La disolución de Yugoslavia se produjo como resultado de una serie de agitaciones políticas y conflictos durante la década de 1990. Las repúblicas constituyentes de la República Federal Socialista de Yugoslavia se separaron, después de sufrir un período de crisis política en la década de 1980, pero los problemas no resueltos causaron una serie de cruentos conflictos bélicos, conocidos como guerras yugoslavas que afectaron principalmente a Bosnia y Croacia.
La SFR Yugoslavia era un país que ocupaba un territorio que abarcaba desde Europa Central hasta los Balcanes, con un conflicto étnico histórico. El país era una conglomeración de seis repúblicas regionales y dos provincias autónomas, que estaba dividido según las etnias y que en la década de 1990 se separó en varios países independientes. Estas ocho entidades federativas pasaron a ser seis repúblicas: Eslovenia, Croacia, Bosnia y Herzegovina, Macedonia, Montenegro, Serbia, y dos provincias autónomas dentro de Serbia: Kosovo y Metohija y Vojvodina. Bosnia y Herzegovina no había existido como un estado mezclado étnicamente desde 1465, y además no tenía una mayoría étnica clara, con "44% de musulmanes, 33% de serbios, 18% de croatas y otras minorías". La distribución geográfica de los grupos étnicos que componían Yugoslavia representaba el hecho de que cada nación tenía una población en cada una de las seis repúblicas. Yugoslavia pasó a ser un país con siete fronteras, seis repúblicas, cinco nacionalidades, cuatro idiomas, tres religiones, dos alfabetos y un líder.
Ya que la estructura demográfica de Bosnia comprendía una población de serbios y croatas cercana al 50% y con ideas de independencia basadas en las etnias más que en la nación, el control del territorio volvió a abrirse a diferentes interpretaciones, y grandes zonas de Bosnia, Croacia y Serbia se denominaron como zonas en disputa. Los elementos más importantes que fomentaron la discordia fueron la formación del Reino de Yugoslavia, la guerra civil y el genocidio (véase campo de concentración de Jasenovac) llevada a cabo por el Estado Independiente de Croacia durante la Segunda Guerra Mundial, la idea de la "Gran Serbia", y las adaptaciones balcánicas del Paneslavismo.
Después de la muerte de Tito el 4 de mayo de 1980, en Yugoslavia aumentaron los conflictos étnicos. El fallecimiento de Tito terminó con lo que muchos yugoslavos y occidentales veían como la principal fuerza unificadora del país. El legado de la Constitución de 1974 se utilizó para convertir el sistema de toma de decisiones en un estado de parálisis, cada vez más desesperanzador a medida que el conflicto de intereses se fue volviendo más irreconciliable. La crisis constitucional que surgió después de la muerte de Tito incrementó el nacionalismo en todas las repúblicas y provincias: la mayoría albanesa en Kosovo demandó el estatus de república mientras que Serbia comenzó a ejercer control sobre sus provincias autónomas. Además, las administraciones de Eslovenia y Croacia demandaron desligarse de la federación, en contraste con el líder serbio, quien demandó que todo lo gobernase un solo partido político.
1986-1989[editar]
En 1986, la Academia Serbia de Ciencias y Artes contribuyó significativamente al aumento del nacionalismo en Serbia, al redactar un memorándum en el que se trataban algunos temas como la posición de los serbios como pueblo más numeroso de Yugoslavia. Siendo la mayor república yugoslava en territorio y población, la influencia de Serbia sobre las provincias de Kosovo y Vojvodina se redujo en la Constitución de 1974, lo que les dio una autonomía largamente demandada. El gobierno de la República Socialista de Serbia estaba restringido en la toma y la ejecución de las decisiones que se aplicarían en las provincias. Éstas tenían un voto en el Consejo Presidencial Federal (un consejo de ocho miembros, compuesto por representantes de seis repúblicas y dos provincias autónomas), el cual no siempre fallaba a favor de Serbia propiamente dicha.
El líder comunista serbio Slobodan Milošević, que se hizo cargo de la Liga de Comunistas de Serbia en 1987, pidió restablecer el poder que tenía Serbia antes de 1974. Otras repúblicas, especialmente Eslovenia y Croacia, denunciaron este movimiento como un renacimiento de la hegemonía serbia. Milošević logró reducir la autonomía de Vojvodina y de Kosovo, y pudo instalar representantes en las provincias del Consejo Presidencial Yugoslavo. El principal instrumento que redujo la influencia serbia anteriormente comenzó a utilizarse para aumentarla: en el consejo de ocho miembros, Milošević podía contar con cuatro votos como mínimo - el suyo propio para Serbia, Montenegro y, en ese entonces, Vojvodina y Kosovo.
Como resultado de estos acontecimientos, los mineros albaneses en Kosovo se declararon en huelga, demandando la reinstalación de su autonomía. Esto aumentó el conflicto étnico entre los albaneses y la población serbia de la provincia. En la década de 1980, un 77% de la población de Kosovo, eran de etnia albanesa, constituían la mayoría. El número de serbios en Kosovo había bajado a lo largo del siglo como resultado de una "limpieza étnica" llevada a cabo por los albaneses durante la Segunda Guerra Mundial y por el acoso subsiguiente hacia las autoridades y la población albanesa.6 Los conflictos étnicos, que siempre habían estado en aumento, eran directamente proporcionales con la tendencia y hacia 1999 los serbios conformaban sólo un 10% de la población total.
Mientras tanto, Eslovenia, bajo la presidencia de Milan Kučan y Croacia apoyaron a los mineros albaneses y su lucha por reconocimiento. Como contraposición de Kučan y otros yugoslavos que habían criticado la política de Milošević de apoyar las marchas nacionalistas serbias y criticar a los políticos "desleales" de la nación, el líder serbio los acusó de "propagar el miedo a Serbia".7 Las huelgas iniciales se convirtieron en demostraciones altamente difundidas pidiendo que Kosovo fuese la séptima república. Esto enfureció a los líderes serbios, quienes procedieron a utilizar la fuerza policial y más tarde incluso enviaron al Ejército Federal a la provincia apoyado por la mayoría serbia en el Consejo Presidencial Yugoslavo.
Ya a mediados de la década de 1980, se comenzó a formar una oposición creciente hacia el régimen comunista en el periódico alternativo a Nova revija, además de la Alianza de la Juventud Socialista de Eslovenia. En 1988, el arresto de cuatro periodistas eslovenos por el Ejército Popular Yugoslavo disparó manifestaciones masivas que pedían la democratización de Eslovenia y su independencia de Yugoslavia.
Década de 1990[editar]
El presidente croata Franjo Tuđman se negó a dividir Croacia por sus diferentes etnias, lo que enfureció a los nacionalistas serbios ya que éstos querían permanecer unidos con Serbia. Esto resultó en una ola de violencia y guerras entre croatas y serbios cuando Croacia declaró su independencia.
En enero de 1990 se convocó al Decimocuarto Congreso Extraordinario de la Liga de Comunistas de Yugoslavia, gran parte del cual estuvo compuesto por las delegaciones eslovenas y serbias, quienes discutieron el futuro de la Liga. La delegación serbia, liderada por Milošević, insistió en una política de "una persona, un voto", que le daría el poder a la población más grande, los serbios. Por el contrario, los eslovenos, apoyados por los croatas, propusieron reformar Yugoslavia dándole más poder a las repúblicas, pero recibieron votos mayormente negativos. Como resultado, la delegación eslovena y croata abandonó el Congreso, y se disolvió el Partido Comunista Yugoslavo.
El presidente bosnio-serbio Radovan Karadžić ejerció una orden del día agresiva para evitar que el territorio serbio se separase de Yugoslavia. El ejército bosnio-serbio cometería gran cantidad de atrocidades, tales como genocidio, por las que Karadžić fue acusado de patrocinar.
Después de la caída del comunismo en el bloque oriental, en cada una de las repúblicas se llevaron a cabo elecciones multipartidistas. Los problemas sin solución continuaron. En particular, Eslovenia y Croacia eligieron gobiernos orientados hacia la independencia, mientras que Serbia y Montenegro eligieron candidatos que favorecían la unidad yugoslava. En Croacia existía un apoyo creciente "por los derechos históricos y el estado croata", que tuvo como resultado que los serbios fuesen despojados de sus derechos nacionales y constitucionales, y desplazados de formar parte de la nación constituyente de Croacia a ser una minoría nacional.
En marzo de 1990, durante las manifestaciones en Split, Croacia, un joven recluta del Ejército Yugoslavo fue asesinado en el tanque de guerra, después de conducir el tanque alrededor de los manifestantes. También se efectuaron disparos en varias bases militares alrededor de la nación. En todos lados aumentó la tensión y los conflictos.
El presidente esloveno Milan Kučan se proclamó como defensor de la autonomía de Kosovo, en parte porque se había sorprendido por el nivel de violencia contra los albaneses, pero también porque esperaba que su posición lo ayudaría a ganar popularidad para los comunistas en Eslovenia.8 Kučan llevó a Eslovenia a su independencia en 1991.
En el mismo mes, el Ejército Popular Yugoslavo (Jugoslovenska Narodna Armija, JNA) realizó un encuentro con la presidencia federal del país en un intento de convencerlos de declarar un estado de emergencia, que permitiría al ejército tomar el poder del país. Los representantes de Serbia, Montenegro, Kosovo y Metohija, y Vojvodina votaron a favor de la propuesta, mientras que todas las otras repúblicas, Croacia (Stipe Mesić), Eslovenia (Janez Drnovšek), Macedonia (Vasil Tupurkovski) y Bosnia-Herzegovina (Bogić Bogićević), votaron en contra. El empate demoró una intensificación de los conflictos, pero no por mucho tiempo.
Durante este período, varios grupos de serbios de Croacia proclamaron la emergencia de las áreas autónomas serbias en la república, comenzando con la SAO Kninska Krajina en agosto de 1990. A medida que las tiranteces fue haciéndose más fuerte, los organizadores de esta entidad orquestaron una revolución (en croata: balvan-revolucija), bloqueando varias rutas en Knin, evitando el desplazamiento libre de los turistas en Dalmacia. El gobierno croata respondió enviando equipos policiales especiales en helicópteros a la escena, pero fueron interceptados por los aviones de guerra del Ejército Popular Yugoslavo y obligados a regresar a Zagreb. SAO Kninska Krajina se expandió hasta convertirse en SAO Krajina en octubre de 1990.
Basándose en los resultados de la primera elección multipartidista, las repúblicas de Eslovenia y Croacia propusieron transformar a Yugoslavia en una federación de seis repúblicas en el otoño de 1990, pero Milošević rechazó esta propuesta y todas las similares, argumentando que al igual que los eslovenos y los croatas, los serbios también tenían el derecho de la autodeterminación.
La SAO Krajina fue declarada oficialmente como una entidad separada el 21 de diciembre de 1990 por el Consejo Nacional Serbio, liderado por Milan Babić.
En enero de 1991, Kontraobaveštajna služba (KOS, el servicio de inteligencia yugoslavo) mostró un video de una reunión secreta que, según sus declaraciones, había tenido lugar en 1990 entre el Ministro de Defensa de Croacia, Martin Špegelj, y otros dos hombres, en la cual Špegelj anunció que estaban en guerra con el ejército y les dio instrucciones sobre contrabando de armas, además de métodos de tráfico con los oficiales del Ejército Yugoslavo que estuviesen apostados en las ciudades croatas. El Ejército subsecuentemente quiso acusar a Špegelj de traición y de importación ilegal de armas, principalmente desde Hungría.
El 9 de marzo de 1991 se llevaron a cabo varias manifestaciones contra Slobodan Milošević en Belgrado, pero los policías y los militares salieron a las calles a restablecer el orden, asesinando a dos personas. A finales de marzo de 1991, el incidente en Plitvice Lakes fue uno de los primeros indicios de la guerra abierta en Croacia. El Ejército Popular Yugoslavo (JNA), cuyos oficiales superiores eran principalmente serbios, se mantuvo neutral, pero a medida que fue pasando el tiempo se fue involucrando cada vez más en las políticas del estado.
El 1 de abril de 1991, SAO Krajina declaró que se separaría de Croacia. La otra comunidad significativa dominada por los serbios en el este de Croacia anunció que también se uniría a SAO Krajina. Zagreb tenía, en ese momento, problemas relacionados con impuestos a Belgrado, y las entidades serbo-croatas decidieron, como respuesta, dejar de pagarle impuestos a Zagreb.
El 25 de junio de 1991, Eslovenia y Croacia se convirtieron en las primeras repúblicas en declarar su independencia de Yugoslavia. En Eslovenia, la Defensa Territorial Eslovena (Teritorialna obramba, una organización de militares en retiro e integrada por la reserva del JNA, es decir; paramilitar, que fue establecida en la constitución de 1974) delimitó las fronteras yugoslavas con Austria e Italia, deshaciéndose de la bandera yugoslava y enarbolando la eslovena.
Paralelamente, Milosevic y Tudjman alcanzaron el acuerdo de Karađorđevo para dividir Bosnia (en emergente independencia) entre serbios y croatas.9
Inmediatamente después de la declaración de independencia de Croacia, los serbios formaron SAO de Eslavonia Occidental y SAO de Eslavonia Occidental, Baranja y Srijem Occidental. Estas dos regiones más tarde se combinarían con SAO Krajina y formarían la República de Serb Krajina. Al día siguiente (26 de junio), el Consejo Ejecutivo Federal ordenó específicamente al ejército que se apoderase de los límites internacionalmente reconocidos de SFR Yugoslavia.
Las fuerzas del Ejército Popular Yugoslavo, establecidas en Eslovenia y Croacia, intentaron llevar a cabo la tarea durante las 48 horas siguientes. Sin embargo, debido a la información incorrecta que se les dio a sus propios conscriptos, y al hecho de que la mayoría de ellos no querían verse en una guerra en su tierra natal, las fuerzas de la Defensa Territorial Eslovena volvió a tomar la mayor parte de los territorios durante varios días con pocas pérdidas de vidas en ambos lados. Hubo un incidente de un supuesto crimen de guerra cerca de Holmec, como lo denunció el canal de televisión austríaco en un informe sobre tres soldados del Ejército Yugoslavo rindiéndose ante la Defensa Territoria, antes de escuchar una andanada de disparos y de ver a las tropas cayendo al suelo. Sin embargo, no hubo muertes en el incidente. Más tarde se acordó el cese del fuego.
Según el Acuerdo de Brioni del 7 de julio de 1991, reconocido por los representantes de todas las repúblicas, los gobiernos alrededor del mundo presionaron a Eslovenia y a Croacia para establecer una moratoria de tres meses sobre su independencia. Durante estos tres meses, el Ejército Yugoslavo completó su retirada de Eslovenia.
Sin embargo, se desató la Guerra Croata de Independencia en agosto de 1991. Los serbios por etnia habían creado su propio estado, la República de Krajina Serbia, en regiones mayormente habitadas por los serbios. Croacia, como respuesta, se había negado a reconocer tales entidades, y por lo tanto la guerra se había declarado entre la joven República de Croacia y los disidentes serbocroatas. En algunos lugares, el Ejército Yugoslavo actuó como una "zona colchón", y en otros luchó contra los serbios por estar estos en contra del nuevo ejército croata y de sus fuerzas policiales.
En septiembre de 1991, la República de Macedonia también declaró su independencia. Se enviaron quinientos soldados estadounidenses colocados bajo las órdenes de la ONU para controlar las fronteras del norte de Macedonia con la República de Serbia, Yugoslavia. Sin embargo, dado que las autoridades de Belgrado no habían intervenido para evitar la independencia de Macedonia ni había habido protestas ni actos contra la llegada de las tropas de la ONU, las indicaciones fueron destinadas a que Belgrado formase parte del nuevo país (que sería la República Federal de Yugoslavia a partir de abril de 1992), el cual reconocería a la República de Macedonia y desarrollaría relaciones diplomáticas con la misma. Así, se convirtió en la primera antigua república en obtener su soberanía sin resistencia de las autoridades yugoslavas con base en Belgrado o del Ejército. Además, el primer presidente de Macedonia, Kiro Gligorov, mantuvo buenas relaciones con Belgrado, además de las antiguas repúblicas, y hasta la fecha no hubo conflictos entre las fuerzas policiales fronterizas de Macedonia y Serbia, pese al hecho de que regiones pequeñas en tamaño como Kosovo y el valle de Preševo completan la parte norte de la región histórica conocida como Macedonia, la cual podría, por lo tanto, haber iniciado una disputa por las fronteras.
En noviembre de 1991, la Comisión de Arbitraje para la Conferencia de Paz en la antigua Yugoslavia, liderada por Robert Badinter, concluyó con el discurso de Lord Carrington de que SFR Yugoslavia estaba atravesando un período de disolución, que la población serbia en Croacia y Bosnia no tiene derecho a la autodeterminación en forma de nuevos estados, y que las fronteras entre las repúblicas deberían reconocerse como límites internacionales.
Como resultado del conflicto, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas adoptó en forma unánime la Resolución 721 el día 27 de noviembre de 1991, la cual encontró una forma para establecer operaciones pacíficas en Yugoslavia.10
En Bosnia y Herzegovina en noviembre de 1991, los serbo-bosnios efectuaron un referéndum, el cual resultó en una amplia mayoría a favor de mantenerse como un estado único con Serbia y Montenegro. El 9 de enero de 1992 los serbo-bosnios proclamaron una "República separada de personas serbias de Bosnia y Herzegovina". El referéndum y la creación de las regiones autónomas serbias fueron proclamados como inconstituacionales por el gobierno de Bosnia y Herzegovina, y lo declararon ilegal e inválido. Sin embargo, entre febrero y marzo de 1992 el gobierno declaró un referéndum nacional de la independencia bosnia de Yugoslavia. Este referéndum fue declarado como contrario a BiH y a la Constitución por la corte federal y por el nuevo gobierno serbo-bosnio establecido; y fue ampliamente boicoteado por los serbo-bosnios. La cantidad de votantes fue aproximadamente del 64-67% y 98% de ellos votaron por la independencia. El gobierno de la república declaró su independencia el 5 de abril, y los serbios inmediatamente declararon su independencia de Republika Srpska. Poco después se desató la guerra en Bosnia.
La República Federal de Yugoslavia (FRY) se formó el 28 de abril de 1992 y consistió en las antiguas Repúblicas Socialistas de Serbia y Montenegro. Su gobierno reclamó continuidad al antiguo país, pero, sin embargo, la comunidad internacional se rehusó a considerarlo como tal. La idea de dicha comunidad era que Yugoslavia se disolviese formando estados separados. Esta cuestión fue importante y llevó a varios reclamos internacionales de la SFRY, incluyendo en sus embajadas en varios países. Recién en 1996 la FRY abandonó sus reclamos y aceptaron que la SFRY se había disuelto.
La guerra en las partes occidentales de la antigua Yugoslavia finalizó en 1995, con tratados de paz firmados en Dayton, Ohio, Estados Unidos, resultando en los autodenominados Acuerdos de Dayton.
En Kosovo, a lo largo de la década de 1990, el liderazgo de la población albanesa fue incoporando tácticas de resistencia no violenta para la provincia. En 1996, los albaneses radicales crearon el Ejército de Liberación de Kosovo, el cual llevó a cabo acciones con armas en la provincia serbia sureña. La respuesta yugoslava incluyó el uso indiscriminado de fuerzas contra las poblaciones civil, y causó que muchos albaneses étnicos se refugiasen en sus hogares. Después del incidente de Racak y la Conferencia de Rambouillet de principios de 1999, la cual no tuvo éxito, la OTAN procedió a bombardear Yugoslavia por más de dos meses, hasta que el gobierno de Milošević submitió sus demandas y retiró sus fuerzas de Kosovo. Desde junio de 1999, la provincia ha sido gobernada por fuerzas pacíficas de la OTAN y de Rusia (las tropas rusas se retiraron en julio de 2003).