estancia fue la forma típica de organización de la producción ganadera sobre la base de grandes extensiones territoriales y la ocupación en pequeña escala de mano de obra esclava. La actividad artesanal estaba destinada a la satisfacción del consumo local.
4) Litoral: Buenos Aires, Entre Ríos, Corrientes y Santa Fe. Fue la región más atrasada y menos poblada durante el período colonial. La ausencia de recursos minerales aprovechables y de población indígena cuyo trabajo pudiese usufructuarse proporcionan las razones básicas de este subdesarrollo relativo.
Los agricultores se dedicaban fundamentalmente a producir para su propia subsistencia y para el estrecho mercado local. La producción ganadera se apoyaba en el aprovechamiento de las haciendas cimarronas que se habían reproducido en la pampa partiendo de las primeras cabezas introducidas por los colonizadores. El aprovechamiento de la hacienda cimarrona constituyó una actividad para la subsistencia y la satisfacción de las necesidades de los pequeños núcleos urbanos.
La cultura del Litoral, apoyada eminentemente en el aprovechamiento primario de la hacienda, es l llamada cultura del cuero. La hacienda cimarrona adquiere importancia por el cuero, el tasajo y el charque (los dos últimos constituían alimento exportable para esclavos).
A falta de mercados externos suficientemente expansivos para los productos de la ganadería durante todo el período colonial, se agregaban las dificultades de obtención de mano de obra. La oferta ilimitada de tierras y el horizonte inmenso de la pampa sentaron las bases físicas para el surgimiento de ese tipo humano no integrado en el medio social, ni en el proceso productivo, que fue el gaucho. La zona rural estaba dispersamente poblada por este individuo que trabajaba para comer y que, de vez en cuando, vendía algunos cueros para los vicios.
El surgimiento de algunas posibilidades de comercio sistemático en cueros provocó la terminación de la libertad de captura de la hacienda cimarrona y, hacia mediados del siglo XVII, comenzó el otorgamiento de licencias para vaquear a grupos autorizados. Sin embargo, la expansión del sector ganadero fue muy limitada hasta fines del siglo XVIII, en que surgen nuevas condiciones que lo convertirán en el dinámico por excelencia de la región. En el siglo XVII el aprovechamiento de la hacienda sería mucho más completo: pezuñas y huesos molidos como fertilizante, cueros para accesorios textiles (peines, peinetones, botones, etc.), cerda para cepillos, el sebo para las velas, la grasa para la fabricación de lubricantes para la maquinaria textil y las tripas para la fabricación de cuerdas.
La formación urbana fue muy precaria. El monopolio impuesto por la corona española completaba el cuadro de estancamiento de la ciudad como puerto comercial y el contrabando que se desarrolló durante todo el período no eliminó las condiciones básicas de ese estancamiento.
5)Noreste: Misiones, Chaco, Formosa y norte de Corrientes. El intercambio con otras regiones se limitaba fundamentalmente a las exportaciones de yerba mate que, aunque tenían un mercado difundido en todo el actual territorio argentino y sur de Brasil, nunca llegó a constituir un rubro significativo en el comercio del mundo colonial americano. Sólo las misiones jesuíticas lograron una alto desarrollo económico, con una economía casi comunista.
6)Patagonia: No fue ocupada permanentemente durante todo el período colonial y constituyó una zona de conflicto.
Causas y consecuencias:
Desde el siglo XVI hasta fines del siglo XVIII no hubo una economía nacional, por cuanto no existía un mercado con un flujo recíproco, en escala significativa, de capitales, mano de obra y productos, entre las distintas regiones.
El período se caracteriza por la existencia de economías regionales autosuficientes separadas entre sí por grandes distancias, la ausencia de comunicaciones marítimas y/o fluviales y la precariedad de los medios de transporte terrestres de la época.
Las características estructurales básicas y la dinámica del sistema de las economías regionales de subsistencia son:
1) Estancamiento de la población: La evolución de la población estuvo sometida en medida importante a las fluctuaciones en el número de indígenas incorporados a las economías regionales. La extinción de esta población indígena, ya sea por su desaparición física o su fuga fuera del ámbito de la región, y la escasa inmigración de población europea y de otras zonas del continente, permite suponer que la población total del actual territorio argentino permaneció estancada o decayó entre los siglos XVI al XVIII.
2)Debilidad del sector exportador y la estructura productiva interna: En ningún momento se produjo una expansión sostenida de los mercados exteriores como para modificas, aún transitoriamente, esta insignificancia relativa del “sector externo” dentro de las economías regionales. La debilidad del sector externo permite comprender el estancamiento de los diferentes sistemas regionales. Pero también explica el hecho de la diversificación de las estructuras productivas de cada región y del autoabastecimiento de los principales productos y servicios consumidos por cada una de ellas.
En cada región, dado el estancamiento de la población y la productividad, la demanda efectiva se mantenía básicamente a los mismos niveles y esto evitaba que la alta proporción del ingreso total gastado internamente provocase un proceso multiplicador de ingresos, tal cual ocurre en un sistema dinámico con expansión de la capitalización y el progreso técnico.
La baja productividad de cada sistema regional determinaba la existencia de un estrecho mercado interno que reducía las posibilidades de la división del trabajo y de la expansión del intercambio dentro de cada región. La mayor parte del esfuerzo productivo de la población se desarrollaba fuera de la economía del mercado.
La producción agropecuaria ocupaba entre el 80 y el 90% de la mano de obra total. El resto estaba empleado en los servicios y la manufactura.
3)Distribución del ingreso y acumulación de capital: La distribución estaba fuertemente condicionada por las relaciones concretas de los distintos grupos en el proceso productivo. Los únicos núcleos que poseían ingresos por encima del nivel de subsistencia eran los grupos de encomenderos y propietarios territoriales y, en menor medida, los rudimentarios grupos comerciales.
La importancia del sector de subsistencia que se desenvolvía fuera de la economía del mercado determinaba que la economía monetaria estuviese escasamente difundida. La economía monetaria sólo penetró en las transacciones destinadas básicamente al comercio exterior a la región misma. Las monedas metálicas españolas eran el medio de cambio utilizado en estos casos.
La estrechez del mercado externo e interno reducía enormemente el incentivo a la inversión para expandir la capacidad instalada en las actividades agropecuarias y en las manufacturas o para abordar nuevas empresas en los mismos campos.
La inexistencia de una actividad dinámica fuertemente vinculada al comercio exterior impedía la adopción sistemática de mejoras técnicas y organizativas en el proceso económico. El nivel tecnológico y la organización de las distintas actividades productivas no sufrieron cambios sustanciales durante todo el período, contribuyendo al estancamiento de la productividad y del producto bruto por habitante. El carácter eminentemente cerrado de las economías regionales se manifestaba también en la ausencia de incorporaciones significativas de población y de capital provenientes del exterior.
4)Equilibrio entre las economías regionales: Se explica porque en todo el período en ninguna de esas regiones surgieron actividades exportadoras dinámicas que hubieran provocado el desplazamiento masivo del centro de gravedad de la economía. Privada de todo estímulo externo para su crecimiento y ausente toda posibilidad de desarrollo autónomo apoyado sobre la expansión de la demanda y la productividad, cada economía regional era un sistema cerrado y autosuficiente.
Hasta el siglo XVIII no se puede hablar de una economía nacional porque
no existía un mercado nacional;
no había contacto entre las regiones;
había escasez de mano de obra
inexistencia de capital.
Así pues la autosuficiencia es el símbolo del estancamiento económico entre los siglos XVI y XVIII.
Actividad
1) Realice un cuadro citando la región afectada y época.
2) Sus causas y consecuencias.
3) Leer el siguiente texto y realizar un mapa conceptual.
Consecuencias de la inmigración europea (cambios demográficos)
El aporte inmigratorio tuvo algunas consecuencias directas e indirectas en la
conformación de la Argentina actual. Algunas de las más importantes y visibles son:
•La inmigración europea contribuyó a un aumento de la raza blanca argentina.
•Contribuyeron al proceso de rápida urbanización de la población, y aportaron mano de obra para el desarrollo industrial.
•Los extranjeros, sin proponérselo, produjeron cambios en el lenguaje y las costumbres de los argentinos.
•La inmigración ayudó al crecimiento en gran escala de la población.
•La propagación del socialismo y el anarquismo, por los inmigrantes llegados con formaciones políticas, y la creación de sindicatos.
•Lo anterior llevó a una política anti-inmigratoria generando leyes represivas como la "Ley de residencia" de 1902 y la "Ley de defensa social" de 1910.
•La sobre población de las zonas urbanas llevó a la desocupación con sus posteriores huelgas.
•La creación de "conventillos", que eran grandes mansiones coloniales en ruinas, en las cuales se amontonaban los que no tenían dónde vivir.
La inmigración cambió profundamente la historia argentina, puesto que por la organización que tenían los dirigentes y latifundistas no tuvieron ningún problema social grave, vivían en un "paraíso"; pero de repente, con la llegada de los inmigrantes, para realizar un plan de explotación de ellos en el campo, las cosas no salieron como lo esperaban, y los inmigrantes se adueñaron de las zonas urbanas como Buenos Aires, y se produjo desocupación, que con las formaciones políticas que éstos inmigrantes tenían (socialistas y anarquistas), crearon sindicatos, boletines del trabajador, entorpeciendo la "vida fácil" de los latifundistas, los cuales, ante éstos problemas crean leyes de represión.
Tampoco se cumplió el objetivo de que inmigraran anglosajones a nuestro país, sino que vinieron en mayor medida españoles e italianos, de pocos recursos económicos y que eran toscos para los trabajos.
De todas maneras, estos inmigrantes contribuyeron al progreso del país y a llegar a ser "El país europeo de Latinoamérica". Con la inmigración se da por finalizada la llamada "Era criolla" argentina para ingresar en la Argentina moderna.
Con relación a los recién llegados, la dificultad para acceder a la propiedad constituye un de las características distintivas del proceso inmigratorio argentino. La distribución de la población y su composición social se originan en gran medida en ese aspecto de la estructura productiva. El grupo tradicional de grandes propietarios y sus representantes en el poder no concebían a la inmigración más que como una fuente de mano de obra barata, a pesar de su admiración por el modelo norteamericano. La clase dominante de grandes estancieros no favorecía al pequeño agricultor independiente por que necesitaba mano de obra barata de gran movilidad para construir la infraestructura económica, aprovechar transitoriamente las tierras, realizar tareas agrícolas estacionales y lograr un buen funcionamiento que su tren de vida requería.
Por eso, la "frontera" que al sur de La Pampa , separaba hasta 1880 los territorios explotados de las zonas amenazadas por los indios, no era un frente pionero abierto como en América del Norte. Cuando esa frontera fue suprimida por la "campaña del desierto", las nuevas tierras incorporadas al patrimonio nacional no se destinaron a la colonización, fueron vendidas, en parte por adelantado, para cubrir los gastos de la expedición del general Roca.
Por otro lado, la permanencia de una inflación continua a partir de 1880, que provocó la transferencia de ingresos de los trabajadores y de todos los sectores de la actividad nacional a los intereses agropecuarios exportadores, reforzó el poder económico de estos y alejó todavía más a los recién llegados de la posibilidad de adquirir tierras.
Es evidente que esa movilidad deseada por el grupo que detentaba el poder económico constituyó un factor desfavorable para el proceso de formación de una sociedad nacional integrada y coherente. Los grandes propietarios no estimaban necesario compartir la riqueza agropecuaria, origen del prestigio social y motor de la economía con los recién llegados, así como nunca mostraron interés en incorporarlos definitivamente a la sociedad política Argentina.
En un país de inmigración , la división en clases estables, con limites culturales marcados, se efectúa poco a poco y el ascenso de los recién llegados es todavía relativamente fácil
La aspiración fundamental de los inmigrantes es de mejorar su condición, que es la razón misma de su partida de Europa.
Si bien, es prematuro hablar de clases sociales en Argentina de la primera mitad del siglo XIX, la existencia de grupos sociales no es discutible. En líneas generales pueden percibirse tres conjuntos de grupos estratificados: el grupo dominante es el eje de la sociedad Argentina, las alienaciones sociales se ordenan en función de sus normas y valores. Estos tres grupos eran: la "gente distinguida" en la cúspide, el "populacho" indistinto, la chusma" debajo de todo, y entre los dos una población entremezclada, bulliciosa, deseosa de confundirse a veces con los "olímpicos" que a veces se califica peyorativamente como "medio pelo".
Está de más decir que la base del poder social de ésta capa superior es la propiedad de la tierra. Es verdad que en los orígenes de las grandes "familias tradicionales" se encuentra frecuentemente al comercio y a las finanzas, pero la posesión de tierra pone los verdaderos cimiento del prestigio oligárquico.
Sea como fuere , la oligarquía tenía su centro geográfico: su círculo interno estaba formado por los más grandes granaderos de la provincia de Buenos Aires. Esos estancieros pertenecían a la famosa Sociedad Rural Argentina, que formaba con el Jockey Club y con el Club del Progreso los tres bastiones tradicionales de loa oligarquía triunfante.
Fuente: Aldo Ferrer, La economia Argentina, 2001.
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