Geografia

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lunes, 30 de mayo de 2011

LA POBLACIÓN MUNDIAL DESDE LA PERSPECTIVA ECONÓMICA

• La demografía mundial: conceptos básicos y estructura.
Previo al análisis de la interrelación existente entre población y economía es necesario introducir algunos conceptos demográficos. Desde el punto de vista dinámico y/o de evolución de la población destacan los siguientes:
• Tasa de natalidad. Cociente entre el número de nacimientos y la población media del período, generalmente se expresa en tanto por mil. Suele oscilar en intervalos entre 10 (países como Alemania, Japón o España) y 50 (países pobres como Etiopía o Yemen).
• Tasa de fecundidad. Representa el número promedio de hijos que tienen las mujeres de un país en su edad de procreación (15 a 49 años). Las cifras oscilan entre los siete hijos para las mujeres de Angola o del Congo y 1,1 hijos para las españolas (que es la tasa más baja del mundo).
• Tasa de mortalidad. Cociente entre el número de defunciones y la población media del período, generalmente se expresa en tanto por mil. Puede oscilar entre 25 (para países centro africanos) y 5 (para países europeos avanzados). También se calcula por edades, siendo la tasa de mortalidad infantil en el primer año de vida un indicador común de desarrollo que en tanto por mil puede alcanzar el 170 para Sierra Leona o el 5 por mil para España.
• Tasa de crecimiento poblacional natural se calcula a través de la diferencia entre las tasas de natalidad y mortalidad, a diferencia de ellas se suele expresar en porcentaje. En el promedio de las dos últimas décadas las tasas anuales de crecimiento poblacional natural mayores han sido el 5 por 100 del Yemen o Arabia Saudita siendo las menores el -1 por 100 de Letonia o Rumania (la de España ha sido del 0,2 por 100 y la del mundo entero del 1,6 por 100). Si a la tasa de crecimiento poblacional la añadimos el saldo neto migratorio en % sobre la población total (inmigrantes - emigrantes) tendríamos la tasa de crecimiento demográfico.
Estos indicadores se complementan a su vez con los indicadores estáticos de distribución de la población en relación a la superficie, edad o actividad económica:
• La distribución por edades es el porcentaje de sobre el total de población de las diferentes cohortes, si ademas distinguimos entre sexos esta distribución se podría representar gráficamente a través de piramides poblacionales. En los años 90 la distribución por edades de la población mundial ha sido del orden del 32 por 100 para los menores de 15 años, del 6 por 100 para los mayores de 65 años y de más del 62 por 100 para el resto. En general los países países más subdesarrollados tienen un porcentaje mayor de la población por debajo de los 15 años (pueden alcanzar incluso el 50 por1 100) mientras que los países desarrollados tienen del orden de un 15 por 100 de su población con más de 65 años.
• La densidad de la población es el cociente entre la población y la superficie terrotorial que ocupa generalmente expresas en términos de Kilómetros cuadrados . Las zonas más densamente pobladas son el este y el Sudeste de Asia, Europa y la costa Este de Estados Unidos. Destacan por su densidad pequeños países como Hong-kong o Singapur con más de 5000 habitantes por Km2. Por el contrario, los menos poblados del mundo son Australia o Canada con 2 habitantes por km2. Dentro de Europa, España tiene 79 habitantes por km2, siendo los países más poblados Holanda ( 460 hab/km2) y Bélgica (311 hab/km2. ).
• Por último en función de su relación con la actividad económica se distingue dentro de la población entre activos (personas que proporcionan -ocupados- o están dispuestas -desempleados- a proporcionar mano de obra para la actividad productiva) e inactiva ( el resto de la población, amas de casa, jubilados, trabajadores del sector informal, ... ). Se distingue también por sexos. En general las mayores tasas de actividad se encuentran en los países más industrializados.
• La evolución de la población en el tiempo: la transición demográfica
El crecimiento exponencial de la población mundial es un fenómeno relativamente reciente: desde los 1,6 billones de habitantes de 1900 frente a los casi 6 billones de habitantes con que ha comenzado el siglo XXI. Parece que esta explosión demográfica ha seguido unas cierta pauta común en las distintas regiones y países del mundo según se ha ido manifestando en el tiempo: la llamada “transición demográfica” que suele transcurrir en diversas etapas. El punto de partida suele ser un crecimiento mínimo o estacionario de la población, ya que a pesar de las altas tasas de natalidad (en parte explicadas para compensar la baja esperanza de vida) la mortalidad es también muy alta y condicionada tanto por la insuficiencia de recursos alimentarios como por el atraso en los niveles sanitarios, que hace especialmente morbidos los episodios esporádicos de las epidemias, enfermedades o guerras.
El desarrollo económico suele ser interdependientemente relacionado con la mejora de la productividad agrícola y de las condiciones sanitarias, lo que provoca, en relativamente poco tiempo, drásticas reducciones de las tasas de mortalidad, lo que unido a la fuerte inercia de las tasas de natalidad provoca las llamadas explosiones demográficas. El crecimiento demográfico explosivo suele seguir una especie de curva logística (semejante a una función exponencial), que comienza con un ritmo lebnto de aumento que progresivamente se va expandiendo hasta que llega a un punto de inflexión que en el que el crecimiento poblacional progresivamente se va ralentizando. Las altas tasas de natalidad que se viven en las etapas iniciales de la transición demográfica obedece a una pléyade de circunstancias. Desde razones culturales o sanitarias (ausencia de planificación familiar) hasta razones de carácter económico, como la de constituir los niños mano de obra familiar o un seguro de dependencia para la vejez. La reducción de las tasas de mortalidad suele dar comienzo a la transición demográfica, las mimas se explican en los estadios iniciales del desarrollo por la superación de las hambrunas y las mejoras de las condiciones sanitarias básicas, posteriormente sólo se mejoran a través de la generalización de los progamas avanzados de salud y hospitalización.
En la medida que se va manifestando el desarrollo económico las tasas de natalidad comienzan a declinar lo que a la postre, en ausencia de movimientos migratorios introduce a la población en una situación demográfica estacionaria. Las tasas de natalidad caen por diversas circunastancias, la primera es que aumentan los costes de tener familias numerosas (vivienda, educación, crianza, etc), entre otras razones porque la incorporación de la mujer al mundo del trabajo eleva el coste de oportunidad de la crianza de los hijos. Asimismo desaparece la provisión de mano de obra infantil y de transferencias intrafamiliares (pensiones y sanidad) que son sustitutidas por los sistemas públicos de pensiones. De hecho es posible que desde el punto de vista estrictamente económico, como consecuencia del progreso las familias muy numerosas pierden su papel de inversión para convertirse en un bien de consumo de lujo.
3. El desequilibrio entre la población y los recursos.
El fuerte crecimiento demográfico puede alterar la reación existente entre los recursos de una economía y los indiviiduos que los disfrutan, lo que suele provocar problemas de múltiples tipos: migraciones y urbanización desvertebrada (ausencia de infraestructuras, chabolismo, etc), desempleo (muchas veces encubierto) o incluso problemas de hambruna en los casos extremos. El problema del crecimiento excesivo de la población fue denunciado por por Malthus a finales del siglo XVIII, el cual señalaba que el crecimiento demográfico introducía una trampa para el progreso y que a la postre desembocaba en hambrunas ante la insuficiencia de la producción alimentaria (que crecía en progresión aritmética) para abastecer a la población (que aumentaba en progresión geométrica). En la práctica las mejoras de la productividad agraria han alejado el fantasma de la trampa maltusiana, pero también es cierto que en ausencia de progreso tecnológico en la agricultura, la misma podría reaparecer amenazante. En la actualidad se considera que en el próximo cuarto de siglo no habrá problemas de escasez alimentaria a nivel global, ya que desde la perspectiva de la demanda, .a pesar de que la población mundial va a aumentar hasta los 8.500 millones de habitantes en el 2025), dado que la elasticidad renta de los productos agrarios es relativamente baja, lo que si cambiaria es la composición de la demanda mundial que se trasladará a productos alimenticios de alto valor (como la carne) y por países hacia China e India. Desde la perspectiva de la oferta, bastaría para satisfacer la demanda mundial que la misma creciera a un ritmo anual del 2,5 por 100 (que es justamente el promedio del anterior cuarto de siglo), un estímulo a la mejora de la productividad será la previsble tendencia drecreciente de los precios internacionales agrarios.
4. La población y la actividad económica
La relación existente entre crecimiento de la población y la actividad económica depende en general del nivel de demografía y de desarrollo relativo que partamos. En principio, si existe una densidad poblacional excesiva en relación al desarrollo se multiplican los niveles de pobreza y desigualdad con el consiguiante perjuicio para el progreso económico. De hecho en ausencia de otros factores productivos y dado que los rendimientos marginales del factor trabajo son decrecientes nos podemos encontrar con trampas de pobreza y con situaciones de escasez crónica de ahorro, cuya superación podría verse facilitada por una estabilización del crecimiento demográfico. No obstante, también es cierto que la ausencia de un umbral suficiente o mínimo de población dificulta la aparación de las economías de aglomeración produce o que fcailita la construcción de adecuadas infraestructuras de transporte y comunicaciones. También se puede considerar que en los casos en que se dispone en abundancia del resto de factores productivos el disponer de más población (sobre todo si lam ima lleva un capital humano formado y expermientado a su uso) puede aumentar positivamente la producción, por lo que en estos casos incluso se requiere flujos inmigratorios de entrada. De hecho, en actividades de servicios en la que la innovación y diversidad puede ser fundamental el disponer de una elvada densidad de trabajadores bien formados puede constituir un factor clave de prosperidad como sucede en el Sudeste asiático.
5. Las migraciones y sus efectos
Desde tiempo inmemoriales han existido movimientos migratorios. Las personas se desplazan para mejorar sus condiciones de vida y empleo. Estos procesos se han intensificado en las últimas decadas como consecuencia de las fuertes diferencias de nivel de vida existente entre las distintas regiones mundiales y el acercamiento entre las distintas zonas del mundo a trav´s de los medios de comunicación y transporte. En la actualidad existen del orden de 130 millones de personas que viven en países distintos del suyo, oscilando el flujo anual de emigrantes entre 2 y 3 millones de personas al año. Con todo casi una quinta parte de los emigrantes son refugiados que intentan evitar conflictos bélicos o catastrófes naturales. Las diferencias en los ritmos demográficos de los países desarrolados (con población envejecida y bajas tasa de fecundidad y con previsión de escasez de población activa para sus necesidades) y los paises subdesarrollados (con altas tasas de natalidad, población joven y con bajas oportunidades de empleo) actúa como un intensivo pemanente a la emigración, flujos que no son mayores por las barreras que los países receptores introducen para evitar excesivas tensiones sociales y/o problemas de asimilación en sus mercados laborales, ya que en principio desde la perspectyiva exclusivamente económica los flujos migartorios son beneficiosos tanto para el país emisor como recpeptor. Los obstáculos políticos para las migraciones se multiplican cuanto mayor sea el choque cultural o menor la predisposición a aimilarse con la cultura y costumbres del país de destino, por ejemplo mediante la creación de guetos. En el mismo sentido, suelen surgi mayores rechazos a la emigración cuando el país receptor no es capaz de crear empleo para todos los inmigrantes con los consiguientes riesgos de que estos desemboquen en situaciones de marginalidad o incluso delicuencia.
Entre las ventajas económicas de la emigración para el país receptor destaca el hecho de que aumenta su dotación de factor trabajo, sobre todo si los emigrantes llevan capital humano cuyo coste ha sido sopportado por su país de origen. La flexibilidad de los mercados de trabajo de los países de acogida también se ve mejorada, ya que los emigrantes eliminan cuellos de botellas del mercado laboral (i.e. trabajos no cualificados que los nacionales no están dispuestos a realizar, como sucede en España en el campo, el servicio doméstico o la cosntrucción). Este efecto será de creciente importancia, como consecuencia del envejecimiento de la poblacióin en los países desarrollados que reduce el número de activos necesarios para financiar sus sistemas beenfcatores. Con su retorno a sus países de origen pueden facilitar el ajuste en los momentos de recesión. De hecho, sus menores lazos geográficos y familiares les hace aumentar su movilidad geográfica y funcional. La competencia por el trabajo que introducen los emigrantes reduce el nivel salarial de la economía, lo que a la postre contribuye a la competitividad y a la creación de empleo. Desde la perspectiva del país emisor los beneficioos económicos son incluso mayores, ya que la emigración se convierte en una válvula de escapde para sus problemas de paro o tensiones sociales. Además, los ingresos por remesas (transferencioas de emigrantes) son una importante fuente de financiación exterior (del orden de 75.000 millones de dólares anuales, lo que supera en más de un 50 por 100 la ayuda oficial al desarrollo), la contrapartida a esta ventaja está en el problemas de la “fuga de cerebros”, ya que los primeros que suelen emigarar son los mejor formados, los más emprendedores, etc. .
6. Teoría del capital humano
El capital humano son los conocimientos y habilidades de las personas susceptibles de incorporarse a la actividad económica y cuya acumulación suele ser fruto de la educación, formación, experiencia laboral, alimentación, sanidad, etc. . La principal fuente de cpaital hunano suele ser la formación (profesional y universitaria) tal y como evidencia las diferencias retributivas que en promedio obtienen aquellos que alcanzan un nivel formativo superior como conecuencia de su mayor productividad o de la señal que emiten al mercado acerca de sus mayores capacidades. La intangibilidad del capital humano facilita su ampliación en comparación con el resto de factores productivos. De hecho, su capacidad de difusión es ilimitada (por su facilidad de transsmisión a través de de la educación y el aprendizaje) y porque su uso no es exclsusivo (una vez transmistido se se puede utilizar simultáneamente y sucesivamente por múltiples personas). De hecho, la expansión del conocimiento técnico y científico constituye una de las pdrincipales causas de progreso económico.
El capital humano cada vez se está convirtinedo en un factor más relevante en los procesos de crecimiento económico, sobre todo en entornos cambiantes y con un progreso tecnológico continuo. Las personas mejor formadas suelen tener una mayor facilidad para aprendere y asimilar las nuevas técnicas y tecnologías, en a aras a adapatarase a nuevas e imprevsitas situaciones. Además, tienen una mayor capacidad para aimilar y utilizar la experiencia ajena, mejorar la propia y transmitirsela a su vez al resto. De hecho, el capital humano suele tener economía externas que hacen que sea más productivo en aquellas localizaciones que cuentan con una mayor dotación del mismo, lo que explicaría la concentración de determinades actividades en algunas localizaciones y /o regiones, como sucede por ejemplo en los Estados Unidos con el Silicon Valley, lo que explica, entre otras razones la fuga de crebros desde los paísse subdesarrollados a los desarrollados. En principio, los individuos deciden su inversión en capital humano en función de un sencillo análisis coste-beneficio, en el que los principales costes son la inversión en educación y el coste de oportunidad de renunciar a un salario mientras que se estudia, mientars que el beneficio será la mayor probabbilidad de encontraqr un empleo, el hecho de obtener un diferencial salarial respecto a los trabajadores no cualificados o el beneficio de una mayor estima social. Como resultado, aquellas acciones que afcetan a la estructua de costes e incentivos a la postre acaban incentivando o desetimulando la inversión individual en capital humano.
7. Conferencias sobre Población y Desarrollo de las Naciones Unidas
Dentro del marco de las Naciones Unidas se han efectuado diversas conferencias internacionales sobre Población y Desarrollo al objeto de conciliar ambas cuestiones. Así, en 1974 se celebró la Conferencia Mundial de Población en Bucarest y en 1984 la Conferencia Internacional de Población en Ciudad de México, ambas hicieron hincapié en la necesidad de potenciar la planificación familiar preventiva en los países subdesarrollados. La última conferencia ha sido en 1994 en El Cairo, que intentaba equilibrar el reconocimiento de los derechos humanos individuales y el derecho de las naciones al desarrollo, con pleno respeto de los diversos valores religiosos y éticos y los antecedentes culturales de su pueblo. Entre sus principios se destacó que la población es el recurso más importante y valioso de toda nación y que el derecho al desarrollo debe ejercerse con miras a satisfacer en forma equitativa las necesidades en materia de población, desarrollo y medio ambiente de las generaciones presentes y futuras. De conformidad con los principios, el fomento de la equidad y la igualdad de los sexos y la habilitación de la mujer, la eliminación de todas las formas de violencia contra la mujer y asegurarle el control de su propia fecundidad son la piedra angular de los programas de población y desarrollo. Asimismo, se reafirmó el derecho fundamental de todas las parejas y todas las personas a decidir libre y responsablemente el número y el espaciamiento de los nacimientos de sus hijos, y a disponer de la información, la educación y los medios necesarios para hacerlo, destacándose el papel de la familia como la unidad básica de la sociedad y como tal debería fortalecerse.
Emiliano F. Basic.

• Orientación bibliográfica
Las mejores fuentes de estudio de la población son los trabajos de los demografos que generalmente se publican bajo el epígrafe de geografía humana. Para el caso concreto español se puede consultar el trabajo de de Rafael Pujol, “La población española” publicado en Síntesis en 1996. Igualmente es interesante la publiación que periodicamente efectúa el INE, ”Proyecciones de la población de España calculadas a partir del Censo de Población”. Las Conferencias Internacionales de las Naciones Unidas se pueden erncontrar en su Web: www. un.org. Por último desde una perspectiva más económica, destaca el “Tratado de la familia” del nóbel Gary Becker cuya versión castellana publicó Alianza en 1981y la obra de Francisco Cabrillo “Matrimonio, familia y Economía“editada por Minerva en 1996.

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